Redacción/CAMBIO 22

A través de un comunicado, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México se posicionó ante la decisión del gobierno de Perú de retirar a su embajador del país y de reducir el nivel de las relaciones diplomáticas entre naciones, y expresó su aflicción ante el hecho. No obstante, la cancillería mexicana aseguró que mantendrá su estatus de representación diplomática en la nación andina.

AMLO se lanzó nuevamente en contra de la administración de Dina Boluarte en Perú: “Le dan la razón al autoritarismo

“El Gobierno de México lamenta la decisión del actual gobierno de la República del Perú de reducir el nivel de las relaciones diplomáticas entre ambos países al de Encargado de Negocios y retirar de manera definitiva al embajador Manuel Gerardo Talavera, quien fuera llamado a consultas el pasado 15 de diciembre de 2022″, se lee en el comunicado.

Esta nueva escalada en la crisis diplomática entre países se dio luego de que el presidente López Obrador se pronunció (de nueva cuenta) en contra de la actual administración de Boluarte de la que dijo, “violó la Constitución” en relación a la destitución del entonces presidente Pedro Castillo de su cargo y de referirse a la mandataria como una “presidenta espuria” durante la conferencia matutina de este viernes 24 de febrero.

Como consecuencia, el gobierno de Perú lanzó horas más tarde un mensaje en el que dio a conocer la retirada de su representante, Manuel Gerardo Talavera, de México, y por ende, de la disminución en el nivel de relaciones.

Ante esto, el gobierno mexicano reiteró su “convicción de mantener abiertos los canales de comunicación diplomáticos en beneficio de ambas sociedades” e informó que mantendrá la atención a la comunidad connacional que requiera de apoyo consular en el Perú con normalidad. Finalmente. mediante su misiva, la cancillería aseguró que “hace votos para que pronto se alcance un acuerdo democrático a las desavenencias que prevalecen en este hermano país”.

Crisis diplomático México-Perú

La tensión entre naciones se remonta puntualmente al segundo semestre de 2022 cuando la crisis política en Perú se agudizó ante la destitución de Pedro Castillo como presidente en el mes de diciembre. No obstante, desde meses antes AMLO ya mantenía un discurso que fue tachado como injerencista por opositores del entonces mandatario peruano.

El punto de inflexión fue la declaración de Castillo por el que pretendía disolver a su Congreso, su despido, la intención de México de brindarle asilo político y posteriormente la condena por su arresto. Una serie de hechos en la que López Obrador se mostró crítico con quienes, según él, promovieron un golpe de Estado en atención a los “intereses de las cúpulas económicas y políticas” que no querían a Castillo.

Además, a la situación se sumó la declaración del gobierno peruano como persona non grata a Pablo Monroy Conesa, embajador de México en el país sudamericano. La condena de AMLO fue inmediata, pero en aquella ocasión fue el canciller Marcelo Ebrard quien también se pronunció de manera desaprobatoria ante la “decisión infundada y reprobable”.

Las declaraciones de AMLO

Durante su habitual conferencia mañanera del 24 de febrero, López Obrador fue interrogado sobre la reunión que mantuvo con Lilia Paredes, esposa de Pedro Castillo que se encuentra en en México bajo la protección del asilo político. Es entonces, que el mandatario aprovechó para pronunciarse una vez más respecto la situación política que acontece en Perú.

Sus palabras fueron: “Es una mujer excepcional, humilde, buena que vino a agradecernos por lo que se hizo por ellos. (…) Pidiéndonos que no abandonemos a su esposo. Nosotros consideramos que fue una gran injusticia el haberlo destituido de su cargo porque él fue electo por el pueblo, además violaron la Constitución los conservadores del Perú, que es una minoría eh”.

En su abordaje al tema, AMLO se sirvió para arremeter contra la administración de Dina Boluarte.

“Es para que estuviese la OEA convocando a todos los estados miembros para pedir que se libere al presidente que ilegalmente e injustamente está preso y que se le restituya en su cargo porque fue electo democráticamente. En cambio se hacen de la vista gorda o le dan la razón al autoritarismo”.

He visto encuestas en donde la presidente espuria tiene el 15% de aceptación y el 85% la desaprueba, pero todavía tiene menos aprobación el Congreso.

 

 

 

Fuente Infobae

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IAA

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