Jimena Madrigal / CAMBIO 22

Seadust Cancún Family Resort dio un paso estratégico al convertirse en un hotel independiente, con una inversión proyectada de 4 millones de dólares en remodelaciones e infraestructura durante los próximos 12 meses y la decisión busca reforzar el control operativo, mejorar la rentabilidad y recuperar el mercado estadounidense, un segmento que había perdido fuerza en años recientes.

De acuerdo a Mauricio Martínez, director general del resort, explicó que entre el 4 y 5 por ciento de los ingresos se destinará a publicidad y comercialización, concentrándose en México y Estados Unidos, pues la meta es que el 35 por ciento de la ocupación provenga del mercado estadounidense y 30 por ciento del nacional, mientras que el resto se repartirá entre América Latina y Europa.

“Con la operación independiente podemos reaccionar más rápido a las necesidades del cliente y del mercado, especialmente para recuperar a los turistas estadounidenses”, señaló Martínez.

En los últimos años, Seadust ha destinado más de 25 millones de dólares a proyectos prioritarios y renovaciones visibles, incluyendo la modernización del spa, un nuevo lobby bar y la apertura de Cactus, un concepto “grab & go” disponible las 24 horas.

Actualmente, el resort emplea entre 560 y 590 colaboradores, con prestaciones competitivas como fondo de ahorro, vales de despensa y bonos de puntualidad.

Analistas del sector destacan que inversiones de este tipo son clave para la competitividad de los hoteles en Cancún, donde la oferta turística ha crecido más del 10 por ciento en la última década. Remodelaciones, modernización de infraestructura y estrategias de marketing dirigidas a mercados específicos permiten no solo mejorar la ocupación y las tarifas promedio, sino también generar un efecto multiplicador en la economía local a través de proveedores, empleos indirectos y servicios turísticos complementarios.

Mientras cadenas internacionales han buscado consolidar su presencia mediante alianzas y paquetes corporativos, Seadust apuesta por la independencia operativa como estrategia para controlar costos, agilizar decisiones y ajustar rápidamente sus servicios según la demanda.

Esta táctica puede ser determinante para capturar turistas de alto gasto provenientes de Estados Unidos, mercado que representa una oportunidad significativa ante la recuperación del turismo tras la pandemia.

La remodelación y la reestructuración comercial de Seadust se enmarcan en un contexto de fuerte competencia en Cancún, donde la diferenciación en servicios, infraestructura y experiencia del cliente se ha convertido en un factor clave para la rentabilidad sostenible de los hoteles.

 

 

 

redaccion@diariocambio22.mx

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