• Víctor Manuel Félix Félix fue deportado a México para enfrentar cargos relacionados con lavado de dinero y asociación para delinquir.

 

Redacción/CAMBIO 22 

Llevaban años intentando atraparlo. Agentes encubiertos de la DEA incluso se habían infiltrado en su célula criminal en un esfuerzo por poner sus manos sobre el suegro del Chapo Guzmán, Víctor Manuel Félix Félix, alias “El Señor”, y documentar cómo llegó a traficar cocaína a los Estados Unidos valorada en más de $76,275,000, monto que representa más del doble del presupuesto de 2023 para todo el estado de Sinaloa.

Según fuentes extraoficiales, el narcotraficante alguna vez fue comparado con Ismael El Mayo Zambada, y era tan buscado como Rafael Caro Quintero o el mismo Joaquín Guzmán Loera, pero a diferencia de ellos, mantuvo un bajo perfil. Sólo la DEA sabía quién era.

Finalmente, en 2011, fue capturado y recluido en una prisión de máxima seguridad en el Estado de México, y no fue sino hasta 2017 que Félix Félix fue extraditado a Estados Unidos, donde enfrentaría cargos por narcotráfico, lavado de dinero y crimen organizado en una corte federal en el Distrito Sur de California, donde “se le aplicaría todo el peso de la ley”.

Seis años después de su extradición, y tras una serie de negociaciones entre su defensa y la Fiscalía Federal, El Señor compró su libertad por un millón de dólares, según documentos judiciales.

Atrás quedó el precio de la cabeza del suegro de uno de los hijos del Chapo, y todo aquello por lo que Estados Unidos lo había satanizado.

También se olvidó el antiguo plan de procesarlo con todo el peso de la ley, ya que habría traficado suficiente cocaína para drogar a todo Estados Unidos y lavado de miles de millones de dólares para el crimen organizado.

Al final, la jueza Marilyn L. Huff , consideró que los seis años que Felix Felix Felix pasó en prisión junto con el millón de dólares que pagó a su país, además de su arrepentimiento por sus acciones, fueron suficientes para cubrir el daño moral causado a los ciudadanos de su país.

El Señor, quien también se identificó como Raúl Castro Rodríguez y en el mundo criminal lo apodaron como “69”, había cumplido su condena, y como ya había pagado el millón de dólares que prometió darle a Estados Unidos, al menos a ese país, ya no debía nada.

Cuentas saldadas

Según el expediente 11-cr-01926, radicado en el Distrito Sur de California, Félix Félix tenía cuentas pendientes con Estados Unidos que eran difíciles de saldar, razón por la cual, en el momento en que fue identificado por la DEA, se habló de que una vez que fuera llevado ante la justicia en ese país, enfrentaría al menos cadena perpetua.

El expediente, producto de una investigación de años realizada por la DEA y el FBI, y con información de inteligencia del gobierno mexicano, lo expuso como un capo que estaba al frente de un grupo que no rendía cuentas a ninguna facción del Cártel de Sinaloa, y la razón por la que había crecido tanto era gracias a su habilidad para mover drogas y lavar dinero para personas que trabajaban para capos poderosos en Tamaulipas, Jalisco, Michoacán, Guerrero y Sinaloa.

Su actividad principal, sin embargo, era traficar cocaína a Estados Unidos, por lo que la DEA lanzó una operación encubierta para infiltrar a sus agentes y hacerlos pasar por “traficantes” capaces de mover grandes cantidades de cocaína de Sudamérica a Centroamérica y luego a México, y luego traficarlo a los Estados Unidos y otros países.

“Gracias a un fuerte trabajo de infiltración se llegó a Félix Félix, y se le propuso mover grandes cantidades de droga de manera segura, pero también mover millones de dólares en físico a varios países, incluidos Estados Unidos y Canadá, y eso hizo más fácil para los agentes encubiertos entrar en su organización”, dice el dossier.

El párrafo A, ubicado entre la página 10 y 11 del expediente, agrega: Los 29 imputados, encabezados por Félix Félix y Luis Roberto García Fierro, acordaron entonces, entre ellos y con personas conocidas y desconocidas, cometer delitos contra los Estados Unidos desde que en al menos el 18 de marzo de 2011, e incluía mover grandes cantidades de dinero para financiar sus operaciones delictivas.

Una vez que los agentes de la DEA comenzaron a realizar transacciones financieras con el grupo del Señor, los agentes se involucraron en el narcotráfico, y así comenzaron operaciones para mover dinero físico en los Estados Unidos y otros países en nombre de los narcotraficantes, que se utilizó para comprar drogas en Colombia. .

La red de narcotraficantes y lavadores de dinero se movía entre México, Colombia, Panamá y Estados Unidos, e incluía servicios para mover dinero a través del agente encubierto, quien para entonces se había ganado la confianza del Señor, pues le encomendaron hasta 300 millones de dólares para trasladarlo de un país a otro por vía aérea y en efectivo.

“En noviembre de 2009, otro de los acusados llamó al agente encubierto de la DEA para pedirle que trasladara 10 millones de dólares de la ciudad de Nueva York a la Ciudad de México, y así se completó el caso contra Félix Félix y su organización”, se lee en el expediente.

El resto del expediente está repleto de fechas y otras transacciones por varios millones de dólares en las que el agente encubierto seguía documentando cómo Félix Félix y su organización criminal movían dinero como parte de sus actividades delictivas para trasladar cocaína de Colombia a México y Estados Unidos, pero también cómo la organización traficaba cientos de kilos de cocaína a Estados Unidos.

En total, precisa el documento, el grupo encabezado por Félix Félix lavó más de 13 millones 770 mil dólares en bienes físicos entre distintos países, además de drogas ilícitas que en el mercado negro tendrían un valor de más de 76 millones 275 mil dólares. durante al menos siete años de actividades delictivas.

Según análisis de la ONU, la cocaína traficada a EE.UU. por El Señor habría sido suficiente para drogar a todos los ciudadanos estadounidenses.

Para el gobierno de los Estados Unidos, 1 millón de dólares y seis años de prisión, y el arrepentimiento del señor Félix Félix, fue suficiente para obtener su libertad, y recién el pasado 28 de marzo, Félix Félix fue entregado al Departamento de Libertad Provisional, para que los EE.UU. Los alguaciles podrían supervisar su eventual liberación, que se produjo el pasado 16 de mayo, cuando fue entregado a agentes de la Procuraduría General de la República, en la frontera de San Ysidro, en Tijuana, para que lo cuidaran, pues en Estados Unidos ya no debía nada.

De vuelta a las sombras

Félix Félix, nuevamente en la sombra, fue trasladado en una avioneta de la fiscalía de Tijuana a la ciudad de Durango, y posteriormente fue recluido en el Centro de Readaptación Social 14, donde enfrentará cargos relacionados con lavado de dinero y asociación delictuosa.

Según informes de prensa, tras la detención del señor Félix Beltrán, quien es padre de una de las nueras del Chapo, su hijo, identificado como Víctor Manuel Félix Beltrán , se hizo cargo del grupo. La Oficina del Fiscal General, al cierre de esta edición, no había confirmado ni negado que este hubiera sido el caso.

Tras ser extraditado a México, detienen al suegro de Alfredo Guzmán Salazar, Víctor Manuel Félix Félix acusado de lavado de dinero para el cártel de Sinaloa.

El también apodado “El Señor” puso en operaciones un gran número de Casas de Cambio en diversas ciudades del país, principalmente en Cancún, en dónde lavó millonarias cantidades de dólares para el cártel del Pacífico fracción Los Chapitos.

De sus negocios Cancun realizó transacciones a diversas instituciones bancarias de Texas en Estados Unidos.

La Fiscalía Especializada en Delincuencia Organizada obtuvo del Juzgado Primero de Distrito en Materia Penal Federal en el Estado de Tamaulipas, con sede en Matamoros, orden de formal prisión en su contra, por ser probable responsable de los delitos de delincuencia organizada (hipótesis de delitos contra la salud y operaciones con recursos de procedencia ilícita); y operaciones con recursos de procedencia ilícita.

Víctor está vinculado al cártel de Sinaloa, para el cual supuestamente realizó transacciones bancarias en Texas, Nueva York y California en los Estados Unidos de América; así como Cancún, Guadalajara y Ciudad de México: para ello utilizó casas de cambio y sociedades mercantiles para ocultar el origen de los fondos.

 

 

Fuente RIODOCE

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