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• Los llamados “Bancos de alimentos” de los cárteles de la droga: El falso altruismo de los cárteles de la droga en México se han convertido en un problema social para las autoridades.

 

Redacción/CAMBIO 22

A raíz de desastres naturales o durante días festivos como el Día de Reyes o el Día de la Madre, ha habido informes de grupos del crimen organizado que entregan regalos a comunidades en varios estados del país.

La lluvia y los ríos arrasaron con todo. El norte de Veracruz y varios municipios de Hidalgo, Puebla, Querétaro y San Luis Potosí sufren los estragos de un desastre natural que, hasta el momento, ha dejado 66 muertos y alrededor de 75 desaparecidos.

En redes sociales han comenzado a circular fotografías de supuesto “apoyo” del crimen organizado a víctimas de Poza Rica.

Ante la tragedia, el gobierno federal ha desplegado múltiples esfuerzos para apoyar a las comunidades afectadas, mientras que la solidaridad ciudadana ha sido evidente con múltiples centros de acopio instalados tanto en la Ciudad de México como en todo el país.

Poco a poco, comunidades enteras buscan volver a la normalidad; sin embargo, en medio del caos y la desesperación, ha reaparecido un viejo lobo disfrazado de oveja: el crimen organizado. En los últimos días, han circulado en redes sociales fotografías y videos de presuntos miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) distribuyendo bolsas de despensa a las víctimas.

De acuerdo con la grabación, los hechos ocurrieron en Tihuatlán, Veracruz, zona donde tienen mucha influencia, según un reporte de AC Consultores filtrado por Guacamaya Leaks de los servidores de la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa).

Dada la vulnerabilidad del desastre, el video muestra a residentes del municipio acercándose al grupo de civiles fuertemente armados que distribuyen bolsas de plástico transparente con víveres, enfatizando que son “del Señor de las Palmas y del Cártel Jalisco Nueva Generación”. Las bolsas de víveres también llevan una tarjeta impresa con las siglas CJNG.

Tras su publicación en redes sociales, el video se viralizó rápidamente y desató una polémica que incluso llegó a la presidenta Claudia Sheinbaum. Aunque la presidenta evitó comentar al respecto, la grabación revivió esa vieja práctica a la que muchas organizaciones criminales recurren ante desastres naturales o festividades, pero cuyo objetivo va más allá de brindar ayuda desinteresada.

 

Los regalos y paquetes de comida del narco

Denuncian entrega de paquetes de alimentos por parte de delincuentes.

La interacción entre el crimen organizado y la población civil a través de la entrega de regalos no es nueva. Diversos informes e investigaciones periodísticas demuestran que esta práctica ha existido desde la época del Cártel de Guadalajara, cuyos líderes también “ayudaron” con la construcción de carreteras, escuelas e incluso iglesias.

Desde el Cártel de Sinaloa hasta los brutales Zetas y el Cártel del Golfo, se han seguido los mismos pasos, que ahora también sigue el Cártel Jalisco Nueva Generación. Por ejemplo, en diciembre de 2024, durante un evento público en Coalcomán, Michoacán, un grupo de personas agradeció públicamente al líder del llamado Cártel de las Cuatro Letras, Nemesio Oseguera Cervantes, también conocido como El Mencho, y a un hombre apodado Comandante Delta 1, por una serie de regalos entregados a la comunidad en Nochebuena.

Un año antes, en noviembre de 2023, luego de que el huracán Otis devastara las costas de Guerrero, los habitantes de las zonas afectadas también recibieron despensas por parte de grupos criminales cuyos integrantes llegaron a las comunidades encapuchados y fuertemente armados, según describió el periodista Óscar Balderas en un reportaje para MILENIO.

Ese mismo año, la tormenta tropical Norma dejó daños en diversas zonas de Sinaloa, a donde llegaron despensas “firmadas” con las iniciales JGL, pertenecientes a Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo, fundador del Cártel de Sinaloa.

Según reportes del periodista Rubén Mosso para MILENIO, el 10 de mayo de 2020, el CJNG entregó electrodomésticos como regalo del Día de las Madres a las mujeres de Tototlán, Jalisco, además de alimentos a colonias populares.

Fiestas como el Día del Niño y el Día de Reyes también han sido aprovechadas tanto por el Cártel de las Cuatro Letras como por el temido Osiel Cárdenas Guillén para distribuir juguetes para los niños más vulnerables de las comunidades donde operan.

La distribución de víveres y suministros médicos por parte de grupos criminales durante la pandemia de COVID-19 se reportó en al menos diez estados, demostrando cómo, incluso en tiempos de adversidad, sus intereses son primero.

 

¿Qué hay detrás del falso altruismo?

Entregan despensas con la imagen de ‘El Chapo’ Guzmán debido al coronavirus.

“Seguimos teniendo problemas con los homicidios, y no se han calmado ni siquiera por esta situación del coronavirus. No vengan ahora a decir ‘estamos repartiendo despensas’, mejor bajen el tono”, declaró el expresidente Andrés Manuel López Obrador al ser cuestionado sobre el “apoyo” que las organizaciones criminales distribuyeron durante la pandemia.

Con esta declaración, el exmandatario tabasqueño captó la doble naturaleza del crimen organizado en México, que si bien siembra violencia en diversos estados y municipios, intenta presentarse como benefactor de la población civil durante emergencias o días festivos.

Un artículo publicado en la Revista de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma de Chiapas explica que la entrega de despensas o regalos a comunidades por parte de organizaciones criminales es una práctica utilizada para obtener aprobación social.

“Si una parte de las ganancias generadas por el crimen se destina a paliar la pobreza que viven muchas de las comunidades donde operan, la actividad criminal pierde relevancia para esa comunidad y le otorga legitimidad en la medida en que puede prestar servicios y funciones tradicionalmente asociados al Estado”, explica el artículo de los investigadores Jesús Alberto López González y Mauricio Lascuráin Fernández.

De esta manera, las “narcotiendas” se han convertido en parte de una dinámica del crimen organizado que, según Isaac Enríquez Pérez, doctor en Economía Internacional y Desarrollo, busca instaurar y “normalizar” un concepto y modo de vida en el que ciertos sectores de la sociedad ven con “favor” las operaciones y actividades ilícitas.

Obtener la aprobación de las comunidades es solo uno de los pasos que siguen las organizaciones criminales en su afán por delimitar y apropiarse de territorios. Es, en esencia, un componente relevante de su poder y sus estrategias de dominación, e incluso de su lucha contra grupos criminales rivales.

«El territorio es la base para que las organizaciones criminales impongan sus propias normas y estándares de poder. A través de él, aspiran a asemejarse a un Estado, al tiempo que buscan —y a menudo lo consiguen— socavar y usurpar las funciones de los poderes e instituciones públicos», explica el Dr. Isaac Enríque Pérez en un artículo publicado en la Revista de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Complutense de Madrid.

La intención de controlar diversas comunidades es vista por sus habitantes como una “venta por protección” o como “caridad”, lo que, en palabras del Doctor en Sociología Luis Astorga, no es más que una simple extorsión.

Aquí compartimos imágenes únicas que han sido fomentadas durante la contingencia del COVID-19.

La marca “El Chapo 701”, a través de la fundación Alejandrina Guzmán, hija del narcotraficante, repartió despensas.

En entrevista con MILENIO, la investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM explicó que la ocupación de territorio por parte de organizaciones criminales deja a sus habitantes en un estatus más parecido al de rehenes, a quienes les venden la idea de que los están protegiendo.

“Voy a venderles la idea porque no les quedará más remedio que hacer lo que yo quiero, es decir, sustituir la labor del Estado mediante la extracción de impuestos; en otras palabras, una vil extorsión […] Dependerá de la fuerza de la organización criminal para imponer las reglas del juego y también de la competencia con otra organización criminal. En otras palabras, ‘Te protejo del peligro que represento, pero también del peligro que representan otros’; es una vil extorsión”, afirmó el académico.

La dinámica criminal y la forma en que las organizaciones criminales se han arraigado en diversos municipios de México revelan qué hay detrás de la ayuda y los regalos que distribuyen a la población civil. Si bien pueden aliviar la adversidad, su verdadero costo siempre es alto.

 

 

Fuente: Milenio

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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