• La pasada Legislatura del Congreso de la Ciudad de México concluyó con un polémico “regalo de fin de mandato” que alcanzó los 3 millones de pesos por legislador, sumando un total de 198 millones de pesos entre los 66 diputados y diputadas

 

Redacción / CAMBIO 22

La anterior Legislatura del Congreso de la Ciudad de México se despidió con un costoso “regalo de fin de mandato” que alcanzó los 3 millones de pesos por legislador. En total, se repartieron 198 millones de pesos entre los 66 diputados y diputadas, según un informe reciente de la Tesorería del Congreso, cifra que ha desatado críticas por su elevado monto y por el contexto de rezagos legislativos que marcó su gestión. El informe detalla que la entrega se realizó en tres partidas: un depósito mensual de 312,500 pesos entre enero y agosto de 2024 bajo el concepto “Apoyo fin de Legislatura”; un remanente de 150,000 pesos por 2023; y un pago único de 350,000 pesos en agosto. Estas cifras superan lo que inicialmente se había informado y contrastan con las necesidades urgentes de la ciudad, como el mantenimiento urbano.

Por ejemplo, los 198 millones de pesos hubieran bastado para tapar 3.7 millones de baches de 5 metros cuadrados, según los costos estimados por la Secretaría de Obras. La distribución de los bonos generó indignación pública y fue señalada por figuras como Martí Batres, entonces jefe de Gobierno, quien calificó como inaceptable la existencia de estos “bonos de marcha” en cualquier nivel de la administración pública. El polémico gasto se da en un contexto donde la legislatura enfrentó señalamientos por ser una de las más rezagadas en términos de productividad legislativa. Esto ha provocado que organizaciones civiles y ciudadanos cuestionen la asignación de recursos públicos a conceptos que benefician a funcionarios, en lugar de priorizar necesidades colectivas.

Sesión en el Congreso de la Ciudad de México.

Legislatura faltista

La última racha de trabajo en la anterior Legislatura local se caracterizó por retrasos en revisiones y discusiones de reformas, así como sesiones canceladas o pospuestas por las recurrentes faltas que, incluso, llevaron a la Mesa Directiva del recinto a turnar una iniciativa a la Comisión de Normatividad, Estudios y Prácticas Parlamentarias para reemplazar a aquellos diputados que acumulen inasistencias.

De acuerdo con el Informe Legislativo de 2023 “El A, B, C de los congresos y auditorías”, publicado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el costo asociado con cada diputado local en la Ciudad de México representa un gasto de alrededor de 25 millones de pesos por año, lo que multiplicado por los 66 legisladores locales da un total de 1,650 millones de pesos del erario público.

A pesar de que en 2018 se redujo el número de diputados de 66 a 33, como parte de una medida de austeridad, el costo total de la legislatura no disminuyó de manera proporcional, lo que ha despertado cuestionamientos sobre la verdadera efectividad de dichas medidas de racionalización del gasto.

El análisis también pone de manifiesto que la Ciudad de México ostenta uno de los congresos locales más costosos en comparación con otras entidades federativas del país, pues el Poder Legislativo capitalino cuenta con el presupuesto estatal más alto: 2,050 millones de pesos, además de ser el que tiene las plantillas de personal más amplias, con 2,312 personas.

 

 

 

Fuente: La Silla Rota

redaccion@diariocambio22.mx

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