Humberto Aldana Navarro, Legislador Responsable de Autorizar la Construcción de la Cafetería VIP en el Congreso del Estado

► Crece la indignación ciudadana frente a la construcción de una cafetería en el Congreso del Estado

► Los legisladores ofendidos por la desaprobación de su destrucción al patrimonio histórico de Quintana Roo

► Colocan vigilancia permanente a la infame obra

Ricardo Jesús Rivas/CAMBIO 22

CHETUMAL, 1 de junio. – Una obra que provocó la indignación general de los ciudadanos en Quintana Roo, es la que se lleva a cabo en el Congreso del Estado  y enfrenta fuertes críticas por su decisión de construir una cafetería en sus instalaciones, un proyecto visto por muchos como un capricho que daña irreparablemente el patrimonio cultural e histórico de la entidad.

Esta iniciativa, atribuida a la influencia del diputado Humberto Aldana Navarro, ha sido calificada de “ocurrencia” y “legado terrible” por representantes de más de 15 asociaciones civiles y el Consejo Ciudadano de Chetumal, quienes no han escatimado en expresar su total reprobación.

La obra, que se ejecuta bajo estrictas medidas de seguridad para evitar la captación de imágenes, ha sido objeto de un escrutinio riguroso por parte de la prensa local. Un periodista de CAMBIO 22 fue confrontado por un guardia de seguridad mientras intentaba documentar la actividad, quien le solicitó abandonar el área con el argumento de “respetar el Congreso” y velar por su propia seguridad, demostrando un claro intento de ocultar las acciones del legislativo a la vista pública.

El descontento no se limita solo a la visibilidad del proyecto, sino a la esencia misma de este, ya que se percibe como un atentado a la historia y la cultura de Quintana Roo. Se ha señalado que este acto de los legisladores locales encabezados por  Hugo Aldana, demuestra una falta de conocimiento y respeto por la riqueza histórica del estado, al priorizar una simple cafetería sobre la conservación del patrimonio.

Esta acción ha sido descrita por el Consejo Ciudadano como un acto de “piratas modernos”, acusando a los diputados de saquear el patrimonio para luego regresar “con las alforjas llenas a su tierra”. No los consideran quintanarroenses.

En un fuerte reproche a los diputados, se les recuerda que están violando el artículo 75 de la Constitución del Estado Libre y Soberano de Quintana Roo, que les otorga la responsabilidad de legislar sobre la protección, conservación y restauración del patrimonio histórico, cultural y artístico del estado. Esta situación ha dejado al descubierto no solo una desconexión con las bases de su mandato sino también una alarmante disposición para anteponer intereses personales o de grupo sobre los de la comunidad a la que se supone deben servir.

redaccion@diariocambio22.mx

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