El Lado Oscuro de la Noche en Cancún: Rescatan a 19 Mujeres Esclavizadas en Bares Disfrazados de Centros Nocturnos
24 May. 2025
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La Fiscalía General del Estado desmantela red de trata que operaba con impunidad en dos inmuebles; víctimas eran forzadas a prostituirse bajo amenazas, multas y explotación sistemática
Redacción/CAMBIO 22
CANCÚN, QRoo, 23 de mayo de 2025.- La noche en Cancún tiene un rostro siniestro que pocos imaginan. Detrás de luces de neón y música a todo volumen, dos supuestos bares operaban como centros de esclavitud sexual, donde 19 mujeres eran obligadas a vender su cuerpo bajo coerción, amenazas económicas y un sistema perverso de explotación.
La Fiscalía General del Estado de Quintana Roo desmanteló esta red con dos operativos simultáneos en el municipio de Benito Juárez, rescatando a las víctimas y deteniendo a tres presuntos responsables.
Los inmuebles intervenidos estaban ubicados en las supermanzanas 96 y 100, zonas populares de Cancún, donde la clandestinidad y la tolerancia parecen ser parte del decorado urbano.

Uno de ellos se hacía pasar por bar con venta de bebidas alcohólicas; en realidad, era un punto de captación y explotación sexual en el que cuatro mujeres mexicanas eran obligadas a ofrecer servicios sexuales con tarifas que oscilaban entre los mil y mil 500 pesos, de los cuales debían entregar la mitad a los dueños.
Si no alcanzaban una cuota diaria, eran castigadas con multas económicas, una forma de presión que, según la Fiscalía, constituía una “coerción indirecta pero sistemática” para forzarlas a la prostitución.
En ese lugar fueron detenidos Guadalupe “N”, Rafael “N” y Martina “N”, quienes operaban el sitio y controlaban a las víctimas con mecanismos económicos y psicológicos.
Los tres fueron presentados ante el Ministerio Público por el delito de trata de personas en su modalidad de prostitución ajena.

El segundo operativo tuvo lugar en un establecimiento sobre la avenida José López Portillo, uno de los corredores más transitados de Cancún.
Ahí, 15 mujeres—14 mexicanas y una colombiana—fueron halladas en condiciones similares.
No solo eran obligadas a “fichar” con los clientes, sino que también se les imponían comisiones por cada bebida vendida: 600 pesos por copa y 250 por cerveza, con la mitad del ingreso quedando en manos del establecimiento.
La venta de servicios sexuales también estaba controlada, con precios que iban de 500 a mil pesos por encuentro, todo monitoreado por los explotadores.

Los agentes ministeriales encontraron recibos de consumo, libretas con registros minuciosos de pagos, preservativos, ropa interior y otros objetos que confirman la existencia de un esquema empresarial enfocado exclusivamente en la explotación de mujeres, algunas de ellas en situación de vulnerabilidad extrema.
Las autoridades clausuraron ambos inmuebles, que ahora están bajo resguardo judicial mientras avanzan las investigaciones.
De manera paralela, la Fiscalía ha comenzado el proceso de atención integral a las víctimas, quienes recibirán apoyo psicológico, jurídico y social, según informaron fuentes oficiales.
La operatividad de la delincuencia pone nuevamente bajo la lupa la permisividad con la que operan ciertos establecimientos en Cancún, donde la vida nocturna muchas veces sirve como fachada para delitos graves como la trata de personas.

La impunidad, la complicidad y la falta de vigilancia contribuyen a que estas redes se mantengan activas y continúen lucrando con el cuerpo y la dignidad de mujeres que, lejos de encontrar oportunidades, terminan atrapadas en una pesadilla disfrazada de trabajo.
La sociedad y las autoridades tienen ante sí el desafío de desmontar no solo las redes de explotación, sino también los silencios y omisiones que las permiten.
Porque en Cancún, no todas las luces de neón brillan por diversión: algunas ocultan dolor, esclavitud y terror.
redaccionqroo@diariocambio22.mx
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