• Agricultores enfrentan una crisis sin precedentes tras el paso de la Depresión Aislada en Niveles Altos, que ha devastado campos y puesto en peligro la economía rural

 

Redacción/CAMBIO 22

España se encuentra conmocionada tras el paso de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), que ha sido calificada como el peor desastre natural de este siglo en el país. En las comunidades de Valencia, Andalucía y Castilla-La Mancha, las intensas lluvias, acompañadas de granizo y vientos, afectaron no solo las zonas urbanas, sino también al corazón del campo español. Hasta el momento, se cuentan más de cien fallecidos y cientos de kilómetros de terreno arrasados, pero también en la agricultura y la ganadería donde el golpe fue devastador.

Pérdidas totales en la Comunidad Valenciana

En la Comunidad Valenciana, la situación es crítica. Miles de hectáreas quedaron sumergidas por las lluvias y el granizo, afectando campos de viñedo y almendros, y destruyendo por completo la producción de caqui y mandarina. La comarca de Requena-Utiel tiene más de 35.000 hectáreas de viñedos afectadas, y otras 5.000 de almendros están en riesgo de perderse definitivamente. Además, las huertas periurbanas alrededor de Valencia capital sufrieron pérdidas totales. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) alerta que muchas de estas plantaciones podrían morir debido al exceso de humedad si el agua no se retira a tiempo.

Andalucía y Castilla-La Mancha, también afectadas

Los efectos de la DANA no se han limitado a la Comunidad Valenciana. En Málaga, Andalucía, unas 3.500 hectáreas de olivares, cítricos y viñedos fueron gravemente afectadas, mientras que en la Sierra de Alcaraz, en Castilla-La Mancha, alrededor de 4.000 hectáreas de olivos, almendros y viñedos también han sufrido daños. Las granizadas, con piedras del tamaño de pelotas de ping-pong, han arrasado con cultivos enteros en Albacete, donde la destrucción en el sector del olivo ha sido total en algunas áreas. Para estos productores, la situación no solo implica la pérdida de la cosecha de esta temporada, sino una recuperación incierta a largo plazo.

Miles de hectáreas quedaron sumergidas por las lluvias y el granizo, afectando campos de viñedo y almendros, y destruyendo por completo la producción de caqui y mandarina

Infraestructura rural, otra víctima de la tormenta

Además de los cultivos, la infraestructura agrícola fue víctima de daños incalculables. Ricardo Bayo, secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en la Comunidad Valenciana, lamenta que el temporal haya arrasado con caminos, muros, sistemas de riego y almacenes en las zonas afectadas. Estas pérdidas dificultan aún más la recuperación, ya que la logística y la infraestructura son esenciales para el mantenimiento de las explotaciones. En La Ribera, Rubén Cohen, portavoz de Cooperativas Agroalimentarias, explica que la acumulación de agua ha complicado el funcionamiento de los centros de almacenamiento y procesamiento, creando aún más incertidumbre para los productores.

Ante la magnitud de los daños, las organizaciones agrarias solicitaron que se declare zona catastrófica para las áreas afectadas. Aunque todavía es pronto para calcular con exactitud las pérdidas, el impacto económico se perfila como catastrófico, dejando a cientos de agricultores en situación desesperada. La recuperación del sector agrario español podría extenderse por años y dependerá en gran medida de las ayudas y las políticas de recuperación que se implementen.

Fuente: Infobae

redaccion@diariocambio22.mx

VAC/MER

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