Contra la Imposición de un Área Natural Protegida, Ejido Aarón Merino Presenta su Modelo de Desarrollo Sustentable

Miguel Ángel Fernández/CAMBIO 22

CHETUMAL, 24 de septiembre. – En un firme esfuerzo por mantener el control de su territorio y rechazar la imposición de modelos externos, el ejido Aarón Merino Fernández ha presentado su Ordenamiento Ecológico Local Comunitario Participativo (OELCP). Este instrumento, legalmente reconocido por la SEMARNAT, permite a la comunidad regular su propio desarrollo, evitando la implementación de áreas protegidas impuestas desde el exterior, como Áreas Naturales Protegidas (ANP).

Lo anterior porque con el OELCP los ejidatarios desde la visión y el conocimiento local, pueden planificar un desarrollo comunitario y sustentable que responda a sus necesidades y no a intereses ajenos.

El eje central de esta iniciativa es la autonomía del ejido en la gestión de sus recursos y la planificación de su desarrollo. El OELCP surge como una respuesta a la creciente presión por imponer áreas de conservación externas, como las Áreas Naturales Protegidas, sitios Ramsar o Hábitats Críticos, que, no consideran la realidad de los ejidos y responden más a intereses políticos y empresariales.

En este sentido, Roberto Salgado Sangri, presidente del Consejo Comunitario de la Cuenca de la Laguna de Bacalar (CONCLAB), destacó que el ejido Aarón Merino Fernández está demostrando que los ejidos pueden autoregularse y que no es necesario imponer medidas externas para garantizar la conservación.

Esta es una muestra clara de que no requieren ANP ni otros modelos impuestos por políticos y empresarios amparados en organizaciones que, bajo la bandera del ambientalismo, buscan controlar nuestras tierras y recursos hídricos por parte de organizaciones como Amigos de Sian Ka’an.

El OELCP propone una alternativa basada en el conocimiento local y la visión de los ejidatarios, alineando la planificación territorial a largo plazo con los principios de sustentabilidad y conservación voluntaria.

La consultora María Luisa Villarreal, quien trabajó en el diseño del OELCP junto a la comunidad durante cuatro años, explicó que el documento establece áreas destinadas a la conservación y un programa de desarrollo urbano acorde a las necesidades del ejido, sin intervención de actores externos.

El instrumento propone mantener zonas permeables con vegetación y establecer corredores ecológicos y unidades de gestión ambiental (UGA) que permitan la conectividad entre diferentes áreas del territorio, garantizando la protección de los ecosistemas y los recursos hídricos. De este modo, el ejido asegura un desarrollo sostenible, sin necesidad de recurrir a Áreas Naturales Protegidas o modelos ajenos a la realidad comunitaria.

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