Miguel Ángel Fernández/CAMBIO 22

BACALAR, 29 de agosto.- “La laguna de Bacalar tiene un tesoro geológico muy importante, los estromatolitos más extensos del mundo, una especie de fijadores de carbono, transformadores de nitrógeno y liberadores de oxígeno en el planeta” destaca la bióloga Abril Román Larios, quien forma parte de la asociación Agua Clara Ciudadanos Por Bacalar

Añade que, después de 3 mil 600 millones de años en el mundo, estos estromatolitos siguen captando el dióxido de carbono.

La bióloga expone que la laguna de Bacalar posee características que la hacen única, por ejemplo, ser una de las más grandes de la península de Yucatán y es posible navegar a través de una serie de canales, atravesando algunas lagunas, bajando hasta el Río Hondo y llegando a la Bahía de Chetumal.

Sobre sus diferentes tonalidades por los cuales la han denominado la “Laguna de los Siete Colores” explica que el cuerpo de agua tiene muy poca flora marina, lo que genera la transparencia visual.

“Se puede ver la arena blanca que ocupa la mayoría del suelo. La laguna siempre va a ser diferente visualmente porque dependerá del momento, del ángulo del sol, si se tienen nubes o no”, explica la bióloga.

“Tenemos agua dulce, pero es un poco más alcalina que lo normal. Le rodea mucha vegetación; de un lado se tiene el manglar y por otro extremo la selva. Ellos forman una barrera natural que va filtrando la mayor parte de la materia orgánica que podría llegar por las corrientes cuando llueve demasiado”.

Otra de las causas de las tonalidades son las diferentes profundidades, que van desde unos cuantos centímetros hasta casi 25 metros.

Además, explica que, la laguna, se estima, tiene 12 mil años, es decir, desde el último periodo de la era glacial.

 

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

RHM

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