• México el país donde llenamos de catrinas las calles y las casas de altares. Vaya bendición un ritual así en un país con tal historial. Prendemos veladoras para que regresen.

 

Redacción/CAMBIO 22

Acostumbrarnos a las muertes. Vaya riesgo. En este país a punto de ebullecer en forma de elecciones presidenciales se habla de homicidios con dos versiones distintas. Por un lado: los 171 mil 61 homicidios dolosos reportados por las fiscalías desde el 1 de diciembre de 2018 hasta el pasado día de muertos, 2 de noviembre de 2023.

Por otro: los homicidios dolosos que no son tan dolosos porque pues, hay manera de matizarlos, porque tienen que ver con herencias, con gobiernos neoliberales. Esos homicidios que se disculpan entre declaración y declaración que surge desde el oficialismo, como la de junio pasado del presidente Andrés Manuel López Obrador: “Ahora nos dicen ‘qué barbaridad, el gobierno de ahora es el gobierno que tiene más homicidios’, Sí, pero por qué no pones la lámina de homicidios, para que vean cómo nos dejaron el país, porque es una mala herencia en seguridad, pero así nos dejaron salud y así nos dejaron educación. Todo el país estaba en bancarrota, el país estaba inmerso en una decadencia, ni siquiera era una crisis, es una decadencia y por eso frente a una decadencia lo único que debía hacerse era llevar a cabo un proceso de transformación”.

Acostumbrarnos a las muertes

Acostumbrarnos a las muertes. Vaya realidad. Oímos cosas así como las que dice el presidente o declaraciones como la de este 24 de octubre del actual jefe de gobierno Martí Batres “en el lapso que le ha tocado a la fiscal Ernestina (Godoy) estar al frente de la Fiscalía, disminuyó el número de feminicidios en un 34%, ese es el dato más importante. (…)  Tenemos menos feminicidios, más agresores detenidos y vinculados a proceso y más sentencias condenatorias, es decir, menos delitos y cero impunidad. En otras palabras, tenemos menos feminicidios y más feminicidas llevados a juicio y llevados a prisión” y por otro lado nos seguimos encontrando con nombres y casos una y otra y otra y otra vez. No olvidamos a Lesvy Berlín Osorio ni a Debanhi Escobar y tenemos ya en las noticias pendientes por leer la historia sobre el cuerpo de una mujer envuelto en plástico y con signos de violencia que fue hallado en calles de la alcaldía Venustiano Carranza el martes 31 de octubre pasado o del cuerpo de mujer de entre 25 y 30 años de edad que fue hallado con brutales golpes en la cabeza y cuerpo en Ocoyoacac en el Estado de México este 2 de noviembre. ¿Feliz Día de Muertos?

Acostumbrarnos a los muertos. Vaya duelo. Acostumbrarnos a escucharlo y luego contarlo y endulzar el té o seguir caminando: el México nuestro de todos los días con primeros lugares en los rankings mundiales de transfeminicidios, feminicidios. asesinatos de periodistas, de defensores de la Tierra, asesinatos, asesinatos, asesinatos.

México el país donde llenamos de catrinas las calles y las casas de altares. Vaya bendición un ritual así en un país con tal historial. Prendemos veladoras para que regresen.

México: donde prendemos veladoras esperando su regreso a casa mientras afuera, madres, padres, hermanas y hermanos, hijas e hijos, parejas, caminan buscando a las más de 111 mil 500 personas desaparecidas que cohabitan este país contigo que lees esto y conmigo que lo escribo. ¿Hay veladora que ilumine esos caminos? Seguro que sí: ya lo hace.

Acostumbrarnos a las muertes nunca será la salida en un país que nos enseñó a venerarlas.

 

Fuente: La Lista

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