A los Legisladores Ricardo Monrreal y Adán Augusto, les Tocó Hacer el Show Mientras el Gobierno Federal Busca Salidas a la Crisis Nacional

• Necesariamente Incómoda

Graciela Machuca Martínez/ CAMBIO 22

Las supuestas diferencias entre Ricardo Monrreal Ávila, líder de la mayoría de la 4T en la Cámara de Diputados Federales y Adán Augusto López, cabeza del mismo movimiento en el Senado de la República le cayó “como anillo al dedo” al gobierno de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, para distraer a la ciudadanía interesada en la política y a los medios de comunicación, mientras en el mismo Congreso de la Unión se están aprobando una serie de reformas y adiciones legislativas, que a pesar de su mayoría, recibirían mayor atención y serios cuestionamientos por las consecuencias a mediano y largo plazo que tendrán para el país.

Este show, a tres pistas, también busca minimizar asuntos como la falta de pericia del gobierno federal para modular la relación con un soberbio Donald Trump, quien, al menos en el discurso y con algunas nombramientos en su futuro gobierno de siniestros personajes de la derecha estadounidense, llegó como chivo en cristalería.

La fallida operación de las fuerzas federales en Sinaloa, Michoacán, Guerrero y Tabasco, requiere que las lenguas viperinas de Monrreal y López busquen atraer los reflectores, para quitárselos de encima a la Secretaría de la Defensa Nacional, a la Guardia Nacional y a las estrategias puestas en marcha por Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Pública Federal.

El llamado operativo Enjambre iniciado para detener a políticos y policías presuntamente vinculados con el crimen organizado se les está haciendo agua porque la mayoría de los detenidos han trabajado para la diezmada oposición, mientras que morenistas y aliados, con expedientes penales similares no se les está tocando.

Las deficiencias en el proceso de selección de quienes participarán en las elecciones inéditas de personas juzgadoras del Poder Judicial de la Federación (PJF) requiere un manto de protección con los escándalos de dos personajes que han jugado en ligas mayores tanto en el PRI, en el PRD y ahora con MORENA, al lado del expresidente Andrés Manuel López Obrador, por lo que su comportamiento resulta una farsa.

Desde sus orígenes políticos, ambos personajes le saben sacar provecho a la obediencia y a la indisciplina, como lo hizo Ricardo Monrreal cuando se salió del PRI porque no le dieron la candidatura al gobierno de Zacatecas, la cual fue a pelear por el PRD, en la misma época en que le estaban negando la candidatura al gobierno de Oaxaca a José Murat, también por el PRI. Bastó una declaración de Monrreal y del entonces senador perredista Héctor Sánchez López, reconociendo la trayectoria política de Murat, para que el presidente de la república en turno, cumpliera su palabra de hacerlo gobernador.

Tanto Monrreal como López son viejos lobos de mar en la política, por lo que resulta inviable que el pleito sea real, por unos cientos de millones de pesos, cuando sus respectivas carreras políticas les ha dejado multimillonarias fortunas y poder político, que ponen al servicio del presidente de la república en turno; ahora les tocó hacer escándalo para distraer la atención de los verdaderos problemas del país y que hasta el momento, la actual administración, todavía no les agarra el modo para solucionarlos, tomando en cuenta que no quieren reconocer que la actual situación del país es herencia de Andrés Manuel López Obrador.

Desde luego que las irregularidades que ambos se reprochan, forman parte de su forma de operar en la política y prueba de ello es la fortuna de la hija de Monrreal, a pesar de su corta edad, pero su progenitor la hizo legisladora, luego que no pudo imponerla en la delegación Cuauhtémoc de la Ciudad de México; lo que haga o deje de hacer Adán Augusto López con el fondo de mil millones de pesos del Senado de la República, el cual no está sujeto a rendición de cuentas, es cosa menor, si se equipara con el caos que dejó en Tabasco luego de ser gobernador e imponer a su interino.

El gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo va rumbo a cumplir los cien días, pero en estos dos meses y medio se le han presentado severas crisis diplomáticas, las cuales han querido resolver como si fueran asuntos de comisaria, como lo es la detención de El Mayo Zambada, luego de una operación encubierta de los Estados Unidos, para la cual trabajaron integrantes de la familia de El Chapo Guzmán, también preso en el vecino país del norte.

La detención, supuestamente en territorio de Estados Unidos de este personaje del crimen organizado, bastó para que amplias regiones del país, principalmente Sinaloa se convirtiera en un infierno al desatarse la guerra entre dos grupos de la delincuencia organizada, Estados Unidos no requiere invadir a México para que se atiendas sus intereses, basta con prender la mecha, porque México está minado.

El gobierno de México requiere desviar la atención de la opinión pública de los desplantes que ha tenido el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, luego de la primer llamada telefónica con la titular del Poder Ejecutivo de México, a días de haber obtenido el triunfo, de la cual salieron dos versiones, la de Trump y la del gobierno de México. El primero aclaró que su política con respecto a su vecino del sur será de mano dura, la otra versión habló de cortesía y buena vecindad.

El 16 de diciembre Trump anunció que continuará con la construcción del muro fronterizo con México, sin embargo, se quejó que costará “cientos de millones” de dólares más que el primer tramo que hizo en su anterior mandato (2017-2021). Reconoció que la construcción del muro  “se ha encarecido”.
“Es un proceso muy caro, una pared muy cara”, recordó del primer muro, que utilizó el acero. Agregó que la industria de la construcción actual ha mejorado y que es mucho lo que se puede hacer con el hormigón.

En el aspecto legislativo, se busca quitarle la presión mediática a reformas como a la ley del Infonavit, por medio de la cual, el gobierno federal podrá disponer de los recursos del fondo de vivienda para los trabajadores de manera discrecional, para construir vivienda que será entregada a personas que no trabajan, pero si votan por MORENA, mientras que los dueños de esos recursos no podrán disponer de ellos.

redaccion@diariocambio22.mx

AFM/ MA