Han Desaparecido Más de 285 Mil Hectáreas de Selva en la Península de Yucatán
27 Ago. 2024
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Señalan a la construcción del Tren Maya como uno de los principales factores.
Gustavo Guardián/CAMBIO 22
MÉRIDA, YUC., 27 de agosto.- Del año 2019 al 2023, en la Península de Yucatán han desaparecido 285 mil 580 hectáreas de selva, de las cuales 5 mil 610 fueron a causa del mega proyecto Tren Maya, así lo revelan los datos arrojados de la evaluación del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS).
Al respecto, el investigador Edward Ellis, del CCMSS, detalló que, fraccionando la cifra total, son 71 mil hectáreas deforestadas por año, equivalentes a 196 hectáreas de terrenos destruidos a diario, principalmente en los tramos 5, 6 y 7 del Tren Maya, ubicados en Quintana Roo y Campeche.

Asimismo, la evaluación del CCMSS, dio a conocer que, de las tres entidades que conforman la Península de Yucatán, Campeche es el más afectado, pues se han siniestrado 29 mil 281 hectáreas de terreno anualmente en este lugar. Posteriormente le siguen Yucatán, quien muestra un daño anual de 27 mil 519 hectáreas de selva y Quintana Roo con 14 mil 595 hectáreas.
Puntualmente, en Campeche que resulta ser el más afectado por esta situación, se han destruido 117 mil 124 hectáreas de terrenos forestales en los últimos cuatro años, destacando a Holpechén, Carmen, Calakmul y Palizada como los más dañados.
En relación a Yucatán, la cifra de destrucción asciende a 110 mil 077 hectáreas, localizándose a Tizimín, Panabá, Tekax y Sucilá, como los municipios donde la deforestación ha afectado de mayor forma.

En cuanto a Quintana Roo, la evaluación determina que se arrasó con 58 mil 319 hectáreas de terrenos, dañando principalmente a los municipios de Othón P. Blanco, Bacalar, Cancún y Felipe Carrillo Puerto.
Los investigadores también definieron como “impulsores históricos” de la deforestación masiva de selva a los desarrollos inmobiliarios, la agroindustria, la ganadería y el turismo.
En las conclusiones también se incluyó como un factor de destrucción de hectáreas de terrenos al debilitamiento de las instituciones ambientales en México.
“Durante la construcción de mega obras, lideradas por las autoridades federales, se ha limitado la capacidad de las instituciones para cumplir con sus responsabilidades y garantizar el cumplimiento de la ley y de los derechos”, finalizaron.
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