Si Kiev —a juicio de politólogos ucranios— podría satisfacer estas dos exigencias de Moscú, no parece que el Kremlin esté de acuerdo con lo que Zelensky llama “una solución justa” del tema territorial.
El presidente ucranio considera que si sus tropas se repliegan equis número de kilómetros en Donietsk, el ejército ruso tendría que hacer lo mismo, en tanto la parte que Moscú no ha podido ocupar tendría que declararse “zona desmilitarizada” bajo supervisión internacional y sin soldados rusos.

Yuri Ushakov, asesor de política exterior y seguridad del presidente Putin, rechazó de antemano las modificaciones al plan de paz de Trump en su versión original que hayan podido sugerir los ucranios y sus aliados europeos.
En una entrevista a la televisión rusa que se transmitió el domingo anterior, pero que se ve con claridad que se grabó en la ciudad de Ashjabad, Turkmenistán, durante la visita de Putin que concluyó el viernes, Ushakov aseveró: “Creo que la contribución de ucranios y europeos a esos papeles difícilmente pueda ser constructiva (…) y tendremos objeciones muy serias”.
Agregó: “Estamos convencidos de que habrá planteamientos completamente inadmisibles para nosotros, por ejemplo en la cuestión territorial. De este tema se habló mucho en Moscú y los estadunidenses no solo conocen, sino que comprenden nuestra posición. No sé qué saldrá en el papel de esas consultas, pero seguro no será nada bueno”.
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