Refuerzan Acciones para Contener Plagas en Cítricos ante Avance del HLB en JMM

Redacción/CAMBIO 22

José María Morelos, 17 de noviembre. – El municipio de José María Morelos enfrentará una intervención técnica intensiva para frenar el avance del HLB y otras plagas que afectan a la producción de cítricos, luego de que se reportara un agravamiento regional de esta enfermedad en el sureste del país.

En entrevista, Venencio Abán Mejía, representante de Sanidad Vegetal en José María Morelos, informó que entre el 15 y el 21 de este mes llegarán técnicos estatales para realizar un barrido total en las zonas con mayor presencia de cítricos. Señaló que el operativo se coordinará con el gobierno municipal y abarcará áreas lecanizadas, incluidas comunidades como CYB y la zona de Sabán.

El productor explicó que el enfoque principal será el cultivo de naranja y limón, debido a la variabilidad climática que aumenta la presión de plagas. Detalló que brigadas de entre cuatro y ocho personas recorrerán las parcelas para evaluar daños, orientar a los campesinos y aplicar controles adecuados antes de que los vectores se propaguen.

Abán Mejía advirtió que una de las principales preocupaciones es la mosca prieta, por lo que se solicitó apoyo del Comité Estatal para fortalecer las acciones de combate. Indicó que insistirán a los productores en evitar el uso excesivo de agroquímicos, pues estos eliminan hongos benéficos y afectan el equilibrio natural necesario para la resistencia de los árboles.

El también regidor subrayó que el operativo abarcará tanto plantaciones comerciales como traspatios, debido a que estos últimos suelen ser focos de propagación por la falta de control. Explicó que incluso árboles aislados —como limoneros domésticos— pueden convertirse en puntos de contagio si no reciben tratamiento y seguimiento técnico.

Finalmente, destacó que se promoverán métodos de manejo biológico, como aceites vegetales y controles naturales, para reducir el impacto químico en los cultivos. Añadió que el objetivo es fortalecer las defensas propias de los árboles y evitar que un uso indiscriminado de insecticidas derive en problemas más graves a largo plazo, incluida la pérdida de capacidad productiva en la región.

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