🔊 Escuchar la nota

 

 

Redacción/ CAMBIO 22

A empujones sale coronel Othón de la Aduana

Rompe récord audiencia crucista

Baja Banxico la guardia nomás poquito

Mal y de malas, Trump

Ni con la espátula de la disciplina y el rigor militar podía ser despegado del cargo el administrador aduanal, el coronel Octavio Othón López Pérez. Hizo berrinche, pataleta y se pegó con plastiacero a la silla durante varios días.

Para un clavo, obvio, otro clavo. Fue enviado de la Ciudad de México un General de la misma corporación militar, la Guardia Nacional, quien se encargó de aplicar los respectivos solventes disuasivos en la silla de “mi Coronel”, lo separó y se lo llevó al centro del país para ponerlo a disposición de la superioridad.

Rarísimo ese caso. Lógicamente Octavio Othón no se aferró al cargo por su profundo amor a Juárez, como ironizó ayer un alto funcionario de la Fiscalía que suele rematar comentarios de ese tipo con carcajadas que despertarían de madrugada a todos los perros de una colonia.

Más bien el coronel debe haberse acostumbrado al jugo que produce el cargo e inventó situaciones relacionadas inclusive con su integridad física más allá de las existentes para una función de esa naturaleza, siempre vulnerable por todos los intereses en juego, de México hacia Estados Unidos y viceversa.

En resumen, el coronel no se fue, “lo fueron”, debido a que su conducta fue de resistencia a moverse del cargo cuando sus jefes consideraron llevar a cabo la respectiva rotación, también normal para este tipo de casos. Apenas llegó en julio.

De manera interina es mantenido en el cargo desde hace también algunos días, el civil Rafael Buestrostro, quien ha provocado todo tipo de reacciones hacia el interior e inclusive exterior de la Aduana por las mismitas razones, esas de los múltiples intereses.

El sector privado de Juárez y los agentes aduanales vigilan muy de cerca los movimientos en dicha institución a nivel regional porque mucho de su trajín tiene qué ver con tramitología en las garitas internacionales.

Durante martes, miércoles y ayer, fue realizada la tercera audiencia pública del Ayuntamiento de Juárez, en la que fue abordado el anteproyecto del Presupuesto de Egresos 2026 con la participación de 27 dependencias de la administración municipal.

En las instalaciones del audiovisual de Protección Civil, a petición de la Asamblea de Organizaciones de la Sociedad Civil de Juárez, fue organizado el procedimiento previsto en normas estatales de participación ciudadana y transparencia, lo que marca un hito tanto por la cantidad de oficinas municipales involucradas como por ser el único municipio del estado metido de lleno en esta dinámica de audiencias públicas.

Ante la convocatoria, el alcalde Cruz Pérez Cuéllar dio instrucciones para mantener y fortalecer la apertura de la administración, pues ningún otro municipio puede presumir de exponer a cuestionamientos a los titulares de una o dos dependencias de su gobierno, menos a casi 30, como ahora.

El ejercicio que culminó ayer marca un antes y un después en el ejercicio de la promoción de la participación ciudadana, algo que ha pretendido ser el sello de la 4T, que, si bien no deja de ser un riesgo, sí pone muy en alto la vara con la que tendrá que medirse quien ocupe el lugar de Pérez Cuéllar, pues los habitantes ya se acostumbraron a la apertura que maneja el municipio morenista en esta frontera.

Entre las dependencias que resaltan se encuentran la Secretaría del Ayuntamiento, la Dirección General de Obras Públicas, la Coordinación General de Comunicación, la Dirección de Educación, el Instituto Municipal de las Mujeres e incluso al cuerpo de regidores, que también participó en un ejercicio de participación ciudadana sin precedentes en el estado de Chihuahua.

El Banco de México decidió bajar su tasa de interés de referencia en 25 puntos base, para dejarla en 7.25 por ciento. Es un movimiento modesto, pero con la carga simbólica de mantener el ciclo de relajamiento monetario después de los últimos años de dureza inflacionaria.

La decisión, adoptada por mayoría de cuatro votos contra uno, llega en un contexto complicado: la economía mexicana se contrajo en el tercer trimestre, el peso perdió algo de terreno frente al dólar y la inflación general, aunque contenida, no termina de asentarse ni de caminar con mayor firmeza hacia la meta del tres por ciento.

La reducción apenas se sentirá en los bolsillos o los créditos, porque el diferencial entre la tasa de interés y la inflación es amplio; la tasa real, pues, sigue alta.

Evidentemente, el Banco Central mantiene un tono de cautela en su decisión, producto del balance de riesgos que sigue sesgado al alza y el entorno internacional -con tensiones comerciales, conflictos geopolíticos y políticas erráticas desde Washington- no permite cantar victoria.

Con todo, el movimiento coloca a México en sintonía con la Reserva Federal de Estados Unidos, que también recortó en 25 puntos su referencial. Ambas economías parecen coordinarse en el tímido retorno hacia abajo.

No es el tipo de medida que cambie el ritmo del país -y menos de la frontera atada a una dinámica binacional- de un día para otro, pero sí puede reforzar el reconocimiento de que la batalla contra la inflación no puede ganarse a costa del crecimiento.

Un cuarto de punto menos en la tasa no cambia el panorama, pero sí cambia el tono. Y en economía, especialmente en política monetaria, los tonos a veces pesan más que los números.

Esta semana Donald Trump ha estado pasando aceite por las contundentes victorias de los Demócratas en la alcaldía de Nueva York, las gubernaturas de Virginia y New Jersey, además de una redistritación que perjudica al Partido Republicano en California.

El mandatario estadounidense no quiso ver las señales tras las multitudinarias marchas desarrolladas en su contra en las principales ciudades de la Unión Americana, bajo el lema “no more kings”, además de la resistencia contra sus redadas antinmigrantes y su política de aranceles, que también perjudica a la economía interna del país vecino.

El colmo para Trump es que la ciudad más importante de Estados Unidos, Nueva York, la de la Estatua de la Libertad, será encabezada por un migrante musulmán, además socialista tirándole a populista, Zohran Mamdani, a quien desde un principio atacó y quien, por ende, ya le reviró retadoramente en su aparición pública como triunfador.

Tampoco es asunto menor que sean dos mujeres las que ahora gobernarán Virginia y Nueva Jersey: las demócratas y ex oficial de la CIA, Abigail Spanberger; y la ex oficial de la Marina, Mikie Sherrill, respectivamente.

En California, el gobernador demócrata, Gavin Newsom, quien abiertamente se opuso a redadas en Los Ángeles, logró un amplio respaldo para redibujar los distritos electorales. Arrebató la supremacía los republicanos, lo que incidirá en futuros comicios.

Al respecto, vanidoso como es, Trump dijo en una reunión con senadores republicanos que otra cosa hubiera sido sucedido si él mismo hubiera parecido en la boleta. Todo un king.

Intentó minimizar los hechos y acusó a su partido de un mal manejo en las campañas. King y mesías.

Lo más malo para Trump es que esta semana la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos ha estado revisando su política de aranceles. Hay ministros de sus propias filas, es decir republicanos, que se han manifestado en contra.

A Donald no le sirvió de mucho festinar el triunfo de Milei en Argentina cuando su propia casa está que arde. Solo esperemos que no quiera agarrarla contra México. De por sí acá está muy pesado el costal cargado por los mexicanos.

 

 

 

Fuente: Reforma

redaccionqroo@diariocambio22.mx

AFC/RCM