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• El Imperio Invisible de ‘El Fefe’: Cómo Yucatán Fue Coptado por un Cártel sin balas ni plomo”

 

• Captura de Francisco Javier “N”, pone fin a seis años de impunidad y complicidad de autoridades de Quintana Roo y Yucatán

 

• La detención ocurrió “en un día del mes de mayo”, sin una fecha exacta, en un punto de control en la carretera Mérida-Cancún

 

• Así cayó en Yucatán el operador de extorsiones y “turismo criminal” que ingresaba más de 200 millones de pesos al año

 

• Red de corrupción, hoteles fachada y vínculos con cárteles, un imperio invisible de “El Fefe” en la Península de Yucatán

 

Renán Castro Madera/Gabriel Hernández/ CAMBIO 22

El 24 de mayo de 2025 fue capturado Francisco Javier Pool de la Cruz, alias “El Fefe” y/o “El Fantasma”, tras más de seis años prófugo, la detención ocurrió en las afueras del poblado de Catzin Yucatán, durante un operativo coordinado por fuerzas federales y estatales, agentes de la Secretaría de Seguridad Pública de Yucatán, en conjunto con la Guardia Nacional, el Ejército y la Fiscalía General de la República (FGR), tras instalar un puesto de control en la cercanía de la autopista Mérida-Cancún donde lograron identificar al sospechoso.

Francisco Javier “N”, alias “Fefe”, de 36 años, originario del Estado de Tabasco, pero con orígenes en el municipio de Tekax, al sur de Yucatán, sobre quién pesan diversos cargos por los delitos de portación de armas de fuego y explosivos, portación de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército, extorsión, cobro de “Derecho de Piso” y homicidio.
Fué entregado para su puesta a disposición del Juez de Distrito del Centro de Justicia Penal Federal, con sede en Cancún, quién libró la Orden de Reaprehensión.

El detenido, escoltado por elementos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y de la policía estatal, fue trasladado sin incidentes tras confirmarse su identidad y la orden de reaprehensión vigente en su contra.

La detención forma parte de un patrón de arrestos en Yucatán, con al menos tres líderes de agrupaciones criminales detenidos en los últimos 15 días, esto sugiere un “efecto cucaracha”, y confirma que los criminales que operan en Chiapas, Tabasco, Campeche y principalmente Quintana Roo, utilizan el estado de Yucatán para que sus familias realicen “una vida de ensueño”, gracias a la protección que le brindan autoridades y en especial cuerpos de seguridad de los tres niveles de gobierno.

Aprovechando la “pax narca” se instalan en residenciales de lujo para lavar millones de pesos “ensangrentados” y garantizar el desarrollo de sus familias en plena convivencia con lo más granado de la “conservadora” sociedad yucateca.

En Yucatán convive un pueblo pobre con una clase empresarial en la mayoría de los casos “lavando” millones de pesos producto del narcotráfico.

Conviven en fiestas y reuniones de la alta sociedad e inclusive en algunas alternan con autoridades municipales y hasta estatales.

Son los nuevos ricos del pueblo, los cuales “las fuerzas vivas” se disputan la convivencia y los favores de contar entre su círculo intimo de amistades y en algunos casos los convierten en “socios” para lavar millonarias sumas que hoy adornan las grandes ciudades yucatecas con plazas comerciales en el caso de Mérida y de edificaciones al por mayor en diversas ciudades del interior del estado.

Y la historia de “El Fefe” y/o “El Fantasma”, ilustra está modalidad que ha adoptado gran parte del empresariado yucateco a costa de la sangre derramada en entidades circunvecinas.

Hay una nueva conseja popular que circula entre los yucatecos peninsulares:

“Quintana Roo aporta la sangre y Yucatán los beneficios económicos que gozan los narcos”…

Detalles de su detención

Nombre: Francisco Javier Pool de la Cruz.

Alias: “El Fefe” y/o “El Fantasma“.

Organización Criminal: Líder de la banda “Los Pelones”

Delitos Vinculados: Narcotráfico, homicidios, extorsiones, cobro de derecho de piso

Arresto Previo: Detenido el 27 de julio de 2018 en Tulum, Quintana Roo, escapó de la justicia sin fecha precisa.

Lugar de Arresto Reciente: Punto de control en carretera Mérida-Cancún

Fecha de Arresto Reciente: Sin fecha exacta, reportado en junio de 2025)

Autoridades: Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSP) y otras autoridades de seguridad.

Contexto Regional: Vinculado a violencia en Tulum, Lázaro Cárdenas, Playa del Carmen, Benito Juárez (Cancún) en Quintana Roo.

Un Jefe Discreto y Violento en el Caribe Mexicano

Con 36 años de edad y originario de Tabasco pero con amplias raíces en el municipio de Tekax, Yucatán, Francisco Javier Pool de la Cruz, era identificado como líder de plaza de una célula delictiva que operaba principalmente en Quintana Roo.

Fuentes federales lo tenían catalogado como objetivo prioritario por ser uno de los generadores de violencia en la zona norte de ese estado, especialmente en Cancún.

Su modus operandi se caracterizaba por la discreción que durante años hizo uso y que le permitió construir un imperio criminal silencioso, evitando atraer la atención pública mientras extendía sus tentáculos delictivos.

Desde 2018, existía una orden de aprehensión en su contra; de hecho, ese año habría sido detenido por primera vez en Tulum, Quintana Roo, pero inexplicablemente recuperó su libertad poco tiempo después. Se ignora bajo qué argumentos legales salió libre entonces, lo que en retrospectiva apunta a posibles fallas institucionales o corrupción en el sistema de justicia, aquella captura de 2018 registrada en la carretera Tulum-Felipe Carrillo Puerto, cuando se le sorprendió con armas de fuego y droga no bastó para mantenerlo tras las rejas, a partir de ahí, “El Fefe” se convirtió prácticamente en un “Fantasma” para las autoridades, manteniéndose prófugo durante seis años mediante una mezcla de bajo perfil, movimientos calculados y, presuntamente, una red de complicidades policíacas y presidentes municipales yucatecos y quintanarroenses, que le alertaban sobre operativos en su contra.

Pese a su carácter discreto, la red criminal que dirigía ejercía un control férreo en distintas actividades ilícitas de la Península de Yucatán, Francisco Javier “El Fefe” era considerado uno de los principales líderes de “Los Pelones”, una violenta banda surgida años atrás en el entorno del narco caribeño.

Archivos de la dirección general del diario CAMBIO 22, así como Informes del sitio especializado en temas de seguridad, Insight Crime y autoridades locales, explican que “Los Pelones” fueron incubados por el Cártel de Sinaloa, empezaron como escoltas de Edgar Valdez Villarreal “La Barbie” cuando era el “Jefe de operaciones narcas” en el aeropuerto internacional de Cancún, pero hacia 2012 anunciaron una alianza con el Cártel del Golfo, provocando una dura rivalidad con los Sinaloenses que hasta el día de hoy perdura.

Con el tiempo también establecieron vínculos temporales con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), reflejando la dinámica cambiante de lealtades en el mundo criminal.

En Quintana Roo operan numerosos grupos fragmentados disputándose el territorio que alguna vez dominó el Cártel del Golfo y que hoy dominan ampliamente el Cártel de Caborca y el CJNG; además de células como Los Zetas Vieja Escuela, Los Talibanes, La Familia Inzunza, Los Pelones, e incluso organizaciones internacionales como el Tren de Aragua se reparten zonas de influencia.

En ese contexto, “El Fefe” logró posicionarse como un operador clave, tejiendo relaciones con diferentes cárteles mayores (cártel de Caborca, CJNG, Sinaloa y remanentes del Golfo/Zetas) según conviniera a sus intereses.

 

Esta flexibilidad de alianzas le permitió acceder a suministros de droga, armas y protección, mientras mantenía autonomía local para explotar el lucrativo mercado criminal de la Riviera Maya, principalmente.

En Yucatán, ha sido noticia a nivel nacional e internacional por estas capturas, lo que subraya la importancia de la región en la lucha contra el narcotráfico, la presencia de figuras como “El Fefe” resalta cómo los cárteles han expandido su influencia, a pesar de los esfuerzos de debilitamiento reportados por autoridades mexicanas y estadounidenses, como la DEA, que señalan un aumento en la violencia y expansión de estas organizaciones.

Extorsiones, Empresas Fachada y Alcance de su Imperio Criminal

La principal fuente de poder de “El Fefe” y Los Pelones, provenía de la extorsión sistemática en el corredor turístico Riviera Maya, Puerto Morelos (Ruta de los Cenotes) y Holbox, en Quintana Roo.

Su grupo se especializó en el cobro de derecho de piso –la extorsión a negocios a cambio de “protección”– y en la venta de drogas al menudeo en centros nocturnos, bares, restaurantes y hasta hoteles de lujo, de hecho, se les atribuye el sonado asesinato del empresario Federico Mazzoni en 2022, cuando está persona de origen argentino fungía como gerente del club de playa Mamita’s, en Playa del Carmen, por negarse a pagar las cuotas exigidas.

Testimonios locales indican que prácticamente ningún comercio se salvaba: desde pequeños puestos ambulantes hasta grandes discotecas debían pagar sumas mensuales para evitar represalias, las cuotas podían iniciar en montos “moderados” pero aumentaban rápidamente, y la amenaza de violencia era constante.

En Cancún, la extorsión –el “impuesto criminal” que imponen los cárteles– se volvió un fenómeno generalizado al punto de golpear incluso a empresarios prominentes del sector turístico. Organismos de inteligencia estiman que en la última década la práctica se recrudeció debido a la guerra entre grupos: los mismos delincuentes generan violencia y luego venden “protección” a las víctimas en un ciclo perverso.

Un dato alarmante revela la magnitud del problema: más del 97% de las extorsiones en Quintana Roo no se denuncian formalmente; El miedo a represalias no solo de los criminales sino también de autoridades coludidas– mantiene a las víctimas en silencio, según advirtió la Coparmex, esto permitió que redes como la de “El Fefe” operaran con impunidad casi total, llegando a infiltrar la economía local. Investigaciones periodísticas señalan que en la Península de Yucatán los grupos delincuenciales han recurrido a empresas fachada y a la simulación de operaciones comerciales (facturas falsas) para lavar las ganancias de estas actividades, es decir, detrás de establecimientos aparentemente legítimos como compañías de seguridad privada, obras inmobiliarias o proveedores turísticos– se ocultaba dinero ilícito producto de extorsiones, narcotráfico y otros delitos y para ello han incubado en Yucatán diversas empresas para lavar millones de pesos de la mano de gran parte del empresariado yucateco.

De esta manera, “El Fefe” y sus socios podían invertir en negocios locales e incluso obtener contratos gubernamentales menores, mezclando sus finanzas con la economía formal, esta red de blanqueo no solo les enriquecía, sino que también ampliaba su control social, mantenían empleos y colaboraciones en municipios donde luego exigían lealtad o silencio.

La violencia homicida era otro pilar de su poder.

Autoridades de Quintana Roo indican que “Los Pelones” figuraban entre los grupos más sanguinarios de la entidad, igualando en brutalidad a los propios Zetas.

Para consolidar territorios, no dudaban en recurrir a ejecuciones, levantones (secuestros) y ajustes de cuentas contra rivales o contra comerciantes que se resistieran a pagar, se le vincula con por lo menos 20 homicidios cometidos en el estado, muchos relacionados con estas disputas criminales.
Los propios sicarios bajo su mando podían convertirse en víctimas: en 2022, cinco integrantes de Los Pelones fueron detenidos tras asesinar a compañeros de su misma célula, en una purga interna motivada porque algunas víctimas (comerciantes) habían empezado a pagarle a un grupo rival. Así de volátil y despiadada era la estructura que “El Fefe” encabezaba.

Inflitración y Corrupción: el Manto Protector Preponderante

El prolongado periodo en que “El Fefe” eludió a la justicia sugiere que contó con redes de protección corrupta.
En Quintana Roo y Yucatan, su organización habría cooptado a funcionarios de distintos niveles –alcaldes, policías municipales, agentes ministeriales e incluso jueces– para garantizar impunidad.

De entrada, su inexplicable liberación tras su detención de 2018 hace sospechar de la colusión de autoridades judiciales.

No es un caso aislado: en México se han documentado numerosas decisiones judiciales que benefician a presuntos delincuentes.

Entre octubre de 2024 y abril de 2025, el gobierno federal identificó 193 resoluciones de jueces que concedieron traslados, cambios de medidas cautelares o liberaciones indebidas a criminales, resultando en que más de 100 delincuentes peligrosos regresaran a las calles.

Incluso infames capos de Los Zetas, como Miguel Ángel “Z-40” y Óscar “Z-42”, lograron posponer sus extradiciones decenas de veces gracias a tácticas legales y fallos a modo, este patrón de puertas giratorias en los tribunales habría favorecido también a “El Fefe” en su momento, permitiéndole burlar procesos penales.

 

A nivel local, policías y autoridades municipales habrían sido parte del engranaje. La zona norte de Quintana Roo ha enfrentado en años recientes severos escándalos de corrupción policial, con elementos implicados en brindar protección a células criminales.

En Cancún, Playa del Carmen, Holbox y Tulum –donde operaba Los Pelones– se ha denunciado que algunos mandos policíacos “miraban hacia otro lado” ante las extorsiones, ya sea por intimidación o sobornos.

Líderes criminales como “El Fefe” suelen contar con “halcones” dentro de las corporaciones: informantes que les avisan sobre operativos e investigaciones, a cambio de dinero o por lealtades forjadas mediante amenazas, de este modo, la red delictiva se enteraba con anticipación de cateos o detenciones planificadas, dándoles tiempo para replegarse o esconder evidencias.

El control territorial que ejercía “El Fefe” también se extendía a la esfera política local; se habla de vínculos con ciertos alcaldes y funcionarios municipales que facilitaron la obtención de licencias y permisos para sus negocios pantalla, y de autoridades que dilataron denuncias en su contra.

Este andamiaje corrupto fue esencial para que su imperio criminal prosperara sin mayores obstáculos.

Como señaló el organismo empresarial cúpula en el país la Coparmex en un exhorto reciente, el miedo a la reacción violenta de los delincuentes y a la posible complicidad de funcionarios deja a los ciudadanos en la indefensión total, alimentando el círculo vicioso de la impunidad.

No obstante, la caída de “El Fefe” sugiere que ese manto protector comenzó a resquebrajarse.
La coordinación entre la Secretaría de Seguridad federal, el Ejército, la Marina, la FGR y las policías estatales permitió cerrarle el cerco, autoridades han destacado la importancia de medidas simples pero eficaces, como los puntos de control carretero, para detectar a prófugos en tránsito.

En este caso, la detención en un retén de rutina evidencia que ni siquiera los delincuentes más cautelosos están totalmente a salvo, al moverse por las vías federales, “El Fefe” quedó expuesto a una verificación e inmediatamente saltaron las alarmas de su orden de captura.

Omar García Harfuch, titular de Seguridad y Protección Ciudadana federal y estratega tras este operativo– ha criticado abiertamente a aquellos jueces que liberan delincuentes y ha instado a depurar las instituciones para que casos como el del “Fefe” no se repitan.

La desarticulación de las redes de protección es ahora prioridad en la agenda de seguridad, pues sin ellas difícilmente se podría haber mantenido tanto tiempo un criminal de este calibre operando a sus anchas.

El Operativo Final y los Delitos que Enfrentará

El despliegue que culminó en la captura del “Fefe” se realizó sin un solo disparo. Según informes no comprobados, la mañana del jueves 22 de mayo (aunque la noticia se difundió el día 24) el sospechoso viajaba en un vehículo particular por la autopista de cuota Mérida-Cancún cuando fue detenido en un control de rutina.

Los agentes estatales, apoyados por efectivos federales, confirmaron su identidad en el momento gracias a la base de datos de personas buscadas, pues llevaban “seis años tras su pista”.

Al constatar la vigencia de la orden de aprehensión emitida por un juez, procedieron a arrestarlo en el acto.
“El Fefe“ no opuso resistencia y el operativo concluyó de forma limpia y rápida. Inmediatamente después, fue entregado a elementos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la FGR, quienes se encargaron de su traslado vía terrestre hasta Cancún. Allí, en el Centro de Justicia Penal Federal con sede en esa ciudad, quedó a disposición del Juez de Distrito que había librado la orden de reaprehensión en su contra.

Fuentes extraoficiales señalan que durante la aprehensión y las diligencias subsecuentes, “El Fefe” se mantuvo en silencio, consciente quizás de que cualquier declaración podría ser usada en su contra.

Su captura representa el cierre de un ciclo de persecución iniciado en 2018, y el inicio de un complejo proceso judicial que podría extenderse por varios años.

¿De qué delitos se acusa al “Fefe”? La lista es amplia y grave, reflejando la diversidad de actividades ilícitas que encabezó, entre los cargos que enfrentará se encuentran:

• Extorsión y cobro de “derecho de piso” – Imposición de pagos a comerciantes y empresarios bajo amenazas.

• Homicidio calificado, ordenar o ejecutar asesinatos de rivales, deudores y otras víctimas.

• Delincuencia organizada Asociación delictuosa para cometer delitos de alto impacto en forma reiterada.

• Portación de armas de fuego y explosivos Tenencia ilícita de arsenal; incluye armas de uso exclusivo del Ejército mexicano.

Adicionalmente, se le podrían fincar responsabilidades por delitos contra la salud (narcotráfico) y lavado de dinero, dado que su grupo distribuía estupefacientes y manejaba recursos de procedencia ilícita, aunque estos cargos específicos deberán ser confirmados por la Fiscalía en su acusación formal.

Cabe destacar que varios de los delitos imputados como la extorsión y la delincuencia organizada ameritan prisión preventiva oficiosa, por lo que El Fefe permanecerá encarcelado durante el proceso para evitar cualquier riesgo de fuga.

Las autoridades han enfatizado que cuentan con suficientes pruebas y testimonios para obtener una sentencia ejemplar, de ser hallado culpable de todos los cargos, el otrora intocable jefe criminal enfrentaría décadas tras las rejas, poniendo fin a su carrera delictiva.

Continuará…

Primera de Dos Partes

 

 

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