Ya, Que Nos Lleve el Tren
1 Ene. 2025
Miguel Zárate Hernández/ CAMBIO 22
Pues sí, después de todo, lo mejor que nos puede pasar en este año que hoy comienza es que nos lleve el tren. Sí pero el tren que nos llevará a Tlajomulco puesto que, a pesar de sus contratiempos, tardarán acaso unos cuantos meses para que la Línea 4 entre en operación al cien por ciento, incluso con algunas modificaciones en la que estuvo de acuerdo la presidenta Sheinbaum durante su pasada (y primera como jefa de Estado), quien accedió a la construcción de una estación no programada originalmente en la colonia “Artesanos”, para complacer así a la petición de la alcaldesa de Tlaquepaque.
Y las cosas no pararán ahí ya que la presidenta vio con buenos ojos el proyecto que ya trae más que cocinado el gobernador Pablo Lemus, quien le presentó una quinta línea que permitirá, por decirlo así, la unión de los “dos mundos” de la zona metropolitana tapatía, el oriente con el poniente, pasando por el centro capitalino jalisciense. Si, la Línea 4 alentará el desarrollo integral, principalmente en áreas densamente pobladas del vecino Tlajomulco, como Santa Fe y otras más, habría qué imaginar los beneficios de la Línea 5, la que se perfila entre las obras magnas –y útiles–de este sexenio que recién toma el paso. Desde luego que esto en el futuro quizá no sea suficiente, pero hay bases para pensar en que la infraestructura que se está creando para el tren ligero metropolitano definitivamente conducirá a numerosos cambios benéficos en la zona de la metrópoli.
Lemus tiene en mente cambios y mejoras realmente estructurales para conseguir la anhelada meta de contar con un sistema sostenible, para empezar. El tren ligero nació hace ya cerca de cuarenta años con la línea que corre por Federalismo-Colón, única en su tiempo, de norte a sur, o lo que es lo mismo en ambos extremos del periférico. Es decir, vamos casi a década por línea, relativa lentitud que ha impedido frenar el auge del automóvil y la saturación de las principales arterias viales. Además, aunque todo esto ha venido a ser paliado con las rutas de macro bus, todavía se ve insuficiente llegar al anhelo de que para ir al trabajo o a la escuela no sea tan indispensable el uso de vehículos particulares, y la verdad la incorporación de los híbridos y los eléctricos no resuelve los problemas de saturación vial. De manera que la mejor forma, ahora sí que aquí o en China, para resolver el problema del transporte masivo sigue siendo la de trenes citadnos y subterráneos. Para Guadalajara y sus municipios aledaños el tren ligero es lo mejor (dentro de las posibilidades económicas) que nos pudo suceder.
Pablo Lemus no cejará en este propósito, máxime que ya recibió el primer visto bueno de parte de la mandataria nacional para concluir la Línea 4 a mediados de este año y, tal vez más relevante todavía, la plena disposición para que se lleven adelante los estudios que conducirán a la quinta línea mencionada, todo ello sin pasar por alto la importancia de que siguen adelante los planes para aumentar el servicio de autobuses articulados incluso en avenidas que no cuentan por ahora con la posibilidad de un trazo de confinamiento, como de hecho está sucediendo ya con éxito en López Mateos hacia el sur de la ciudad. Tendrán que sumarse “macros” y habrá que seguir sosteniendo al transporte urbano convencional, con todo y que tenga que apoyarse su viabilidad a base de algunos subsidios, como lo será en este 2025 con las líneas de camiones, sobre todo para no causar ya mayor merma a la economía popular que seguirá disfrutando de una taifa sin incremento.
Lo más relevante es que, a juzgar por los primeros proyectos y planes que están poniéndose sobre la mesa, este gobierno estatal está siendo sumamente realista en cuanto a la necesidad de continuar con acciones de transporte. Claro, también habrá que atender una infraestructura en obra pública destinada al flujo vehicular que de manera casi súbita se ha ido incrementando en los últimos años, al grado de que se requieren medidas paliativas temporales como los cambios de flujo (cosa que se hace en muchos países del mundo según los horarios pico), y no cabe duda de que será indispensable realizar algunos puentes y pasos superiores o inferiores en distintos cruces que no permiten ya otra forma de resolver el volumen de automóviles que nos agobia, especialmente a determinadas horas y días.
Sabemos que el tema de movilidad y transporte es extraordinariamente complejo, lo cual exige una toma de decisiones de gran nivel. Pablo Lemus está asumiendo ese reto y para fortuna nuestra todo indica que contará con respaldo federal para lograrlo.
Fuente: Milenio
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