¿Y en EU No Producen? Los Laboratorios se Mudan de Culiacán
11 Feb. 2025
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No solo México enfrenta la amenaza de Donald Trump, sino también Canadá, quien fue descubierto como otro país productor del opioide
Redacción / CAMBIO 22
El municipio de Culiacán poco a poco deja de ser el epicentro para la producción y tráfico de fentanilo, pues no sólo los laboratorios clandestinos tienen meses mudándose a otros estados de la república mexicana, sino que Canadá se ha convertido en uno de los principales productores de esa droga, incluyendo los precursores para fabricar fentanilo.
“Los están moviendo para Baja California y Sonora, porque aquí hay mucho gobierno, pero también por la prohibición”, dijo la fuente consultada, cercano a ambas facciones del cártel. La presión entre los diferentes grupos criminales ha ido en aumento, pues ya son semanas que elementos castrenses les han localizado y destruido laboratorios donde se produce fentanilo, y les han asegurado grandes cantidades de pastillas, incluso, en diciembre pasado, la Marina incautó al norte de Sinaloa el que, hasta el momento, es el decomiso más grande de pastillas M30, en México: más de una tonelada.

Pero eso no habría sido suficiente para el gobierno de Estados Unidos, luego que funcionarios federales de ese país anunciaran el viernes pasado imponer aranceles de un 25 por ciento a México, luego que “fallaran en detener la producción y tráfico de fentanilo a ese país”. “El presidente Trump implementaría este sábado 1 de febrero aranceles del 25 por ciento sobre México, y del 25 por ciento sobre Canadá”, porque “han fallado para detener el tráfico de fentanilo que se distribuye en nuestro país, y que ha matado a cientos de miles de estadounidenses", dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, el viernes pasado”.
El temor del gobierno mexicano se cumplió. Y no bastaron los decomisos de fentanilo, en polvo y en píldoras, ocurridas en los últimos meses en Culiacán y otros municipios de Sinaloa. Tampoco fue suficiente que el ejército y la Marina localizará y destruyera al menos 26 laboratorios de fentanilo localizados en diferentes partes del estado. Ni el decomiso más grande de fentanilo en la historia de México, casi un millón de pastillas de fentanilo. Pero nada de eso fue suficiente.
Fue el subsecretario de Estado de Estados Unidos, en asuntos internacionales de narcotráfico, Todd Robinson, quien vendría a echar más leña al fuego, luego que anunciara que México no tiene un compromiso verdadero para acabar con el tráfico de drogas, y eso influyó para que el gobierno de Estados Unidos procediera a aumentar aranceles. “México no ha dedicado los recursos suficientes en la lucha contra el fentanilo, y hay una falta de voluntad por parte del gobierno mexicano para atender este problema”, dijo Robinson.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, durante la conferencia de prensa realizada ese mismo viernes por la mañana dijo que su administración ya estaba “preparada desde hace meses”. “Siempre vamos a mantener el diálogo, es fundamental en la relación entre México y el Gobierno de los Estados Unidos, y hay esta mesa de diálogo, y tenemos plan A, plan B, y plan C”, señaló la mandataría, aunque sin precisar en qué consistían esas otras opciones.
Raúl Hinojosa-Ojeda, catedrático de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA), dijo que este aumento en los aranceles será un duro golpe para México, pero también afectará a los Estados Unidos. “Quién realmente paga ese arancel es el importador, pero al ver que el costo de sus productos aumenta, la empresa importadora la va a pensar dos veces, y va a terminar buscándolo otros mercados, o bien, aumentándolo al consumidor, generando una mayor inflación; entonces todo mundo resulta afectado”, explicó Hinojosa-Ojeda.
Canadá, el otro país en la mira de Trump
México no es el único país donde el presidente estadunidense, Donald Trump tiene la vista puesta. También Canadá se convirtió en “el otro jugador”, que produce grandes cantidades de fentanilo, y por ello el gobierno estadunidense aumentó los aranceles también a ellos. “El fentanilo que llega a través de Canadá es enorme, pero el que llega a través de México también es enorme, y mientras tanto están matando gente y destruyendo familias”, ha reiterado Trump en repetidas ocasiones.

Apenas el pasado noviembre, en Burnabi, de la provincia Columbia Británica, al oeste de Canadá, el gobierno federal de ese país, desmanteló el laboratorio clandestino de fentanilo más grande en la historia de esa nación, donde no sólo procesaban fentanilo, sino también los precursores con que los fabricaban, superando así todos los esfuerzos hechos por los diferentes grupos asociados al Cártel de Sinaloa, que habían intentado producir precursores. Según una investigación hecha por este semanario junto al diario estadounidense New York Times, se entrevistaron estudiantes de química que revelaron cómo habían sido reclutados por operadores del Cártel de Sinaloa para experimentar fórmulas que les permitiera la manufactura de precursores para producir fentanilo, y ya no depender de empresas farmacéuticas chinas, de dónde importaban por diferentes medios los precursores.
Autoridades del gobierno de Canadá suponen, sin embargo, que los narcotraficantes canadienses habrían aprendido de los cárteles mexicanos que operan en ese país, particularmente gente asociada al Cártel de Sinaloa. La DEA dijo desconocer si el Cártel de Sinaloa estaba vinculado con las personas que operaban el laboratorio de fentanilo en Burnabi, aunque sí han identificado a Ryan Wedding, un exatleta que representó a Canadá en los Juegos Olímpicos de Salt Lake City en 2002, como líder de una red internacional de narcotráfico, y quien supuestamente estaría ligado a operadores del Cártel de Sinaloa.
“Este canadiense ha desencadenado una avalancha de tráfico y crímenes violentos, incluidos asesinatos, lo cual muestra cómo Wedding, el atleta olímpico, pasó de recorrer pistas sobre hielo a llevar una vida de crímenes”, dijo en un comunicado Matthew Allen, agente de la DEA, a cargo de la división de Los Ángeles. Gente asociada al Cártel de Sinaloa, a quien este reportero consultó, dijo desconocer sobre Wedding, aunque reconoció que ellos sí tienen vínculos con narcotraficantes de Canadá, a quienes envían fentanilo, cocaína, y metanfetaminas. “Esto es un negocio, y nosotros les enviamos lo que nos piden; sea sintética, perico o hielo”, dijo la persona consultada.
Fuente: Río Doce
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