• Afluencia récord provoca caos vial, sobrecupo en conciertos y fallas logísticas que cuestionan la capacidad operativa de la nueva administración.

 

  • Expositores, ganaderos y familias denuncian desorden, pérdidas económicas y una feria “fría” bajo una gestión que operó sin el antiguo comité especializado.

 

 

Renán Castro Hernández/ CAMBIO 22

La Feria Yucatán Xmatkuil 2025, el evento ferial más grande del sureste mexicano, se celebró este año en un contexto especial, fue la segunda edición organizada íntegramente bajo la administración del Gobernador Joaquín “Huacho” Díaz Mena, sunque el evento es un motor económico vital, la edición de 2025 al frente del Instituto Promotor de Ferias (IPFY) registró jornadas de afluencia masiva e histórica, consolidándola como un acontecimiento multitudinario sin precedentes.

No obstante, esa misma afluencia vino acompañada de diversos problemas operativos y logísticos graves que van desde el colapso vial hasta la escasez de servicios generando críticas generalizadas que han puesto en tela de juicio la capacidad de gestión de esta nueva etapa estatal.

El segundo fin de semana de la feria marcó un pico histórico de visitantes, más de 421 mil personas en un solo día, cifra que superó por mucho las expectativas y saturó completamente el recinto. Cientos de familias reportaron entre 3 y 4 horas de espera para poder salir del área de Xmatkuil, ya que los accesos y salidas vehiculares colapsaron bajo el tráfico.

La noche del domingo 16 de noviembre, las autoridades se vieron obligadas a cerrar temporalmente las entradas debido a que no cabía “ni un alfiler” más en los estacionamientos ni en las zonas peatonales.

En redes sociales, numerosos asistentes expresaron su frustración, calificando la situación como un “caos” y evidenciando una falta de previsión por parte de la organización.

  • Caos vial en los accesos: Las vías de entrada y salida quedaron totalmente saturadas, con vehículos detenidos por horas y rutas bloqueadas, lo que dejó a miles de visitantes atrapados dentro y fuera de la feria sin alternativa. Videos difundidos mostraron largas filas de autos inmóviles y familias que optaron por caminar en la oscuridad junto al periférico de Mérida para poder retirarse.

  • Fallas de logística y transporte: La saturación expuso debilidades en la logística, no se implementaron flujos de salida escalonados ni asistencia vial suficiente, el transporte público autorizado resultó insuficiente, provocando que muchos tuvieran que esperar más de una hora por un camión o taxi para regresar a casa.

  • Problemas de seguridad en eventos masivos: La aglomeración no solo afectó vialidades. En conciertos multitudinarios dentro de la feria también se reportó sobrecupo y descontrol. Durante la presentación de la banda internacional Air Supply, por ejemplo, el recinto lució abarrotado más allá de su capacidad real, con seguridad insuficiente para el número de asistentes. En redes, el comentario generalizado fue que se “volvió a jugar con fuego”, recordando que solo la suerte evitó una tragedia –similar a un incidente ocurrido el año pasado en un concierto de Don Omar ante un evidente exceso de boletos vendidos.

  • Distribución y señalización de espacios: Varios visitantes también señalaron que la distribución de los espacios dentro del recinto ferial fue poco funcional. Hubo confusión para ubicar atracciones y recorridos poco fluidos en pasillos atestados de puestos comerciales. La ausencia de algunas atracciones gratuitas familiares que eran tradición en ediciones previas contribuyó, según comentaron algunos, a que el ambiente se sintiera más frío y desorganizado de lo habitual.

Los organizadores, por su parte, atribuyeron la situación a un lleno histórico inesperado, de acuerdo con la Coordinación de Seguridad de la feria, el cierre de los accesos fue un “protocolo preventivo” ante la saturación total de los estacionamientos, buscando supuestamente garantizar la seguridad de todos.

Asimismo, reconocieron la paciencia del público y el trabajo del personal de seguridad que extendió su labor hasta altas horas para asistir a los visitantes.

No obstante, el contraste entre esta postura oficial y los testimonios de los asistentes es notable, lo vivido esa noche distó mucho de ser una operación controlada, lo que dejó dudas sobre la capacidad de respuesta de la coordinación de la feria ante contingencias de gran magnitud.

Sin comité ferial: Cambios en la coordinación y operación

Otro factor clave que distingue a la edición 2025 es la desaparición del Comité Estatal de Feria que tradicionalmente se encargaba de la planeación logística.

En años anteriores, la organización de Xmatkuil contaba con un comité especializado que trabajaba codo a codo con expertos del área ganadera, asociaciones de criadores de ganado de registro y responsables técnicos de distintas áreas para coordinar cada aspecto del evento.

Este año, ese órgano colegiado dejó de operar, y la gestión de la feria recayó en una nueva estructura administrativa del gobierno estatal.

La coordinación general está ahora bajo la responsabilidad del Instituto Promotor de Ferias de Yucatán (IPFY), al inicio de la actual administración fue designado como titular el C.P. Alberto Basulto Soberanis, quien funge como director general del organismo.

Este cambio implicó, en la práctica, que muchas de las decisiones organizativas se tomaran sin la participación directa de los veteranos conocedores de la feria.

Por ejemplo, la muestra ganadera, que es el origen histórico de Xmatkuil, no contó con la misma interlocución de líderes del sector como en el pasado.

De hecho, los ganaderos percibieron que fueron “dejados fuera de la fiesta”, según se comenta en círculos locales, al no ser incorporados plenamente en la planeación del evento.

Reportes periodísticos han señalado que la nueva cúpula organizadora llegó acompañada de personas ajenas al equipo tradicional de la feria.

Empresarios cercanos al ámbito de los espectáculos taurinos y figuras vinculadas políticamente habrían tomado las riendas de áreas clave. Incluso se menciona un posible conflicto de interés, ya que el director de Ferias adjudicó a su propia empresa la organización de ciertos espectáculos (como la fiesta brava y el palenque) dentro de Xmatkuil, en otras palabras, “gente ligada” a nuevos grupos de poder sería ahora quien controla las operaciones de la feria más importante de la región, en contraste con el modelo anterior más plural y técnico. Este cambio de timón despertó incertidumbre sobre si la experiencia y conocimientos acumulados en décadas pasadas se estaban aprovechando o si, por el contrario, se desdeñaron en esta edición.

Las críticas hacia la Feria Xmatkuil 2025 no provienen solo de observadores externos, sino de la propia vivencia de asistentes y expositores.

Visitantes afectados por el caos vial y la aglomeración no dudaron en manifestar su molestia, varios coinciden en que nunca habían visto una situación similar:

“Fue un abuso, una total falta de organización”, comentó indignado más de un visitante tras pasar horas atascado.

La sensación general fue de enojo e impotencia al ver cerradas todas las vías de salida sin información clara ni personal suficiente que orientara a la multitud.

Del lado de los expositores, especialmente del ramo ganadero y comercial, hay igualmente decepción.

Un expositor veterano con más de 20 años participando en Xmatkuil afirmó que por primera vez la feria se sintió “fría, sin atracciones gratuitas para las familias, sin vida y sin ventas”, sus palabras reflejan el desencanto de quienes esperaban que la nueva administración impulsara el evento sin perder su esencia.

No solo faltó ambiente; también faltaron ingresos.

Varios ganaderos reportan ventas prácticamente nulas en lo que va de la feria, a pesar de la anunciada asistencia récord, tras 11 días de actividades, esos expositores acumularon principalmente pérdidas económicas, debiendo cubrir gastos diarios alimentación y cuidado de animales, pago de personal, etc. cercanos a los $8 mil pesos, sin recuperar la inversión.

Para el sector pecuario, la edición 2025 ha sido “una de las peores ferias” en términos de resultados, lo cual resulta paradójico considerando las “cifras históricas” de taquilla que difunde la organización.

Los comerciantes y artesanos pequeños también han expresado en privado que la afluencia no se tradujo en mayores ventas, posiblemente porque el público enfrentó dificultades para recorrer cómodamente todas las áreas o porque los espectáculos de pago concentraron la atención.

En contraste, las arcas de la feria sí reflejan ganancias significativas para los organizadores: tan solo en los primeros 10 días se estima que ingresaron alrededor de 68 millones de pesos por concepto de boletaje y estacionamiento (monto al que se suman las rentas de locales y derechos de piso cobrados a los participantes). Esta brecha entre la experiencia del expositor y los ingresos de la feria alimenta la percepción de que la nueva administración habría privilegiado el negocio por encima de la calidad en la experiencia ferial para todos.

¿Está la nueva administración a la altura de un evento de esta magnitud?

El balance de esta primera Feria Xmatkuil bajo la nueva gestión plantea una pregunta central:

¿Cuenta el actual equipo organizador con la capacidad operativa y de planeación necesarias para un evento de tal envergadura?

La feria de Xmatkuil no es un acontecimiento ordinario; tras cinco décadas de historia ha evolucionado de una simple muestra ganadera local a un megafestival cultural, comercial y agropecuario que abarca 77 hectáreas y atrae a cerca de 3 millones de visitantes cada año. Coordinar una feria de estas proporciones demanda profesionalismo, experiencia y una cuidadosa anticipación de recursos logísticos, algo que este año se puso a prueba con resultados mixtos.

Por un lado, la nueva administración logró convocar a multitudes, manteniendo a Xmatkuil como un polo de atracción popular, se implementaron algunas novedades, como la venta de boletos y espacios de estacionamiento en línea, con miras a modernizar la experiencia de acceso.

Asimismo, se diversificó la oferta de espectáculos con artistas de renombre nacional e internacional, lo que sin duda aportó al interés masivo del público, estos esfuerzos muestran intención de innovación y continuidad en la grandeza del evento.

No obstante, los errores organizativos evidenciados ya sean atribuibles a inexperiencia, improvisación o decisiones desacertadas dejaron en entredicho la capacidad de reacción y planificación del nuevo equipo.

El descontrol observado en la noche de mayor asistencia reveló la urgencia de replantear protocolos y realizar mejoras de infraestructura para atender una demanda creciente. La falta del antiguo comité asesor se notó en detalles cruciales: la logística de movilidad, la supervisión de seguridad en aglomeraciones, la integración de las áreas tradicionales (ganadera, artesanal, gastronómica) con el resto de la feria, e incluso en la comunicación con el público en situaciones de contingencia.

Lejos de un ánimo de señalar culpables exclusivamente, las críticas buscan que se tomen medidas correctivas, como coinciden muchos visitantes y participantes, lo ocurrido en Xmatkuil 2025 debe servir como un llamado de atención a las autoridades para garantizar que la llamada “feria del pueblo” siga siendo un espacio seguro, organizado e incluyente, y no una travesía caótica que se prolongue hasta la madrugada entre embotellamientos e incertidumbre. Esto implica reforzar la planeación integral desde estudios de aforo y vías alternas, hasta la colaboración con expertos en cada rubro (seguridad, ganadería, espectáculos, transporte) que puedan aportar soluciones prácticas.

En conclusión, la edición 2025 de la Feria de Xmatkuil ha sido un parteaguas que expone tanto el enorme potencial del evento bajo una nueva visión, como los serios desafíos que conlleva su operación. La nueva administración enfrenta ahora la tarea de estar a la altura de las necesidades de una feria que es orgullo de Yucatán y del sureste mexicano.

Sólo mediante la autocrítica y ajustes puntuales aprendiendo de los tropiezos de este año se podrá asegurar que en futuras ediciones el crecimiento en asistencia vaya acompañado de una organización eficiente y una experiencia grata para todos, público, expositores y comunidad en general, la grandeza de Xmatkuil, forjada a lo largo de 50 años, merece nada menos que eso.

Con información del Sistema de Noticias CAMBIO 22

Videos: GBI noticias y Telesur yucatán

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