Manuel Andrade Díaz
2022 dejo muy rápidamente de ser el Año de la Esperanza y la Recuperación, de los buenos deseos y de las expectativas de cambio para mejorar y recuperar el tiempo perdido en dos años de Pandemia.
Enero arrancó con una cuesta cruel y México y Tabasco estamos viviendo el Tsunami que todo mundo predijo, anuncio pero nadie quiso ver.
Esta semana volvimos a las cifras de miles y miles de contagios de Covid en México, con números que hacía meses no se presentaban.
Hablamos de más de 100,000 contagios en los últimos cuatro días, un comienzo de año complicado que además, lo habíamos advertido no se con cuantos meses de anticipación ni cuantas voces.
Y recuerdo que comente que a riesgo de parecer pesimista, aguafiestas o catastrofista y que esperaba estar equivocado en mis apreciaciones, que ya anticipaba y venía hablando de esto desde hace mucho semanas, porque tenía ya muy claros indicios de que la situación con Ómicron iba ser realmente muy muy complicada.
Tuvimos semanas para anticiparnos, además tuvimos el tiempo para preparar esta llegada con una población mucho más y mejor protegida; hablamos en esos días de que debía de acelerarse la vacunación, vacunar a los niños a partir de los 5 años como está pasando en todo el mundo; que los hospitales se prepararan para recibir a los infectados; que hubieran suficientes pruebas; que se vacunara nuevamente al sector salud en primer lugar, a los maestros en segundo, y que se hicieran campañas de concientización más efectivas y NO SE RESTRINGIERAN HORARIOS, sino que se SUPERVISARA MEJOR EL FUNCIONAMIENTO DE BARES, Antros, Transporte, supermercados, y al contrario se ampliaran los horarios de funcionamiento para reducir la frecuencia y evitar los congestionamientos.
En lugar de eso se perdió el tiempo y la realidad es que ya sabíamos que la situación iba a ser muy grave y es exactamente lo que está pasando ahora.
Ómicron hay que dejarlo muy claro, NO ES UN SIMPLE GRIPITA, está matando menos gente proporcionalmente a los contagios de otras variantes pero esta no es una característica propia del virus.
Es decir, no es que el virus en si tenga alguna propiedad o característica que la haga ser una enfermedad menos agresiva que la variante delta o la alfa o previas variantes, lo que pasa es que esta variante se acaba de topar con poblaciones ya vacunadas y nos vacunamos precisamente para disminuir la pérdida de vidas, para disminuir el número de gente que muere cuando se contagia por Covid 19 y para eso las vacunas son altamente efectivas.
Ómicron llega una población en México donde solo el 57% tiene esquemas dobles de vacunación y entonces por eso se ven menos defunciones por el momento.
Pero la gente necesita entender con mucha claridad varias cosas:
🔺Quienes no están vacunados van a padecer un cuadro de COVID tan severo con OMICROM como el que hubieran parecido con Delta con Alfa con gama o con cualquier otra variante.
Este discurso de qué de alguna forma es más leve, más llevadera y que no complica la salud y por lo tanto no hay de qué preocuparse, es un discurso muy irresponsable, porque si nos asomamos a ver a los países que ya llevan más tiempo que nosotros siendo acometidos por los contagios de Ómicron, podemos ver que tienen las hospitalizaciones completamente disparadas.
Canadá ya rebasó todos sus picos de hospitalizaciones, Estados Unidos está reportando más de 125,000 hospitalizaciones diarias, Francia, Italia, España, Reino Unido; es decir, esto está pasando en todos los países que están siendo afectados por la ola de contagios de Ómicron. Se están saturando sus hospitales.
Además, se están quedando sin personal Médico, porque también estos se están contagiando y no hay quien cuide, quien atienda y en el caso de México, ¡!quien vacune!!
Entonces, si todos estos países que acabo de mencionar tienen una cobertura más amplia de vacunación que México, y están teniendo estas crisis de infectados, de hospitalizados y de bajas en el personal Médico, por lógica debemos de esperar como mínimo que ocurra exactamente lo mismo que en esos países, aunque me temo que de forma un poco más severa porque tenemos menor cobertura de vacunación.
Las hospitalizaciones y las defunciones son directamente proporcionales al número de vacunas aplicadas, en dobles dosis y refuerzos.
La estrategia tiene que ser diferente, el gobierno tiene que pensar muy bien los pasos a dar, y sobre todo pregonar con el buen ejemplo; no como el Presidente que cada día se muestra más indolente, soberbio e ignorante.
Sin cubre bocas, sin guardar reposo, sin dejar de reunirse con otras personas, diciendo que es una gripa leve, que solo le arde la garganta y que se la está curando con vaporrub y con limón y miel de abeja, y caricias.
Lo más importante: necesitamos cada uno de nosotros poner responsabilidad personal, familiar y social a nuestros actos.
Tabasco no puede ser otra vez el epicentro de la Pandemia en Mexico, no debemos darle la razón a quienes nos ven como necios, como animales que no entendemos, que nos cuidamos y que lamentablemente enseñamos con esa actitudes el cobre o la ignorancia en que está sumido el Tabasqueño.
Cuídense y que todo sea leve.
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