Violencia Familiar, un Problema que Persiste en Quintana Roo: 14 Vinculados a Proceso en la Última Quincena del Año
31 Dic. 2024
Redacción/CAMBIO 22
CANCÚN, Q. Roo, 30 de diciembre .- Mientras los delitos de alto impacto siguen marcando la agenda de inseguridad en Quintana Roo, las autoridades judiciales cerraron el año con una serie de vinculaciones a proceso relacionadas con violencia familiar, un problema menos visible, pero igualmente preocupante.
Entre el 13 y el 27 de diciembre, 14 personas en diversos municipios del estado fueron imputadas por este delito, según informó la Fiscalía General del Estado (FGE).
La lucha contra la violencia familiar
En el municipio de Othón P. Blanco (Chetumal), se registraron ocho de los casos. Entre los imputados se encuentran Ángel Gabriel “N”, Jonathan Manuel “N” y Cristhian Iván “N”, quienes enfrentan acusaciones por presuntos actos de violencia en agravio de víctimas con identidad reservada.
A estos individuos se les impusieron medidas cautelares, como la prohibición de contacto con las víctimas y tratamientos psicológicos obligatorios.
En Solidaridad, José Luciano “N” y Adolfo “N” fueron procesados por violencia familiar, con agravios hacia una pareja sentimental y un menor de edad, respectivamente.
Ambos permanecerán en prisión preventiva mientras avanzan los procesos en su contra.
En Benito Juárez, donde se encuentra Cancún, se imputó a Víctor Manuel “N” y Alexandre “N” por casos similares.
Aunque uno recibió medidas restrictivas, como evitar determinados lugares, Alexandre “N” fue enviado a prisión preventiva.
En Felipe Carrillo Puerto, Jesús Gilberto “N” y Wilbert Alejandro “N” también fueron vinculados a proceso, enfrentando restricciones de convivencia y comunicación con las víctimas.
Un problema en la sombra
La violencia familiar sigue siendo un desafío complejo para Quintana Roo.
Aunque no alcanza los titulares de los delitos de alto impacto, su persistencia refleja una problemática social de fondo.
Organizaciones civiles y expertos destacan la necesidad de reforzar políticas de prevención, atención psicológica y trabajo comunitario, además de una justicia pronta y efectiva para las víctimas.
¿Es suficiente la respuesta judicial?
Si bien las acciones de la FGE demuestran avances en el combate a la violencia familiar, algunos ciudadanos y analistas cuestionan si estas medidas son suficientes frente a un problema que parece ser sistémico.
Las estadísticas revelan que muchos de estos casos están relacionados con dinámicas culturales y sociales profundamente arraigadas que requieren intervenciones más integrales.
El cierre del 2024 deja en evidencia que, aunque se avanzan en procesos legales, la tarea de erradicar la violencia familiar en Quintana Roo sigue siendo un reto que demanda mayores esfuerzos colectivos.
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RHM