Denuncian Abusos del Secretario de Seguridad Pública Estatal en el uso del Helicóptero para Asuntos Privados
23 Jul. 2025
-
El uso discrecional de aeronaves representa un gasto considerable para el erario
Ricardo Jesús Rivas / CAMBIO 22
CHETUMAL, 23 de julio. – El capitán de navío Julio César Gómez Torres, titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Quintana Roo, enfrenta señalamientos internos por el uso recurrente del helicóptero oficial para traslados que no siempre responden a funciones operativas. De acuerdo con denuncias provenientes de la propia corporación, Gómez Torres realiza hasta ocho viajes mensuales, algunos vinculados a reuniones oficiales, pero otros con fines personales, como desplazamientos a la capital del estado para recibir servicios privados, entre ellos cortes de cabello en instalaciones de la corporación.
Estas prácticas llaman la atención por su incongruencia con el discurso de austeridad y cercanía que la administración estatal promueve en materia de seguridad pública. Mientras la base policial enfrenta carencias de equipo, patrullas y condiciones laborales precarias, la cúpula de la corporación mantiene privilegios que generan un mensaje contradictorio hacia dentro y fuera de la institución, en un momento en que se reclama eficiencia y uso responsable de los recursos públicos.

El uso discrecional de aeronaves representa un gasto considerable para el erario, y revela una cultura de privilegio profundamente arraigada en los mandos navales que encabezan la corporación. Estos excesos se producen en un contexto de descontento creciente por las condiciones de trabajo impuestas al personal operativo, que incluyen jornadas extenuantes y carencia de apoyos básicos para el cumplimiento de sus funciones.
La falta de explicaciones por parte de la Secretaría de Seguridad Ciudadana sobre estos señalamientos alimenta la percepción de opacidad y refuerza el malestar en la tropa. En un estado donde los desafíos en materia de seguridad son constantes, el contraste entre el sacrificio cotidiano de los policías y el uso personal de recursos oficiales por parte de sus superiores amenaza con profundizar la crisis de confianza hacia las instituciones encargadas de proteger a la ciudadanía.




















