‘Viaje Infinito’, la Megaescultura que Podría Cambiar la Vida de un Pequeño Pueblo Cubano
12 Abr. 2023Redacción/CAMBIO 22
En medio de una zona alejada de las urbes, colmada de plantas invasoras como el marabú y abandonada durante al menos, tres décadas emergería una carretera en forma de infinito con un kilómetro de longitud, 200 metros en su parte más ancha y construida a partir de los recursos propios del artista y el empleo de materiales innovadores.
“Una obra que traduce ese eterno viaje representa una experiencia o un recorrido que no te lleva a ningún lugar y no tiene comienzo o final. Tuve que reactivar 49 hectáreas y desde hace unos ocho años impulso la compleja ejecución de esta autopista que sigue las medidas internacionales e incluye un puente divisorio de una vía y la otra”, aseguró Prieto a Sputnik.
La difícil situación económica presente en la nación caribeña los obligó, por ejemplo, a prescindir del acero en la construcción del viaducto. Tambien fue la excusa para usar cemento de bajo carbono LC3, desarrollado por científicos cubanos, 15% más económico que los conglomerantes tradicionales y cuya producción emite un 35% de dióxido de carbono menos a la atmósfera.
“El proyecto se fue de mi lógica como artista e incorpora multiplicidad de visiones, pues siempre una escultura se muestra en un espacio limitado dentro de un museo. Aquí entro en la realidad, en un paisaje, modifico el sentido del lugar y recontextualizo un escenario para el arte. La puesta en marcha de esta metáfora de repetición cíclica también constituye una experiencia vital”, refirió.
A juicio de Prieto, la materialización de este “sueño en camino” supone una responsabilidad social con el entorno y los habitantes, donde el arte resulta el motor para el progreso y la activación económica de un área netamente agrícola.
“Tendrá vida propia y surgirán plazas para el intercambio, a partir de lo científico, cultural y agroforestal”, afirmó.
La sostenibilidad del programa comunitario tiene como centro la generación de nuevos empleos y la extensión del acceso a la cultura. El proyecto comprenderá un escenario destinado a eventos nacionales e internacionales y conciertos, un cine, anfiteatro, cafetería y cabañas de hospedaje para turistas locales y foráneos.
“Nací bastante cerca del lugar, a unos kilómetros, en el medio del campo y sin casas alrededor, con poblados pequeños a unos cuatro o seis kilómetros. Ahora, trabajamos con los campesinos del lugar, ellos nos ayudan en la limpieza y eliminación del marabú, la promoción de un programa agroecológico y forestal y un paisajismo estético y funcional”, explicó.
De manera simultánea, emprenden la resiembra con árboles frutales y maderables, “lo cual tributará además a una economía circular y al pensamiento sobre una agricultura contemporánea“, a partir de la iniciativa de los propios residentes de los alrededores quienes contribuyeron con plantas. “Creo que ya el lugar comienza a pertenecer y depender de todos“.
La evolución de esta escultura monumental que nació como el dibujo de un ocho sobre un papel y hoy tiene un porcentaje alto de terminación está marcada, además, por la investigación de los estudiantes, la conexión con las universidades de la región y el vínculo con diseñadores, arquitectos e ingenieros.
“Soy muy optimista y pienso que en dos años el proyecto estará concluido completamente, si bien dependerá de circunstancias asociadas con el combustible, los materiales y la frecuencia de las lluvias. Subimos un escalón a la vez y ya descubrimos, por ejemplo, un valle maravilloso donde edificamos un mirador”, expresó.
Ubicada en las inmediaciones del kilómetro 340 de la Autopista Nacional, la obra, desde lo metafórico se identifica con todo tipo de público, pues “hemos tenido como experiencia salir de nuestro punto de origen, cambiar a otras formas, maneras de pensar, climas, idiomas y amigos, habla de los ciclos de la historia y cómo se repiten las pandemias y las guerras. Simboliza, igualmente, un recorrido por esas vivencias personales hasta lo colectivo, social y político“.
¿Quién es Wilfredo Prieto?
Wilfredo Prieto vive y trabaja en La Habana, pero sus orígenes provienen de un pequeño campo en Sancti Spíritus, “alejado de los demás y en mi propia soledad“. Lo llevó a descubrir el camino del arte y a la búsqueda de soluciones y contenidos visuales.
Durante su formación como artista en la Universidad de las Artes (ISA), entre 1998-2002, integró el colectivo de artistas Galería DUPP (Desde Una Pragmática Pedagógica) y mereció el Premio de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura para la Promoción de las Artes en el 2000.
Por aquella época, los numerosos proyectos internacionales lo llevaron a casi “vivir dentro del museo o la galería, tenía una especie de taller 4X4 que me acompañaba a todas partes. Mi estudio era una libreta o un ordenador, y los espacios donde surgían las ideas eran los autobuses, trenes, aeropuertos y aviones“.
Sus piezas formaron parte de numerosas exposiciones de arte nacionales e internacionales, como la prestigiosa Bienal de Venecia, en Italia. Distinguen entre sus numerosas muestras: Speaking Badly about Stones, en el Museo de Arte Contemporáneo de Gante, Bélgica (2014); Error de sistema, en el Museo de Arte Contemporáneo de Zulia, Venezuela (2015) y Ping-pong cuadrícula, en el Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana, Cuba (2015).
“La realidad y los elementos cotidianos son la inspiración fundamental de mis creaciones, desde una escala sutil, pequeña o imperceptible hasta una dimensión urbanística o gigante. Creo en la libertad de la expresión de los recursos a partir de una visión conceptual y formal, y en la diversidad absoluta, y defiendo la autonomía de cada obra”, concluyó Prieto.
Fuente Sputnik
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