Vecinos de la Colonia Solidaridad Luchan Contra el Ruido de la Iglesia María Auxiliadora

► A pesar de los múltiples intentos de diálogo con los encargados de la iglesia, los residentes señalan que no se ha encontrado una solución duradera

Ricardo Jesús Rivas/ CAMBIO 22

CHETUMAL, 12 de diciembre. – En la colonia Solidaridad un problema perturba la paz de sus habitantes, el excesivo ruido proveniente de la iglesia María Auxiliadora. Vecinos de la zona expusieron su frustración y descontento debido a la constante emisión de sonidos altos y pirotecnia explosiva por parte del centro de oración.

A pesar de los múltiples intentos de diálogo con los encargados de la iglesia, los residentes señalan que no se ha encontrado una solución duradera. Aunque en ocasiones el volumen de las bocinas se reduce, esta medida es temporal, y pronto el ruido vuelve a intensificarse, perturbando la cotidianidad de la colonia.

Este problema no solo es un inconveniente menor, pues afecta significativamente la vida diaria de los habitantes. Los ruidos fuertes y la pirotecnia no solo molestan, sino que también tienen un impacto negativo en niños, ancianos y mascotas, especialmente perros, que son altamente sensibles a los estruendos.

Los vecinos describen cómo el ensordecedor ruido interfiere con sus actividades cotidianas, impidiéndoles descansar o disfrutar de momentos familiares en tranquilidad. La situación se ha tornado tan grave que muchos consideran el ruido como una perturbación insoportable.

Lo más preocupante de esta situación es la aparente falta de acción por parte de las autoridades locales. A pesar de que el problema persiste desde hace varios años, los intentos de los vecinos por buscar una intervención oficial han sido en vano. Esta inacción genera una sensación de desamparo y frustración entre los afectados.

Vecinos de la Colonia Solidaridad hace un llamado urgente a las autoridades para que intervengan y busquen una solución que armonice el derecho de la iglesia a realizar sus actividades con el derecho de los vecinos a disfrutar de un ambiente tranquilo y libre de ruidos nocivos. La esperanza de los residentes es que se llegue a un acuerdo justo y sostenible que beneficie a todas las partes involucradas.

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