“Publiquen lo que quieran y retírense… Ustedes vienen a señalar, a decir… Realmente no me preocupan… Vayan y pidan mi cambio con el gobernador… Córranle, vayan”. Palabras externadas el miércoles por Isaac Aguayo Roacho, quien se ostenta como vicefiscal de la Zona Sur de Sinaloa.
Vituperios a una treintena de periodistas de Mazatlán que le pedían responder lo básico de otro tema que conmociona a la ciudad que la propaganda oficial intentaba mantener con una imagen razonablemente blanca hasta hace no tanto.
La grosería no es lo significativo, pues en Sinaloa los funcionarios dicen sin consecuencias lo que sea. Tampoco lo es la ignorancia petulante de Aguayo Roacho al mandar a los periodistas con un gobernador que, se supone, no tiene jerarquía ninguna sobre él.
Lo sobresaliente del desplante es el tono fastidioso con que trató de desembarazarse del caso en cuestión, que ahora lo marcará: el secuestro, hace un mes, de dos mujeres en el estacionamiento de un centro comercial. Una de las mujeres, Herminia Guadalupe Rivera (53 años), es esposa del periodista Rafael Covantes.
Los periodistas se retiraron, por lo pronto. De las dos mujeres nada se sabe. Tampoco del joven de 21 años Carlos Emilio Galván, desaparecido en el bar Terraza Casino de esa ciudad 75 días atrás. Vayan y…