Urge Ampliar el Programa “Sembrando Vida” a Comunidades Olvidadas Como Polyuc, Señalan Pobladores
23 Jun. 2025
Redacción / CAMBIO 22
José María Morelos, 23 de junio. – Mientras que programas federales como “Sembrando Vida” continúan aplicándose en distintas regiones del país con el objetivo de promover el trabajo en el campo y reforestar áreas degradadas, comunidades de la zona maya como Polyuc permanecen excluidas de estos apoyos, a pesar de su vocación agrícola y el esfuerzo diario de sus habitantes por sostener a sus familias.
Armando Balam, originario de Polyuc, expresó su inconformidad con esta exclusión y lamentó que, por razones que aún no se aclaran, su comunidad no haya sido considerada para recibir los beneficios del programa. “Aquí no hay Sembrando Vida, no hay Procampo. El comisariado ejidal puede testificar que no hay ni un solo beneficiario. Es uno de los pocos ejidos donde simplemente no llegó nada”, comentó con tono firme.
De acuerdo con Balam, apenas cinco o seis personas del ejido vecino de Polyuc están inscritas en Sembrando Vida, a pesar de que la comunidad cuenta con alrededor de 150 ejidatarios. Muchos de ellos, señala, son adultos mayores y campesinos que han trabajado el monte toda su vida, pero hoy no tienen acceso a incentivos para seguir produciendo.
El poblador hizo un llamado enérgico a los tres niveles de gobierno —federal, estatal y municipal— para que volteen a ver a la zona maya y no solo se concentren en el desarrollo de la franja turística. “Los mayas también trabajamos el monte, también merecemos esos apoyos. Muchos hombres aquí se levantan cada día a buscar el sustento para su familia, pero pareciera que los programas están más enfocados en beneficiar a las mujeres. Y está bien, pero los hombres también lo necesitamos”, declaró.
En Polyuc, como en muchos otros ejidos, el trabajo agrícola sigue siendo el principal medio de vida. Sin embargo, sin acceso a programas como Sembrando Vida, los productores se enfrentan a un panorama cada vez más difícil: sin apoyos, sin herramientas y sin acompañamiento técnico, el campo continúa debilitándose.
La comunidad espera que esta situación cambie pronto y que se les incluya en las políticas públicas que pretenden fortalecer el desarrollo rural. “No pedimos privilegios, pedimos equidad. Queremos trabajar la tierra como siempre lo hemos hecho, pero con respaldo”, concluyó Balam
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