UNAM Aclara El Uso De Hormonas En La Producción De Pollos

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Descubre si es un mito o no el que a los pollos criados especialmente para consumo humano les inyectan hormonas para crecerlos o engordarlos, según la UNAM.

Redacción/ CAMBIO 22

¿Qué tan real es el uso de hormonas en los pollos?

¿Sabías que nuestro país es el consumidor número uno de huevo de gallina en el mundo, con casi una caja por persona al año; también comemos de 30 a 32 kilos de carne de pollo en ese lapso, ya que es la más barata y accesible para la población?

La carne de ave carece de grasa entre las fibras musculares, es proteína altamente digestible y es fuente de vitamina B3, hierro, ácido fólico y otros nutrientes necesarios para la buena salud del cuerpo humano.

Además, México está ubicado en el top ten mundial de los productores de carne de pollo y huevo, con el sexto y cuarto lugares, respectivamente, según datos publicados por la UNAM.

Pilar Castañeda, académica de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la misma institución universitaria, explicó que uno de los factores que ha hecho que la avicultura crezca a ese nivel es la tecnificación. La de aves es la producción pecuaria que más tecnología emplea, tanto que es posible colocar vacunas a nivel embrionario con ayuda de robots.

La Dra. Castañeda enfatizó que los pollos son altamente eficientes en la transformación de grano en carne, ganando peso rápidamente para su comercialización, sin la necesidad de utilizar hormonas. Además, el elevado coste de estas sustancias las hace impracticables para su uso en este tipo de industrias.

Por lo tanto, la especialista de la UNAM asegura que es un mito el uso de hormonas inyectadas para provocar el crecimiento de estos animales para el consumo humano.

Asimismo, en un ciclo de vida largo de esta ave (10 semanas), no habría tiempo suficiente para que las supuestas hormonas inyectadas a los pollos tuvieran efecto, así que su empleo no reportaría beneficio alguno.

Para finalizar, la catedrática añadió que “la gente cree que el pollo que consumía hace 30 o 50 años es igual al de ahora, pero hoy estas aves expresan todo su potencial genético gracias a factores como la nutrición, un programa de medicina preventiva, instalaciones adecuadas y alejadas de zonas habitacionales, fábricas y otro tipo de explotaciones pecuarias, con bioseguridad y un ‘vacío sanitario’ (estricta limpieza)”.