• La Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo (CDHEQROO) ha retrasado la realización del Protocolo de Estambul.

 

Ricardo Jesús Rivas/ CAMBIO 22

CHETUMAL, 3 de agosto. – Liliana vive un infierno en la tierra tras ser acusada falsamente, detenida, torturada y encarcelada por la fiscalía general del Estado de Quintana Roo, entonces Procuraduría General de Justicia, por el homicidio de un hombre en 2013. La injusticia sufrida ha marcado su vida de manera irreversible.

La Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo (CDHEQROO) ha retrasado la realización del Protocolo de Estambul, un instrumento crucial para documentar la tortura que sufrió. Además, en el momento de su detención, el personal de la CDHEQROO fue omiso al no registrar las lesiones evidentes que presentaba, lo que podría haber evitado que pasara casi cuatro años en prisión injustamente.

A pesar de haber recuperado su libertad, Liliana no ha recibido ninguna compensación ni disculpa por parte del Estado por el daño causado. Vive con el estigma social y las secuelas físicas y psicológicas de la tortura a la que fue sometida, enfrentando diariamente las consecuencias de una justicia que le falló.

El caso de Liliana resalta las graves fallas en el sistema de justicia y derechos humanos en Quintana Roo, y la urgente necesidad de cambios reales para prevenir que otras personas sufran el mismo destino. Cabe mencionar que sus torturadores, ya fueron reconocidos, pero hasta el momento siguen libres y trabajando para la fiscalía general del Estado.

 

redaccion.cambio22@gmail.com

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