Una Parte de la Delincuencial Carrera Policiaca del Comandante Reyna, Brazo Operador del Ex Fiscal Montes de Oca
5 Ene. 2025
Redacción / CAMBIO 22
La última semana de diciembre la falsa noticia de la detención de Roberto Damián Hernández Reyna, el “Comandante Reyna”, se desperdigó por medios digitales y redes sociales como una “verdad” contundente. Aunque las versiones eran variadas, todas aportaban supuestos detalles sobre la detención de quien fuera el “súper policía” del ex fiscal Óscar Montes de Oca Rosales.
Hernández Reyna fue traído a Quintana Roo desde el inicio de la administración de Óscar Montes de Oca Rosales, designado fiscal general en diciembre de 2018. Hernández Reyna ingresó formalmente a nómina en junio de 2019 con el cargo de Director y un sueldo quincenal de 4 mil 346 pesos y una compensación 16, mil 889 pesos; esto es, oficialmente ganaba 21 mil 235 pesos quincenales.
Pero el Comandante Reyna no llegó solo, de “avanzada” llegó su hermano, Adrián Hernández Reyna, contratado en enero de 2019 como agente de la policía ministerial con un sueldo quincenal de 4 mil 925; un salario injustificable para abandonar la Ciudad de México, pero así lo hizo, por “amor a Quintana Roo”.
El Comandante Reyna también trajo a su esposa, Ahidde Guadalupe Garnica García, contratada como perito, en junio de 2019, con un sueldo quincenal de 6 mil 783 pesos.
Desde que llegó a Quintana Roo, Roberto Reyna se hizo visible e hizo sentir su poder como el operador de los asuntos de interés del fiscal general Óscar Montes de Oca Rosales.
Sin embargo, esa notoriedad le valió ponerse en el foco rápidamente. En poco tiempo se supo que Roberto Damián Hernández Reyna, junto con Gustavo Alberto Caballero Torres, detenido en enero de 2023, operó el Centro de Espionaje de Miguel Ángel Mancera, cuando fue jefe de gobierno de la Ciudad de México.
EL “SÚPER POLICÍA” QUE TORCIÓ SU CAMINO
En el año 2000 Roberto Damián Hernández Reyna ingresó a la entonces Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, y ya aspiraba a convertirse en un “súper policía”. Desde sus inicios fue reconocido por su “destacada” labor, en esos primeros años; incluso de manos del entonces Jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador recibió su reconocimiento. Y con frecuencia era referente como un elemento policiaco destacado, así sucedió cuando fue Jefe de Grupo adscrito a la Fiscalía para la Seguridad de las Personas.
Pero el “Comandante Reyna” no tardó en perder el buen camino.
Hernández Reyna estaba adscrito a la PGJDF en la delegación Gustavo A Madero. Allí conoció e hizo una amistad entrañable con el hoy procesado Gustavo Alberto Caballero Torres, con quien formó su “equipo”.
A la llegada de Miguel Ángel Mancera Espinosa como Jefe de Gobierno de la Ciudad de México (2012-2017), la pareja delictiva Reyna-Caballero se posicionó.
Por su “desempeño”, el Comandante Reyna fue designado jefe de la Fiscalía de Secuestros, y Caballero Torres fue nombrado director de Técnicas y Tecnologías, tras su regreso de España a donde fue enviado por la institución para recibir capacitación sobre espionaje y otras técnicas cibernéticas.
SEÑALADO POR EXTORSIONES Y SECUESTROS
Ya para entonces la dupla estaba entregada a otras actividades. Como Jefe de Secuestros a Roberto Damián Hernández Reyna se le inició una investigación porque fue encontrado en flagrancia extorsionando a traileros a bordo de la unidad que tenía asignada, la número 2590. Pero el hábil Reyna pudo continuar con su “trabajo” sin ningún problema, y las investigaciones en su contra quedaron en el olvido.
En junio de 2019, justamente el mes en que llegó a Quintana Roo, circuló en redes sociales un texto dirigido a Bernardo del Campo Diaz Barreiro, ex Jefe de la Policía de Investigación en el que denuncian las actividades de Reyna Hernández:
En diciembre de 2018 se inició una investigación en contra del Comandante Reyna por peculado y violación de la comunicación privada. El 26 de julio de 2021, ya cuando Reyna Hernández controlaba la operación en la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo, recibió un citatorio como imputado para comparecer. El citatorio está firmado por el agente ministerial Irán Aquino Solis, hoy pieza clave en el proceso que se sigue en contra de Gustavo Caballero por espionaje y otros delitos.
Pero Roberto Damián Hernández Reyna no compareció ni la justicia se empeñó en perseguirlo, pues gozaba de toda la protección de Óscar Montes de Oca Rosales y del entonces gobernador, Carlos Manuel Joaquín González.
El “cariño” del Comandante Reyna por Quintana Roo lo mantiene viviendo en Cancún, en un condominio de lujo, con bajo perfil y administrando, con prestanombres, su fortuna mal habida en sus años de servicio como “súper policía”.
Por su parte, su hermano, Adrián Hernández Reyna, se fue de Quintana Roo; regresó al Estado de México, donde tiene un despacho, y da clases… También anda muy activo en la política al cobijo de la diputada federal de MORENA, María Guadalupe Román Ávila.
Fuente: Periodismo en Colectivo
GAVC / AGF