Una Lloradita y a Seguirle

• Descubre en la FILIJ el refugio cultural para infancias y jóvenes en tiempos difíciles. Actividades gratuitas, libros y momentos para cambiar perspectivas.

Redacción/CAMBIO 22

 “Llega un momento en el que ya no se sabe qué pensar, en el que ya no se puede más”

En los últimos días, ¿no han sentido por momentos que los ojos se les hacen lluvia? Hay demasiadas situaciones que nos saturan el pensamiento, sobrepasan el día a día y apachurran el corazón.

Motivos no faltan para no dejarse caer en la desesperanza, y eso es una carga tremenda que con todas las herramientas a nuestro alcance como las charlas con les amigues, pareja y compañeres de trabajo tratamos de desahogar; a veces se puede una salida al cine, ver algo en plataformas, cenita o fiesta en la que el traguito y convivencia nos distraen, pero en el caso de las infancias, les adolescentes y jóvenes que dependen de nosotres, esos adultos atormentados, el panorama es tremendo y desolador.

Por eso es fundamental hacer esfuerzos por salir de la rutina y echar mano de la cultura como ese salvavidas con perspectiva de cambio. Tengo clarísimo que hay muchas situaciones y condiciones que no facilitan las cosas, pero podemos buscar la manera, ya que si nos ponemos demasiado pesimistas, el futuro que se les avecina no parece demasiado alentador y, siendo sinceros, ¿qué herramientas les estamos brindando para enfrentar y confrontar lo que se viene?

Escribo esto con la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil en mente, evento que arrancó en el Bosque de Chapultepec y que llega a su edición 41 con una serie de actividades para niñas, niños y niñes a partir de 0 años. Serán mañanas, tardes y casi noches de caminar entre títulos de más de 70 sellos editoriales, pero si acaso el monedero no soporta un gasto más, no se desanimen ya que hay actividades gratuitas como presentaciones, conciertos, talleres y todas enmarcadas en un escenario insuperable.

Es posible darle la vuelta a esos momentos de angustia, se los aseguro, en mi caso me armaba una bolsa de sándwiches, agüita de Jamaica en la cantimplora y junto con mi hija nos lanzábamos a la aventura de la FILIJ, era verla correr, convivir con otres niñes, descubrir temas nuevos, aprender una nueva canción, llenarse de lodo las manos, ser libre, casi como me tocó a mí con mis hermanas cuando salíamos con la palomilla a andar en bici por el barrio, íbamos a las tortillas o a jugar al parque.

Hay demasiado dolor en el ambiente, miedo a malas experiencias y peligros que acechan, es comprensible y, lo peor, no son los únicos, dejarlos en casa con el iPad, computadora o celular no es la forma más segura, por eso es importante reforzar la convivencia y tener espacios de diálogo en temas que les interesen, les generen duda y un libro es el detonante perfecto.

La FILIJ estará hasta el 20 de noviembre en la primera sección del Bosque de Chapultepec con un horario de 10:00 a 19:00 horas, la entrada es libre y pueden aprovechar para armarse un tour por los museos de la zona, les recuerdo que los domingos la entrada es libre, también en el circuito se encuentra el Complejo Cultural Los Pinos que cuenta con diversidad de actividades y opciones artísticas y culturales.

En caso de que quieran sumar a la experiencia el espíritu de solidaridad y empatía, en la FILIJ han instalado un centro de acopio en solidaridad con Acapulco. Podrán donar libros infantiles en buen estado y así sembrar la semilla de crear comunidad; díganme romántica, pero es posible a partir de las pequeñas acciones crear un cambio y, mientras eso sucede, una llorada y a seguirle…

Fuente: La Lista

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