• Las reuniones frecuentes entre políticos y narcotraficantes ha quedado evidenciada en una carta que le hizo llegar El Mayo Zambada a través de su abogado a los medios de comunicación.

 

 

Renán Castro Madera/CAMBIO 22

La pregunta surge de manera directa; ¿La Detención de El Mayo Zambada fue Producto de Una Traición? ¿O fue un pacto entre México y Estados Unidos para “Jubilarlo”?.

El fundador y líder del Cártel de Sinaloa, ha involucrado en la trama de su “traición” al gobernador de Sinaloa y deja entrever los posibles vínculos de su gobierno con esta poderosa organización criminal.

Y no son cualquier cosa, son implicaciones directas al gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya en asuntos de narcotraficantes que desembocaron en la caída del poderoso capo.

Zambada García, habla de la ejecución del diputado federal y ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Héctor Melesio Cuen, en el mismo lugar en dónde fue aprehendido por Joaquín Guzmán López.

Habla también de que lo acompañaba a la hora de su aprehensión el comandante de la Policía Judicial del Estado, José Rosario Heras López, quien hasta hoy permanece en calidad de desaparecido.

Y la sola presencia de este funcionario policíaco en la escolta personal de “El Mayo”, evidencia que en esa entidad como en otras tantas a lo largo y ancho del país, la participación de altos jefes y efectivos en los grupos del crimen organizado.

Esta demostración de complicidad, abunda las sospechas de la conversión de varias entidades en verdaderos narcoestados y que el fenómeno del narco ha transformado lo que calificaban de siempre como un conflicto social a un control pleno de bastos territorios que incluye a todas las Fuerzas vivas de decenas de comunidades a lo largo y ancho del país.

Hoy, no sólo dominan a la clase empresarial , su intervención en el pasado proceso electoral confirmó el manejo del que hacen uso hasta de la clase política para imponer candidatos a presidentes municipales, legisladores y hasta gobernadores.

El narco se ha apoderado de gran parte del poder político en un gran número de entidades, en dónde desde los altos mandos militares y que incluye a gobernadores, obedecen a grupos criminales predominante en la zona.

Esconden la extrema violencia en un pacto tácito, tanto para no “calentar la plaza”, como para vender una imagen de gobierno pacificador y de esa foema obligan a la sociedad incluyendo medios de comunicación a callar y esconder el Alto grado de violencia que padecen.

Es la ley del “aquí no pasa nada”, es la norma impuesta por los verdaderos dueños del poder, los altos jefes del narcotráfico que someten a sus alumnos más adelantados, la clase política dominante.


Además dominan el Poder Judicial, Imponen a los altos mandos en las corporaciones policiacas y hasta se dan el lujo de manejar consorcios empresariales a través de sus subordinados.

Pese a la negación del gobierno de México se ha confirmado que hoy los carteles mantienen el dominio pleno de más del 50% del territorio mexicano.

Y el ejemplo más contundente es el que describe Ismael Zambada García, en la carta dada a conocer por su abogado Frank Pérez, quien plasma el sometimiento de la clase politica sinaloense a los intereses del también llamado cártel del Pacifico. La carta de El Mayo, confirma que hoy y desde hace varios años los criminales Imponen autoridades a su gusto y conveniencia, además de manejar a la totalidad de la clase política como lo plasma en la misiva en dónde explica como se han sentado a negociar con ellos para “la pacificación y buen desarrollo de su estado”.

Y parece ser, que no es la primera ocasión en la que participaba en ese tipo de negociaciones, pues era tanta la confianza y el dominio ejercido que lo hizo abandonar su escondite en la sierra de Durango y Sinaloa y dirigirse al lugar del encuentro con tan sólo cuatro guardias.

Esta muestra de confianza y seguridad para acudir a tan importante cita confirma su influencia y control sobre la clase política sinaloense, tomando en cuenta su confianza para acudir sin mayor protección pese a ser un hombre escurridizo por lo que nunca en su vida criminal había sido detenido por cuerpo de seguridad alguna.

Únicamente sus propios aliados pudieron haberlo entregado de resultar cierta la versión que narra y que ha dado a conocer a medios su abogado Frank Pérez.

Su historia no podría terminar de otra forma, traicionado por su propia estirpe amalgamadas con la clase gobernante de Sinaloa, en dónde el poder omnipotente y durante varias décadas fue ejercido por él y su compadre Joaquín Guzmán Loera.

Las versiones que pueda proporcionar el gobernador Rubén Rocha Moya, sobre el caso resultará poco significativa de resultar cierta la versión de El Mayo Zambada y que la misma quede asentada en el Juicio al que ya está siendo sometido en los Estados Unidos.

De lo contrario podríamos estar presenciando la jubilación de un líder histórico del narcotráfico en el mundo.

Esto es y sin conceder; se puede suponer que la traición y entrega de Ismael “El Mayo” Zambada, podría tratarse de una “jubilación obligatoria” por parte de ese grupo del narcotráfico y los propios gobiernos de Sinaloa y Gobierno Federal de México al igual que los Estados Unidos.

O Simple y sencillamente han acordado otorgar a Iván Archivaldo Guzmán Salazar y sus hermanos Los Chapitos, el control total de ese importante cártel y gran parte de las operaciones criminales en más de 20 entidades de México y en gran parte de Asia y Europa.

En estos momentos El Mayo Zambada, ha dejado de significar una pieza importante en el accionar y el manejo de los destinos del cártel del Pacífico, por cierto el más consentido de los últimos cuatro sexenios en México.

Aunado a ello se ha comprobado que el Cártel de Sinaloa es el dominante de los grupos criminales tanto en Asia como en Europa y eso disminuye el poderío de la facción de El Mayo Zambada, ante el crecimiento de Los Chapitos, quienes se han convertido en los más rentables a la hora de entregar sobornos a las autoridades en turno, tanto de México como Allende las fronteras.

Por ello cuando han pasado dos semanas desde la intrigante detención del capo más buscado del mundo, Ismael Zambada García, El Mayo, a manos de Estados Unidos, el propio narcotraficante, histórico líder y fundador del Cártel de Sinaloa, ha explicado en una carta pública transmitida por su abogado las circunstancias de lo ocurrido.

El Mayo apuntala una de las líneas de investigación que abrimos desde el primer momento: que había sido objeto de un engaño por parte de Joaquín Guzmán Lopez, uno de los hijos de El Chapo Guzmán, para acabar siendo entregado a los agentes del FBI y la DEA.

“En esta declaración proporcionaré los hechos verdaderos que sucedieron aquel día”, detalla Zambada en el comunicado, sobre lo ocurrido el 25 de julio pasado. “No me entregué, fui secuestrado”, confirma El Mayo.

Zambada explica que fue convocado a una reunión en la que se iban a tratar las diferencias entre el gobernador de Sinaloa y el ex alcalde de Culiacán sobre el nombramiento del nuevo rector de la universidad sinaloense, un encuentro al que, según afirma, iba a asistir Iván Guzmán, otro de los hijos de El Chapo. El organizador del encuentro fue el citado Joaquín Guzmán López.

El Mayo explica que llegó a un rancho a las afueras de Culiacán y le pareció todo normal, pues allí vio al ex alcalde Héctor Cuen y también a Joaquín, “al que conozco desde que era un niño”. Allí llegó con su personal de seguridad hasta que le dirigieron a una sala “a oscuras”. “En cuanto puse un pie dentro de esa habitación, me tendieron una emboscada. Un grupo de hombres me asaltó, me tiró al suelo y me puso una capucha de color oscuro en la cabeza. Me ataron y me esposaron y me obligaron a meterme en la caja de una camioneta”, relata.

Desde ese lugar, señala el capo ahora en prisión, y tras agredirle, le trasladaron a una pista de aterrizaje de las inmediaciones de Culiacán, para subirlo en un avión.

En el mismo, según dijo, se encontraba Joaquín Guzmán López, que le retiró las bridas.

Solo estaban los dos y el piloto. Tras unas dos horas y media de vuelo aterrizaron en El Paso (Texas), donde le esperaban los policías de Estados Unidos para detenerle, según su testimonio.


Zambada concluye desmintiendo la versión sobre la muerte de Cuen, señalando que fue tiroteado en el lugar del secuestro, donde también desaparecieron sus dos escoltas principales, uno de ellos el jefe de la Policía Judicial de Culiacán.

A pesar de su relato y de que, a sus más de 76 años, padece graves problemas de salud ahora que se halla en una prisión norteamericana, El Mayo hace un llamamiento para evitar que se inicie una espiral de guerra entre facciones, con sus seguidores buscando venganza contra Los Chapitos, algo que muchas fuentes señalan como algo seguro en las próximas semanas. “Hago un llamado a los sinaloenses a la mesura y a mantener la paz en nuestro estado. Ya hemos recorrido ese camino y todos perdemos”.

Las investigaciones propias apuntan a que Guzmán López, el hombre que, según el relato de Zambada, se ocupó de gestionar la emboscada, se encontraba “localizado y vigilado” por las autoridades de Estados Unidos, por lo que no le quedaba más remedio que entregarse. Ello le habría llevado a entregar al histórico líder a cambio de la supuesta liberación de uno de sus hermanos, Ovidio Guzmán, que, junto con Iván, estarían al frente del cártel a partir de ahora.

Sobre los pasos a seguir, se especula con una posible alianza entre los leales a Zambada con otros grupos criminales (tal vez el Cártel del Golfo), pero nada de eso puede confirmarse, menos aún tras la petición pública del capo de que se mantenga la paz en Sinaloa.

 

Con Datos de Narcodiario/ Sistema de Noticias CAMBIO 22

redaccionqroo@diariocambio22.mx

alazan1031@gmail.com

GCH

WhatsApp Telegram
Telegram