• La presidenta solitaria como ahora se le reconoce también es invadida en su intimidad sin que el servicio de inteligencia nacional de resultados

 

Ángel Ramírez Hernández / CAMBIO 22

La confirmación que hace nuestra presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, en torno al jaqueado de su número telefónico y su correo, no es un asunto menor y mucho menos un tema irrelevante que tenga que ver con su vida personal e íntima.

En principio, nos habla de que nuestra presidenta es vulnerable en lo mínimo y, el que puede lo menos puede lo más, un fenómeno que escala en su vida privada, incluso, hasta poner en riesgo la soberanía nacional.

Aunque ella lo quiso minimizar, diciendo que ya no es su número telefónico y correo personal; pero que al mismo tiempo sí, que lo usaba para ciertas cosas sin importancia, lo cierto que si investidura es vulnerable.

¡Y hay nanitas!, reconoció que el teléfono jaqueado se lo regaló la mismísima Layda Sansores, la gobernadora que convirtió a Campeche de un estado tranquilo, dónde no sucedía nada, hasta convertirlo en uno de los estados más violentos del país, como en la época del Negro. ¡Caballo de Troya!

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Es decir, ya no solo es una presidenta que transita sola, alejada, vulnerada, traicionada y menospreciada por sus cámaras, y algunos de sus más influyentes políticos, ahora también sus cuentas personales y vaya usted a saber qué otras cosas son acechadas, por decir lo menos.

La opinión pública toma este jaqueo, con la simpleza que le ocurre a cualquier mortal, que mire, es seguido; pero no es así, ella es la presidenta de los mexicanos, menospreciada y sobre todo por aquellos que ven el liderazgo verdadero en la “chingada” y no en su persona.

Nuestra presidenta debe estar brindada íntegramente, en su persona, familia y actividad propia del cargo, imagínense que un día con ese número sustraído se tome alguna decisión, cual sea.

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Dónde está el servicio de inteligencia nacional para cuidar a su presidenta, es la primera mujer al frente de nuestra nación, pero no la cuidan como tal.

Y la pregunta obligada, ¿Nuestra política es machista?, no acepta que una mujer nos dirija, ¿Hay complot de género?, que interviene no solo sus líneas telefónicas y redes sociales, ¿Se violenta con ello nuestra soberanía nacional? Es la pregunta que les dejo al calce.

 

 

 

redaccionqroo@cambio22.mx

GPC/RCM

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