Redacción / CAMBIO 22

25 de noviembre-. En la primera semana de enero de 2021 Rubén Rocha Moya, entonces aspirante al gobierno de Sinaloa, se reunió con Ismael el Mayo Zambada en una propiedad del capo a las afueras de Culiacán. ¿El motivo?, solicitarle la anuencia y apoyo para conseguir la gubernatura, de acuerdo con relatos de quienes atestiguaron las gestiones del encuentro. A finales de 2020 el entonces aspirante Rubén Rocha Moya movió los hilos que debía para asegurarse la gubernatura de Sinaloa, buscó entre los liderazgos del Cártel de Sinaloa que le facilitaran un encuentro con Ismael el Mayo Zambada.

Antes de que acabara ese año, en los últimos días de diciembre los contactos llegaron al triángulo dorado del lado sinaloense en busca del aval que les pidió Rocha Moya. Regresaron a Culiacán con la aprobación y se abrieron las aduanas para que el político se reuniera con Zambada García en uno de los ranchos del narcotraficante en las afueras de Culiacán.

La cita tuvo lugar durante la primera semana de enero de 2021, pocos días después de que el entonces dirigente de Morena, Mario Delgado Carrillo (hoy secretario de Educación Pública del gobierno de Claudia Sheinbaum), anunciara que Rocha Moya había ganado la encuesta de Morena para ser el candidato del partido oficial al gobierno de Sinaloa. El relato fue hecho por testigos de esas gestiones, quienes aseguran que Rocha se trasladó a la sierra porque necesitaba el visto bueno de Zambada, quien estaba consolidado como el principal jefe del narcotráfico en Sinaloa.

Ya designado candidato, Rocha Moya logró que el Mayo respaldara y facilitara su aspiración para llegar al gobierno estatal, apoyado también por Héctor Melesio Cuén Ojeda, quien durante años fue cercano a Zambada García.

El contendiente de Rocha Moya al gobierno, el entonces senador Mario Zamora Gastelum y actual diputado federal del PRI, aseguró que en el proceso electoral de 2021 en Sinaloa intervino la delincuencia organizada para que ganara el candidato de Morena, incluso con la movilización de grupos armados durante la jornada electoral.

Sin embargo, no hubo ninguna denuncia formal ante las autoridades electorales del país. De acuerdo con una carta pública que en agosto último hizo la defensa de Zambada en Estados Unidos, en medio del silencio oficial sobre lo ocurrido en Huertos del Pedregal, en las afueras de Culiacán, Cuén Ojeda fue asesinado en el mismo rancho cuando el capo sinaloense fue detenido y entregado por Joaquín Guzmán López, uno de los hijos del Chapo Guzmán, al gobierno de Estados Unidos.

El Mayo y Cuén habían sido citados por el gobernador para “resolver problemas políticos” entre el gobernador y el exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa y exalcalde de Culiacán, toda vez que Melesio Cuén Ojeda estaba interesado en ser el sucesor de Rocha Moya en 2027.

Al momento de su asesinato, Cuén era diputado federal electo por la alianza PAN-PRI-PRD, aunque era líder del Partido Sinaloense (PAS). Informes sobre el mandatario de acuerdo con una versión entregada por fuentes estadounidenses al periodista Luis Chaparro (publicada en esta edición de noviembre con el título “Desde la cárcel el Chapo Guzmán planeó con Estados Unidos el secuestro del Mayo”), fue el hijo del Chapo, Joaquín Guzmán López, quien propició el supuesto encuentro con el gobernador y le pidió al Mayo que también estuviera su amigo Cuén Ojeda.

Rocha Moya dice que se usó su nombre para posibilitar ese encuentro cuando fue detenido el Mayo, el 25 de julio último.

De inmediato, el gobernador fue respaldado públicamente por los entonces presidente y presidenta electa, Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum Pardo. Pero el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y los servicios de inteligencia militar elaboraron diferentes documentos sobre Rocha Moya en los que registraron su acercamiento a la facción de Los Chapitos, contrarios a Mayo Zambada, como dio a conocer Proceso en su pasada edición XVI de octubre (https://proceso.pressreader.com/proceso).

Esos reportes destacaron también la cercanía de Rocha Moya y Cuén con el actual coordinador de Morena en el Senado, Adán Augusto López, a quien apoyaron en la contienda interna del partido oficial por la candidatura presidencial, contra la actual presidenta de la República. Días antes de su asesinato, Cuén Ojeda hizo una declaración pública en la que aseguró haber sido testigo de cómo llegaron “carretadas de dinero” a la campaña de Rocha, quien ganada la elección lo integró a su gabinete como secretario de Salud. Pero pronto se deshizo de él. Apenas duró seis meses en el gabinete de Rocha Moya. Lo destituyó tras el asesinato, en mayo de 2022, del periodista Luis Enrique Ramírez, con quien Héctor Cuén había tenido diferencias. El político se deslindó del crimen. Originarios de Badiraguato, Rocha Moya y Cuén fueron contemporáneos en la vida pública sinaloense y compañeros de gabinete en el gobierno de Jesús Aguilar Padilla (2005-2010).

 

 

 

Fuente Proceso

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