Un Mundial a Oscuras
15 Dic. 2025
Ramón Alberto Garza / CAMBIO 22
Imaginen que ya es el 11 de junio de 2026. El nuevo Estadio Banorte -antes Estadio Azteca- está en ebullición por ser la sede del partido inaugural -México-Sudáfrica- del Mundial FIFA 2026. La atención de miles de millones de miradas de todo el mundo están puestas sobre nuestro país.
El árbitro da el silbatazo y en ese momento, se oscurece la cancha, las penumbras invaden las butacas. Un gran apagón ensombrece a la Ciudad de México. Se suspende la inauguración. Somos el hazmerreír mundial.
¿Aves de mal agüero? Nada de eso. Es una real posibilidad si nos atenemos al colapso que está en puerta para los próximos meses sobre el sistema nacional de suministro eléctrico que proporciona la malograda Comisión Federal de Electricidad, una paraestatal colapsada por las ambiciones personales de su ex director, Manuel Bartlett, el Rey Midas del huachi-diésel.
La crisis en las cúpulas energéticas de México estalló el lunes pasado, hace exactamente una semana, con un agrio desencuentro entre la Secretaria de Energía, Luz Elena González, y la Directora de la CFE, Emilia Calleja. La confrontación se dio en una reunión de trabajo, ante por lo menos media docena de directivos que vieron cómo la Secretaria de Energía arrinconó a la Directora de CFE.

El punto de quiebre fue el reclamo de los muy pobres resultados de la CFE, que de más de 200 promesas que Emilia Calleja hizo en una mañanera con la presidenta Claudia Sheinbaum, sólo se habían ejecutado dos. Apenas el uno por ciento. La Secretaria de Energía increpó, severamente en público, a la Directora de CFE, quien sólo alcanzó a justificar la lentitud diciendo que ella hacía lo que “la normatividad” le permitía. Y cuando Luz Elena González elevó el reclamo frente a la respuesta incompetente de Emilia Calleja, la respuesta de la Directora de CFE no se dejó esperar. “No te olvides que yo no te reporto a ti”, le dijo Calleja. Tensión total en la reunión que acabó en desastre. En esa respuesta se confirmó que la CFE continúa bajo la tutela de Manuel Bartlett, el verdadero jefe de Emilia Calleja. Es a quien ella le rinde cuentas.
Ese episodio ocurrido el lunes pasado, sólo viene a confirmar que el sistema nacional de energía está a un parpadeo de colapsar. No solamente no existe capacidad para suministrar energía para el urgente crecimiento. No hay energía para mantener los actuales consumos, con regiones enteras ya en alerta roja y sufriendo prolongados y constantes apagones, y otras tantas al punto de entrar en fase de emergencia. Y eso va a tener su peor momento en el verano próximo, justo en el arranque del Mundial FIFA 2026.
El reclamo de Luz Elena González a Emilia Calleja se dio luego de un extrañamiento de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien cuestionó a la Secretaria de Energía la lentitud de los trabajos del sector eléctrico. Y el mensaje presidencial fue transmitido en la reunión con todos los altos mandos del sector eléctrico.
El epicentro del extrañamiento es que existen, por lo menos, 179 proyectos de nuevas empresas en todo el país que están paralizados porque no existe la capacidad suficiente de la CFE para dotarlas del servicio a tiempo para iniciar operaciones. Y esa fama de incapacidad de suministro está creciendo, sobre todo, en corporaciones extranjeras.
Casos como el de Yucatán, en donde existen parques industriales con los que había compromisos para tener lista la energía para febrero o marzo próximos. Si no se cumple el compromiso firmado, existe una penalidad: se tienen que pagar las inversiones hechas y que no pudieron entrar en operaciones por la falta de energía eléctrica. Ya pueden imaginar los montos de esas penalidades. Y estas situaciones se repiten en otras entidades, tanto en Jalisco y el Bajío, como en los estados fronterizos con Estados Unidos.
Por eso, ya se descuenta que Emilia Calleja dejará en cualquier momento la CFE. Porque no existe peor ciego que el que no quiere ver. Hoy tenemos miles de millones de dólares de inversión eléctrica ya ejecutada, que no puede ser operada porque están paralizados, porque esas plantas construidas -en Yucatán y Baja California- no pueden entrar en servicio. Se les olvidó construir los gasoductos. Y tal como están los tiempos, no tienen posibilidad de que los tengan en los próximos dos años. Y la inquilina de Palacio Nacional ya acabó por darse cuenta que la están engañando con reportes falsos.
Por eso, la voz de alerta de la presidenta Claudia Sheinbaum es muy oportuna. Porque lo peor que puede sucederle a México es que la crisis energética estalle en pleno Mundial de futbol. Hay que tomar acciones temporales inmediatas, que sí existen en otras latitudes, y que pueden frustrar la crisis que ya parece inminente. El primer paso es revisar si el sector energético -CFE y Pemex- está en manos competentes, que den los resultados esperados. Hoy está claro que no.
Y cuidado con que nos saquen tarjeta roja por una crisis eléctrica de gran magnitud que se ve venir. Podríamos quedar eliminados en la clasificación del Mundial del Libre Comercio.
GPC/RCM




















