Redacción/CAMBIO 22 

Si el sistema funciona para conseguir un coche de manera rápida, sencilla y económica en las ciudades, ¿por qué no aplicar la fórmula de Uber o Cabify en el campo, con tractores en vez de automóviles y granjeros sentados al volante? Una pregunta tal que así se hicieron hace ya una década los creadores de Hello Tractor, una iniciativa lanzada en 2014 en Nigeria y que desde entonces ha protagonizado un crecimiento notable. Y no ha sido la única. A lo largo de los últimos años se han creado otras startups en diferentes partes del mundo, como Ghana, la India o los EEUU, con un planteamiento más o menos similar: facilitar que la maquinaria agrícola llegue a los campos donde más falta hace y menos presente está.

¿Un Uber con tractores? Esa es más o menos la filosofía detrás de Hello Tractor, una startup que se estrenó hace nueve años, en Nigeria, con el propósito de conectar a agricultores y propietarios de tractores. Primero recurrió a SMS para ponerlos en contacto. Después a una app. Desde entonces ha continuado creciendo e innovando: la compañía echa mano del IoT, el deep learning, IA, se asoció con IBM para probar una herramienta de análisis que facilite a los agricultores acceder a la inversión e incluso lanzó en 2022 un producto de financiación Pay-As-You-Go (PAYG) pensado para tractores. A lo largo de su trayectoria, la empresa incluso ha sumado fuerzas con John Deere para llevar miles de tractores a Nigeria.

En 2019 la compañía presumía de haber captado alrededor del 75% de todas las ventas de tractores comerciales en Nigeria y haber ampliado su negocio a nuevos mercados en África e incluso Asia. Hace unos meses Fair Planet iba más allá y aseguraba que la startup había logrado expandirse ya a 13 países, la inmensa mayoría en la propia África, trabajado con más de 3.000 propietarios de maquinaria y llegado a más de medio millón de agricultores.

¿Es un caso único? No. Hello Tractor quizás sea la más popular y una de las primeras, pero a lo largo de los años se han lanzado iniciativas similares. Igual de interesante es por ejemplo Trotro Tractor, empresa de arrendamiento de tractores que empezó su labor dos años después que Hello, en Ghana. Su objetivo, como ella misma detalla, es “crear una red de dueños de Trotro Tractor” para prestar servicio a los agricultores vía SMS. “De este modo los pequeños propietarios tienen acceso a servicios asequibles de maquinaria agrícola”, abunda: “Que esté disponible, sea accesible y asequible para mejorar la productividad, eficiencia y reducir pérdidas”.

No todos los “Uber de tractores” se han creado en África. De la India es por ejemplo Trringo, una aplicación impulsada por Mahindra & Mahindra, con sede en Mumbai, y diseñada con un propósito similar: el alquiler de tractores y maquinaria agrícola. Cuando un granjero quiere recurrir a sus servicios le llega con echar mano de su teléfono y descargar la app o directamente hacer una llamada. Al menos en 2017 la compañía aspiraba a expandirse y llegar a cinco estados del país.

¿Hay más ejemplos? Sí. Y recientes. En Iowa, EEUU, tiene su sede Farmmee, que se encarga de poner en contacto a agricultores para que puedan lograr la ayuda que necesitan en cada momento. Y eso supone desde ayudar durante la temporada de siembra hasta aportar maquinaria en los meses de cosecha. El recurso, explican sus creadores, se diseñó para dar apoyo a los granjeros de EEUU que necesitan socios puntuales a la vez que facilita rentabilizar la maquinaria agrícola.

Hace un año la compañía celebraba el primer aniversario de su app, disponible para Android e iOS, y calculaba que había logrado superar las mil descargas. Iniciativas más o menos similares se han planteado en otros países.

¿Y cuál es el objetivo? Facilitar la modernización de los cultivos. Puede que suene evidente, pero un repaso a los datos da una idea de cómo de importante es esa misión: un informe elaborado en 2017 por African Development Bank Group (AfDB) alertaba de que la tasa de mecanización agrícola en el continente resulta “consternadoramente baja”, con 13 tractores por cada 100 kilómetro cuadrado de terreno, una tasa que queda a años luz de los 200 de la media mundial.

“Si África quiere ser autosuficiente desde el punto de vista alimentario, exportar sus excedentes y satisfacer las futuras necesidades nutricionales de su creciente población urbana, es de suma importancia que se produzcan aumentos drásticos en las tasas de mecanización agrícola”, abunda el informe. Un aviso a navegantes que acompaña de otra cifra relevadora: entre 1961 y 2000 el número de tractores utilizados por los agricultores de América Latina, el Caribe y Asia creció entre un 470 y 500%; en el África subsahariana hubo un alza también, pero del 28%.

¿Por qué es importante? Por su potencial para mejorar las condiciones y productividad de una parte crucial del sector agrícola global. La FAO estima que los pequeños agricultores producen alrededor del un tercio de los alimentos del mundo, una proporción que se dispara en algunos países, como China, donde el aporte de los granjeros de minifundio ronda el 80%. El organismo internacional insiste también en la importancia de un modelo de “mecanización sostenible”.

¿El motivo? Aumentar la productividad y la calidad de los cultivos, paliar la escasez de mano de obra, reducir la huella medioambiental, reducir la pobreza y lograr una “seguridad alimentaria”. El problema es que al menos en 2021 más de 220 millones de agricultores africanos subsistían con menos de dos dólares diarios y la maquinaria implica una inversión elevada, con un promedio de 30.000 dólares por tractor, según Fair Planet. El contraste entre ambas cifras explica que en el África subsahariana cerca del 60% de los cultivos se aren aún a mano.

¿Es sencillo el proceso? Presenta sus desafíos. Iniciativas como los Uber de tractores quieren paliar esas dificultades para extender la mecanización agraria, pero siguen encontrándose con algunas dificultades. De todas, al margen del reto que pueda suponer expandir el modelo, quizás la más importante sea la deficiente cobertura de red y las bajas tasas de alfabetización digital con las que compañías como Hello Tractor se encuentran en ciertos territorios. Utilizar su app puede no resultar sencillo si el granjero carece de smartphone y reside en un área con mala cobertura. Algunos servicios permiten de hecho llamar o enviar un SMS.

“La puesta en común de recursos para compartir equipos tampoco supone una solución sencilla, ya que el éxito de la mecanización requiere un ecosistema que funcione bien: distribuidores de equipos, financiación de activos, mantenimiento, piezas de repuesto, formación y acceso al mercado, intermediarios dispuestos a comprar la producción de los agricultores a tiempo y a un precio justo”, reconoce un informe de la Alianza para una Revolución Verde en África (AGRA).

 

Fuente: Xataka

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