• Otro punto que generó molestia fue el cobro de un impuesto adicional por el uso de una cámara personal, una tarifa que el visitante calificó como un “abuso descarado”

 

Redacción / CAMBIO 22

TULUM a 20 de diciembre.- Una visita al Parque del Jaguar dejó una mala experiencia en el turista José Montañez, originario de Mazatlán, Sinaloa, quien aseguró no volver al destino tras enfrentar cobros indebidos, desorganización y trato poco profesional.

De acuerdo al relato, lo que prometía ser un día de conexión con la naturaleza terminó en confusión y malestar para él y su familia, integrada por cinco personas.

El problema inició al momento de adquirir las entradas, cuando se les informó que los niños menores de seis años no debían pagar. Sin embargo, el personal del parque contradijo esta información y los obligó a cubrir el costo completo por su hijo menor, lo que generó el primer desencuentro. “Nos sentimos engañados desde el principio, señaló Montañez”.

El acceso al parque también resultó problemático. El afectado denunció una evidente falta de coordinación entre los militares encargados de la seguridad y los prestadores de servicios turísticos. “Parecía que nadie sabía cómo operar el lugar; todo era un caos”, afirmó.

Otro punto que generó molestia fue el cobro de un impuesto adicional por el uso de una cámara personal, una tarifa que el visitante calificó como un “abuso descarado”. Según explicó, esta tarifa no se comunica claramente al ingresar, lo que deja a los turistas con una sensación de inconformidad.

Este caso no es aislado. El Parque del Jaguar, administrado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y el Grupo Aeroportuario GAFSACOMN, ha recibido críticas recurrentes por la falta de claridad en sus políticas y supuestos cobros indebidos. Turistas nacionales e internacionales han presentado denuncias similares, señalando que estos problemas afectan la experiencia en un lugar de gran belleza natural.

“Un lugar tan hermoso como Tulum no debería estar manchado por la falta de profesionalismo en sitios como este”, expresó Montañez, quien hizo un llamado a las autoridades locales para intervenir y supervisar las operaciones del parque. Los turistas afectados exigen mayor transparencia en las tarifas, capacitación del personal y una mejor organización en el manejo del sitio.

Este tipo de situaciones, concluyó Montañez, genera desconfianza entre los visitantes, quienes esperan estándares más altos de calidad y atención en un destino considerado de clase mundial.

redaccion@diariocambio22.mx

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