Tulum: La Autodestrucción

• Necesariamente Incómoda

Graciela Machuca Martínez / CAMBIO 22

La pluralidad de voces en una democracia representa una herramienta fundamental para la clase gobernante que tiene la altura de una persona estadista, pero cuando encuentran en la censura, en el silencio, en la represión sus instrumentos para gobernar, lo que diga la ciudadanía, los medios de comunicación o los críticos, es sinónimo de confrontación, descalificación y autoritarismo.

Las causas sociales, económicas y políticas que llevaron a la crisis de la afluencia turística en Tulum, han sido planteadas por la ciudadanía a través de organismo civiles como es el Observatorio Ciudadano de Tulum contra el Abuso del Poder, el cual se ha convertido en un foro para exponer las diversas anomalías que se han cometido por representantes de los tres niveles de gobierno en contra de la población de Tulum y de visitantes nacionales y extranjeros.

Espacios periodísticos como Maya sin Fronteras y cambio22, entre otros han difundido el sentir ciudadano y sus cuestionamientos en contra del actuar de la policía, de los inspectores municipales, de la mafia de las grúas y las empresas privadas que proporcionan el servicio de paramédicos; el desorden en el desarrollo urbano ha sido resultado de quienes llegaron a gobernar al recién creado Tulum, lo hicieron para enriquecerse; hablamos desde los que estaban en el PRI y ahora son morenistas destacados o de los que vieron en MORENA su forma de convertirse en millonarios.

Hace dos años, cuando estaban preparando la reelección de Diego Castañón Trejo, desde este espacio se les advirtió del gran error que estaban cometiendo al cumplir su capricho de ser reelecto, porque, a pesar de que durante los meses que fungió como interino demostró su incapacidad para gobernar, su falta de conocimiento en la administración pública, su falta de arraigo, su falta de vocación, su ignorancia sobre el contenido de las leyes.

Tanto el actual gobierno morenista como los anteriores en Tulum han sido cómplices de una de las invasiones “de lujo” que hay en el país, la llamada zona de La Veleta, construida en tierras despojadas a sus legítimos propietarios, pero con el aval de los tres niveles de gobierno debido a que el dinero producto de la corrupción fluyó por todos lados.

Los desarrolladores conocedores de cómo violentar la ley, se la pasaron por el arco del triunfo. Empezaron a lotificar la selva sin estudios de impacto ambiental, sin permisos, con ellos funcionó el principio que viola la ley y luego solo pagas multas, pero además, de multas, sobornaron a las autoridades, para que los dejaran construir sin tener resueltos los servicios básicos de agua potable, drenaje esto muy grave por contaminar el manto friático, alumbrado público.

Las millonarias inversiones que se han hecho y siguen haciendo en La Veleta son un monumento a la corrupción, al tráfico de influencias, a la ilegalidad, al caos y en estas irregularidades han participado los dueños de grandes capitales tanto de la llamada inversión extranjera como de la nacional, todo solapado por los gobiernos, cuyos responsables se siguen haciendo que no ven, no saben, no oyen, porque el poder del dinero les resta habilidades.

Cuando un gobierno no escucha a las voces críticas, cuando sustituye la pluralidad por la adulación, cuando el sentir de la ciudadanía, retomado por la prensa, no es prioritario para quienes gobiernan, se tienen experiencias de autoritarismo como el de la China de Mao, la Cuba de Fidel Castro o la Unión Soviética de Stalín. Y de muchas otras dictaduras que han terminado en crímenes de lesa humanidad, porque se menosprecia la libertad de expresión, la diversidad de ideas, se ordena el silencio con el dedo en la boca o se le dice a un ministro, en público, no hables de esto o de aquello.

Lo que está pasando en Tulum no se puede resumir solo en la falta de afluencia turística, sino se tienen que analizar las diversas etapas del destino turístico, incluso, desde antes que se constituyera como municipio, sin olvidar el paso a paso del desarrollo inmobiliario, que en algún momento se cruzó con el lavado de dinero, con la llegada y operación del crimen organizado.

Una de las voces ciudadanas que expone un contexto histórico y sociales de lo que está pasando en Tulum, es la de la arquitecta Karla Torres Real Estate, quien por medio de un video publicado en Youtube titulado: Tulum está VACÍO en 2025 ¿Qué fue lo que PASÓ? Expone su punto de vista, basado en su experiencia por haber vivido diez años en Tulum.

En la introducción de su video dice que después de años de fama, crecimiento acelerado y precios fuera de control, el destino más deseado del Caribe mexicano hoy enfrenta una realidad muy distinta: playas vacías, desarrollos detenidos y un aire de desconexión que muchos llaman “el pueblo fantasma de lujo”.

“En este video te cuento las 5 razones reales por las que Tulum está como está desde el clasismo y el cambio de vibra, hasta el sargazo, la pérdida de acceso a las playas, los precios absurdos y la burbuja inmobiliaria que afectó a miles de inversionistas. Llevo más de 10 años viviendo en el Caribe y he visto la evolución de Tulum desde sus días más auténticos hasta convertirse en el epicentro del “eco-chic”. Este video no busca atacar ni defender, sino entender el contexto, para que puedas tener una opinión con valor, no solo lo que ves en redes”.

Una voz imprescindible en este tema es la de Rafael Barajas, directivo del Observatorio de Tulum, quien escribe que Tulum ya tiene rato en crisis pero al pueblo le resulta difícil reconocerlo, “pues hay diversos problemas de salud mental que afectan a la población, desde el empresario que mantiene abierto un negocio que no genera ganancias y corre a sus clientes, hasta el empleado que literalmente paga por trabajar en Tulum”.

“Mucha gente sigue atrapada en esa pose pretenciosa, castigando al turista porque según su delirio de grandeza ningún dinero es suficiente para disfrutar Tulum con todas las comodidades que un ser humano requiere”.

“Hay un precio para todo en Tulum y nosotros como organización ciudadana libre no hemos pagado el correspondiente dinero para acarrear al pueblo a las manifestaciones, no hemos maiceado a nadie como animal para que nos obedezcan, no hemos prometido un premio por hacer lo correcto, simplemente hemos dejado a todos actuar de acuerdo a su libre albedrío, este sábado se presenta una nueva oportunidad para hacerlo bien y poner orden en Tulum”.

“Consideramos que la situación actual reúne los elementos para exigir los siguientes puntos:

• Renuncia inmediata de Diego Castañón por la grave traición a los intereses y derechos civiles del pueblo de Tulum, sumando a su ineptitud para la administración pública del municipio.

• Renuncia inmediata del personal de la empresa Grupo Maya a cargo de la administración del Parque del Jaguar.

• Desmilitarización inmediata del Parque del Jaguar y de todo el municipio de Tulum, pues su presencia sólo ha generado efectos negativos, disparándose los índices de homicidios y otros delitos.

• Liberación ⁠ inmediata de las instalaciones del Parque del Jaguar y acceso libre para TODOS hasta que los precios sean accesibles para TODOS.

• Siete accesos públicos libres entre los hoteles de la playa que actualmente se encuentra monopolizada y explotada por los hoteles en complicidad con los tres niveles del gobierno mexicano”.

Concluyo este texto, recordando que en mayo pasado, me dio mucho gusto saludar a una buena amiga que viene esporádicamente debido a que viaja constantemente por varias ciudades del mundo, pero esa ocasión eligió Tulum para visitar a otra amiga que vive casualmente ahí, en ese Tulum tan mencionado últimamente.

Pues mi amiga Ana había estado en Tokio y venía de Nueva York en plan de trabajo, pero decidió venir a pasar unos días para descansar en Tulum, pero Oh, sorpresa! cuando llegó a la terminal de autobuses proveniente del Aeropuerto Internacional de Cancún, al tomar un taxi a un domicilio de La Veleta, le cobraron 75 dólares, el taxista no recibía dinero mexicano, en el camino le ofreció marihuana y cuando se negó, el tipo se alteró un poco, lo que a mi amiga le dio mucho miedo, debido a que el camino que transitaba estaba obscuro y en muy mal estado, ahí en la dirección a la que tenía que llegar en La Veleta.

Luego se enfrentó a los precios en la playa, pues un conocido de su amiga, por unos dólares les conseguía pasarlas a una playa… Cuando hable con ella, en pocas palabras me dijo enfática… “¿como es posible Graciela! que la comida acá en Tulum sea más cara que en Tokio y que en Nueva York…..no exageres, le dije yo….si, me replicó, si yo hubiera sabido lo que me tenía que gastar nos hubiéramos dado cita en cualquier otro lado, porque amo México”.

Los altos precios no fueron solo en los restaurantes, también en los supermercados y en las tiendas de conveniencia. No me imagino, qué tanto mi amiga Ana haya recomendado a Tulum en su natal Italia…..

Diego Castañón Trejo insiste que todo lo que se dice sobre Tulum, durante las últimas semanas a nivel nacional e internacional, es solo una campaña de desprestigio en contra de Tulum y de su persona, pero se olvida que él, es el autor y cómplice de lo que le pasa a Tulum, por su incapacidad para gobernar, podrá ser muy bueno para jugar cascaritas de futbol, pero como administrador público es un fraude, no tiene ni idea de la diferencia entre acciones de gobierno y políticas públicas. No entiende el significado, al igual que toda la 4T, del espíritu del Artículo 134 Constitucional, mucho menos del 127 respecto a los bienes de la nación, desde luego que también hay una ley reglamentaria, Diego cuenta con un equipo que no le sirve al pueblo ni al propio Diego, sino a sus propios intereses, pues todos funcionarios e integrantes del Cabildo andan en campaña con dinero de donde?…

La debacle de Tulum como destino turístico marcó su inicio desde el feminicidio de Victoria Salazar, una mujer salvadoreña reconocida como refugiada en México desde 2018. Fue asesinada el 28 de marzo de 2021 en Tulum, tras ser sometida por cuatro policías municipales durante su detención.

Ni los gobiernos estatal y federal, mucho menos el municipal aprendieron de este feminicidio, no se preocuparon por capacitar y cambiar la imagen de la policía municipal, de la estatal y ahora de la Guardia Nacional. Tuvieron la oportunidad de contar con una de las mejores policías del mundo, al menos en los destinos turísticos, pero al olvidarse del caso, le dieron luz verde a los policías para que se coludieran con el crimen organizado. Ahora, en Tulum, se le teme tanto a un sicario, como a un policía municipal. El gobierno de Castañón Trejo es cómplice de que la corporación policial a su cargo se considere como una de las principales generadoras de violencia en Tulum.

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