Trump Impone Sanciones y Obliga a Colombia a Recibir Migrantes Deportados en Condiciones Inhumanas
28 Ene. 2025
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Trump Impone Sanciones y Obliga a Colombia a Recibir Migrantes Deportados en Condiciones Inhumanas
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Deportados esposados y en aviones militares desatan indignación; Petro denuncia trato humillante y amenaza con regularizar estadounidenses ilegales
Redacción/ CAMBIO 22
En 2023, la Oficina del Censo de Estados Unidos publicó una actualización de sus estadísticas poblacionales. En ella, cifraba en 1.286.662 el total de personas de origen colombiano que viven en el país norteamericano, de las cuales cerca de 800.000 son nacidos en Colombia. El Instituto de Política Migratoria (MPI, por sus siglas en inglés), en tanto, estimaba que en 2021 unos 237.000 colombianos vivían de manera irregular en territorio estadounidense.
Con esos datos en la cabeza, es posible hacerse una idea de lo que significa, en términos numéricos, la deportación de 160 colombianos que, el domingo 26 de enero, desató una breve crisis diplomática entre ambos Estados americanos, causada por un reclamo del presidente Gustavo Petro por las condiciones en que fueron enviados los colombianos, en un vuelo militar y esposados, razón que lo llevó a rechazar el aterrizaje de los aviones y obligarlos a regresar a su país de salida.
En una serie de intercambios por redes sociales, Petro y Donald Trump se enfrascaron en una discusión en la que se anunciaron sanciones comerciales, imposición de aranceles e incluso suspensión en las entregas de visados. Poco más tarde, Colombia aceptó los aviones con los deportados y, mediante comunicados, ambos países dieron por superado el entuerto.
“Procedimiento totalmente agresivo”
“Esto fue una señal de que las cosas con Trump no van a ser a las buenas, más bien a las malas, porque es un procedimiento totalmente agresivo sacar a las personas de sus casas, de sus sitios de trabajo, enjaularlas prácticamente y enviarlas sin ningún respeto a la integración familiar y a su situación laboral”, dice a DW el expresidente de Colombia Ernesto Samper (1994-1998), quien critica que a estos ciudadanos se les tratara “no como personas que están al margen de la legalidad en términos formales, sino como criminales”.
El político agrega que “traer a la gente esposada, acusándola del delito de haber trabajado por el crecimiento de los Estados Unidos, da una pésima idea de lo que se esconde detrás de la política del presidente Trump”.
“El impasse diplomático entre Estados Unidos y Colombia, y las sanciones que se adoptarían en caso de que Colombia no aceptara recibir a migrantes indocumentados, son una clara advertencia para los demás países. Es un golpe en la mesa que pretende demostrar que el Gobierno de Trump está dispuesto a tomar todas las medidas necesarias para garantizar la cooperación de los países involucrados”, dice a DW el analista político colombiano Gabriel Cifuentes, codirector de Greystone Consulting Group Latam.
La política de Estados Unidos en materia de deportaciones implica que las personas viajen esposadas, salvo los niños y sus padres. En videos divulgados en redes sociales se ve a un grupo de brasileños deportados que aterrizaron en el aeropuerto de Manaos esposados y encadenados, algo que el gigante sudamericano consideró “humillante” y llevó al presidente Luiz Inácio Lula da Silva a presentar una queja ante el Gobierno de Trump.
Estadounidenses, a regularizarse
En uno de sus mensajes en X (Twitter), Petro habló de 15.666 estadounidenses que se encontrarían en situación irregular en Colombia, y los llamó a legalizar su estatus. “El presidente Petro no citó una fuente formal, lo que hace suponer que es un dato que pudo obtener por parte de Migración Colombia, que es la entidad encargada del registro de los ingresos y salidas de extranjeros y nacionales, así como también su estatus migratorio”, dice Cifuentes.
“No hubo mayores desarrollos frente a ese punto en particular, por lo que al día de hoy no sabemos esa cifra de dónde viene exactamente, en qué condición se encuentran y mucho menos si se está pensando en tomar acciones frente a ese grupo de norteamericanos”, añade el analista.
¿Puede entenderse el cambio de tono de Colombia, que finalmente accedió a recibir los aviones, como un triunfo para la Casa Blanca? “Aquí no se trata de triunfos. Me parece que la reacción del presidente Petro fue proporcional al tipo de afrenta”, dice Samper.
“Lo que sí me preocupa fue la rápida imposición de sanciones económicas unilaterales y fuertes. Esto no es gratuito ni es un plan que se pueda armar de la noche a la mañana. Ya existía una intención clara de bloquear a Colombia si no se sometía a esta exigencia, que es un peaje demasiado costoso para la dignidad de un país, para los derechos humanos y para las relaciones bilaterales entre los países de América Latina y Estados Unidos”, pondera.
Para el exmandatario colombiano, la primera administración de Trump, en la que “acabó con los mecanismos de integración”, hace que sea imposible ser optimistas de cara al futuro. “De hecho, sus primeros anuncios son todos confrontacionales con la región: que pretende volver a tomar el Canal de Panamá, que quiere anexarse Canadá, que el Golfo de México es de Estados Unidos… Quisiéramos ser optimistas, pero creo que después de la administración Trump vamos a estar los latinoamericanos gritando como hacíamos hace 20 o 30 años, ‘yanquis, go home!'”.
Fuente: DW
GFB/MA