Miguel Ángel Fernández/CAMBIO 22

CHETUMAL, 14 de octubre. – El Tren Maya, una de las obras más ambiciosas de la administración de Andrés Manuel López Obrador, continúa generando grandes expectativas en todo el sureste mexicano en el Gobierno Federal que encabeza ahora Claudia Sheinbaum.

Con una ruta que abarca 1,554 kilómetros, esta infraestructura promete conectar importantes sitios turísticos, revitalizar economías locales y ofrecer una experiencia turística sin precedentes. Sin embargo, a pesar de los avances y la inauguración simbólica del proyecto, algunos tramos clave, como la estación de Chetumal, aún no están operativos, lo que ha generado incertidumbre en la región.

El 29 de septiembre, el entonces presidente López Obrador cortó el listón inaugural del Tren Maya en la estación de Chetumal, celebrando la conclusión de la red ferroviaria.

Entre los beneficios que se esperan de la terminal de Chetumal están sus espacios dedicados a los turistas, como restaurantes, áreas verdes y juegos infantiles. La estación tiene el potencial de ser un motor de crecimiento para la capital del estado, atrayendo tanto a visitantes nacionales como internacionales. Se proyecta que esta obra dinamizará el flujo de turistas hacia importantes destinos cercanos, como Bacalar y Majahual.

No obstante, a pesar de estos prometedores beneficios, la estación de Chetumal aún no está abierta al público. Hasta el momento, se desconoce cuándo entrará en operación y el acceso al edificio está restringido por personal militar, que impide la entrada de peatones y vehículos.

Además, aunque se dio por inaugurado el circuito completo del Tren Maya, los tramos 6 y 7, que conectan Chetumal con Escárcega, y que incluyen estaciones como Dzibanché, Xpujil, Calakmul y Centenario, aún no han sido habilitados. Aún no es posible comprar boletos para estos tramos, lo que limita el alcance inmediato del proyecto en su totalidad.

 

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

RHM

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