La zona cercana a la escuela estaba acordonada el sábado por la noche, con más de una docena de policías patrullando, constataron periodistas de la AFP.
Rabia en las redes
La aldea de Yanshanpu se encuentra en las afueras de Nanyang, una ciudad de casi diez millones de personas.
Las calles de la localidad estaban prácticamente vacías el sábado por la noche. Sólo algunos curiosos permanecían al otro lado del cordón policial.
Una mujer explicó a la AFP que algunos padres de alumnos dejaban a los niños en el internado mientras ellos trabajaban fuera de la región.
En videos publicados en redes sociales antes de la tragedia se ven niños, algunos en edad preescolar, vistiendo batas con el emblema de la escuela y otros alumnos más mayores aprendiendo caligrafía.
En las redes sociales chinas, los internautas expresaron su rabia y exigieron que las autoridades impongan sanciones sino se respetaron las normas de seguridad.
“Es demasiado horrible, 13 niños de 13 familias, todos desaparecidos en un instante (…). Si no hay un castigo severo, sus almas no descansarán en paz”, escribió un usuario de la red social china Weibo.
Los incendios mortales son habituales en China debido a los bajos estándares de seguridad y la aplicación flexible de la normativa.
En noviembre, 26 personas murieron y decenas fueron hospitalizadas por el fuego originado en las oficinas de una empresa de carbón en la provincia de Shanxi, en el norte del país.
El derrumbe del techo de un gimnasio causó 11 muertos en julio, en el noreste de China. Y el mes anterior, 31 personas fallecieron en una explosión en un restaurante del noroeste.
En abril, el fuego mató a 29 personas en un hospital de Pekín, donde algunos se salvaron de las llamas saltando por las ventanas.
Tras el incendio en Shanxi, el presidente chino, Xi Jinping, instó al país a llevar a cabo “investigaciones exhaustivas sobre los peligros escondidos en las industrias clave, para mejorar los planes de emergencia y las medidas de prevención”.