Tratamientos de Fertilización Tradicional Mejoran los Rendimientos de Soja y Maíz en Argentina
6 Dic. 2024
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Ensayos realizados por la Red de Nutrición Biológica de Aapresid revelan que el uso de tratamientos combinados de fertilización tradicional y biológica podría potenciar significativamente la producción de estos cultivos clave
Redacción/CAMBIO 22
Así lo indica un reciente reporte que dio a conocer la Red de Nutrición Biológica de Aapresid, un ala de la Asociación compuesta por productores y asesores que testean estos productos y su impacto en la producción, mediante experimentación y ensayos en lotes de producción.
En su último informe, presentó resultados de ensayos de la campaña 2023/2024 realizados en diferentes zonas productivas del país, donde la gran diversidad de ambientes y las limitaciones en cuanto a fertilidad, suelo y clima se traducen en variaciones de rendimiento de hasta un 35-40% en soja y un 25-30% en maíz, dependiendo del lugar y el tratamiento aplicado.

Desde Aapresid informaron que los ensayos fueron realizados en Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe y Santiago del Estero, y se evaluó la respuesta en rendimiento en soja y maíz al agregado de distintos insumos biológicos (biocontroladores, PGPR, aminoácidos, ácidos húmicos y fúlvicos, fitohormonas, fertilizantes con bioactivos, entre otros) aplicados en semilla y vía foliar, así como la respuesta del uso combinado de estos productos con fuentes de fertilización tradicionales utilizadas por los productores.
Del estudio, se desprende como dato interesante que la combinación de productos biológicos aplicados en semilla con fertilizantes tradicionales aumentó significativamente el rendimiento en ambos cultivos. En el caso de soja, el plus en rinde escaló en promedio a 250 kg/ha, respecto de la fertilización convencional.
En el caso del maíz, los tratamientos combinados aplicados en semilla lograron aumentar el rendimiento en más de 290 kg/ha, con resultados particularmente altos en condiciones de mayor adversidad ambiental. En Santiago del Estero, un sitio marcado por las limitaciones en recursos hídricos y suelos de menor fertilidad, los tratamientos combinados superaron el rendimiento de la tecnología del productor en más de 840 kg/ha.

En este sentido, desde la RNB advierten que estos últimos resultados podrían estar asociados a la habilidad de los bioestimulantes para fortalecer la respuesta del cultivo a estreses abióticos (como sequía o baja fertilidad).
En el caso del maíz, la bioestimulación, especialmente en condiciones ambientales adversas, mejora la capacidad de la planta para acceder a recursos edáficos, como el agua y los nutrientes del suelo. Esto implica no solo un aumento en el rendimiento, sino una optimización en el uso de recursos, lo cual es clave en el marco de la sustentabilidad.

En cuanto a la combinación de fertilizantes tradicionales con tratamientos biológicos aplicados de forma foliar, los resultados fueron menos concisos, lo que puede deberse a varios factores, como por ejemplo su aplicación coincidente con situaciones que limitaron su absorción y acción.
El análisis de los resultados abre una puerta interesante a la bioestimulación como herramienta para mitigar los efectos de estreses abióticos y bióticos. Desde la Red advierten la importancia de aplicarlas en forma integral, para lograr un manejo agroecológico de los lotes y optimizar los rendimientos.
Fuente: Todo Agro
VAC/AGF




















