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• El adolescente de Tekax fue hallado sin vida tras una falsa oferta de empleo; autoridades investigan nexos con células criminales y desapariciones vinculadas

 

• La ola de asesinatos, la ejecución en Rosa Negra y la falta de control territorial exhiben el deterioro de la seguridad bajo la administración municipal

 

Redacción/ CAMBIO 22

Las autoridades de Quintana Roo confirmaron que el cuerpo hallado sin vida en Tulum corresponde a Joel Lizandro López Collí, un adolescente de 15 años originario de Tekax, Yucatán.

El joven había desaparecido el 27 de octubre tras aceptar, junto con otros cuatro adolescentes, una falsa oferta de empleo como ayudantes de albañil en Tulum. Sus familiares denunciaron la desaparición y la Fiscalía de Yucatán activó una alerta Amber el 19 de noviembre, pero la búsqueda concluyó con la peor noticia.

Hasta ahora las autoridades no han aclarado dónde ni cómo murió Joel, versiones extraoficiales difundidas por algunos medios señalan que fue ejecutado en el exclusivo restaurante Rosa Negra de Tulum por un sicario extranjero, pero esas versiones no han sido confirmadas por la Fiscalía.

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Joel Lizandro partió de Tekax el 27 de octubre con otros cuatro jóvenes después de ser contactados por un desconocido que les prometió trabajo en Tulum, una vez en el destino turístico, sus teléfonos se apagaron y las familias perdieron todo contacto.

La Alerta Amber emitida por la Fiscalía describía al adolescente con una cicatriz en la ceja izquierda y un tatuaje en la muñeca.

Un mes después, el 22 de noviembre, se les informó a sus padres que el joven había sido encontrado muerto, sin precisarse el sitio ni las circunstancias.

Las demás víctimas del viaje siguen desaparecidas, diversos medios locales y colectivos de búsqueda han denunciado que esta tragedia se enmarca en una red de reclutamiento forzado que engancha a adolescentes con promesas de empleo y los obliga a vender drogas o a servir de “halcones” para grupos criminales.

En paralelo, el 9 de noviembre un hombre fue asesinado a balazos dentro del restaurante Rosa Negra en la zona hotelera de Tulum, testigos dijeron que el agresor vestía de negro y disparó a quemarropa antes de huir.

Las autoridades lo identificaron como un presunto distribuidor de drogas de unos 35 años.

El asesinato fue atribuido a un sicario colombiano de una célula vinculada al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG); de acuerdo con la investigación, el ataque habría costado apenas 5 mil pesos.

Fuentes extraoficiales no confirmadas por la Fiscalía han relacionado este crimen con el caso de Joel Lizandro y sostienen que la víctima adolescente fue una de las dos personas acribilladas ese día; sin embargo, las evidencias públicas muestran que el hombre ejecutado en Rosa Negra era un adulto de unos 35 años.

Las autoridades de Yucatán y Quintana Roo investigan la posible participación de un grupo de al menos seis personas detenidas el 17 de noviembre en Tulum, entre ellos el colombiano Juan Carlos “N”, quien habría participado en la ejecución del 9 de noviembre por un pago de 5 mil pesos.

Las pesquisas también buscan a otros tres jóvenes que desaparecieron junto con Joel y que podrían haber escapado del reclutamiento forzado.

La tragedia de Joel Lizandro ocurre en un contexto de violencia rampante en Tulum y de acusaciones contra el gobierno local. Solo en 2025, Tulum registraba ya 48 asesinatos y 223 homicidios desde que Diego Castañón asumió la presidencia municipal.

El propio asesinato del 9 de noviembre en el restaurante Rosa Negra lugar frecuentado por turistas puso en evidencia que la violencia alcanza las zonas exclusivas y que el gobierno municipal “carece de control territorial”.

Noticaribe señala que la incapacidad del alcalde para contener la ola delictiva ha dejado a habitantes y visitantes a merced de células criminales que operan con total impunidad.

El caso también expone la ausencia de políticas para proteger a la juventud en Yucatán y Quintana Roo.

Legisladores y alcaldes han solicitado investigar una presunta red de reclutamiento que engancha a menores con promesas de trabajo y los obliga a participar en actividades ilícitas.

Organizaciones de búsqueda alertan que el reclutamiento forzado se ha convertido en una práctica común de los grupos criminales en la región.

La muerte de Joel Lizandro simboliza cómo la narcoviolencia atraviesa los destinos turísticos, mientras las autoridades no aclaren las circunstancias del crimen ni encuentren a los demás jóvenes desaparecidos, Tulum seguirá siendo el escenario de una tragedia que mezcla turismo de lujo con la explotación y asesinato de niños, la ciudadanía exige respuestas.

El cuerpo de Joel Lizandro llegó a su natal Tekax poco después de la medianoche, recibido en silencio por decenas de familiares y amigos que lo velan en la vivienda donde creció.

Entre rezos, lágrimas y la incredulidad de una comunidad entera, el adolescente será acompañado hoy hasta el camposanto de la localidad, en un adiós que duele porque nunca debió ocurrir, un niño yucateco que salió a trabajar y terminó atrapado en la maquinaria criminal que desborda a Tulum.

 

Con información del Sistema de Noticias CAMBIO 22

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