Trabajadores Municipales Enfrentan Duras Jornadas Bajo el Sol y Poco Reconocimiento Ciudadano
1 Jul. 2025
Redacción / CAMBIO 22
José María Morelos, 1 de julio. – Aunque en el imaginario colectivo el trabajo de un burócrata suele asociarse con labores de oficina y jornadas en espacios climatizados, no todos los trabajadores del Ayuntamiento tienen esa fortuna. Para empleados como Jorge Cabrera, quien forma parte de las cuadrillas de bacheo, el trabajo diario implica enfrentar largas jornadas bajo el sol, en condiciones físicas exigentes y, muchas veces, sin el reconocimiento de la ciudadanía.
“Es una chinga”, resume sin rodeos Jorge, mientras relata que sus jornadas laborales pueden extenderse más allá del horario habitual de oficina. Aunque su horario formal es de 8 de la mañana a 3 o 5 de la tarde, en ocasiones deben salir a comunidades durante los fines de semana y laborar hasta medio día sin pausa. “De sol a sol”, dice, enfatizando lo demandante que puede ser su labor.
Además del agotamiento físico, los trabajadores de campo enfrentan otros retos, como el desgaste de su ropa de trabajo debido al uso constante de materiales como el chapopote. “Llegamos manchados a casa con ropa que ya no sirve. Hay veces que la mancha ni del cuerpo se quita”, cuenta Jorge, quien también señala que en varias ocasiones no reciben los insumos adecuados para protegerse.
Otro problema que enfrentan es la falta de comprensión por parte de algunos vecinos. En zonas donde han bacheado, no falta quien culpe a los trabajadores por los daños recurrentes, cuando en realidad muchas veces estos se deben al escurrimiento de agua de casas o comercios que no cuentan con sistemas de drenaje adecuados. “A veces estamos reparando y hay quienes no cierran sus llaves, lavan coches o tiran aguas jabonosas justo donde estamos trabajando”, lamenta.
Aunque hay vecinos y comerciantes que colaboran, aún falta crear conciencia sobre el impacto de estas acciones en la durabilidad de los trabajos públicos. “Hemos hablado con lavaderos, algunos nos apoyan, otros no. Hay lugares donde sí tienen su drenaje, pero otros siguen tirando el agua a la calle”, comenta.
Jorge Cabrera lleva cuatro años en el área de bacheo del Ayuntamiento y afirma que, a pesar de las condiciones adversas, él y sus compañeros tratan de hacer su trabajo de la mejor manera posible. “No será perfecto, pero es un trabajo honesto y necesario”, concluye.
GPC




















