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• La Celebración Religiosa Más Antigua Del Oriente Yucateco Espera Más De 180 Mil Peregrinos

• Programa Litúrgico Y Cultural Marca La Primera Fiesta Tras El Reconocimiento Oficial Del Santuario

• Santuario Diocesano de los Santos Reyes de Tizimín: tradición centenaria y reto logístico ante una fiesta que espera a 180 mil peregrinos

Renán Castro Hernández/ CAMBIO 22

La ciudad de Tizimín, considerada desde hace siglos como la capital del oriente yucateco, se prepara para albergar una de las fiestas patronales más antiguas e importantes de México, del 28 de diciembre de 2025 al 18 de enero de 2026 se celebrará la Fiesta Patronal en honor a los Tres Santos Reyes, primera edición tras el reconocimiento oficial como Santuario Diocesano.

Este nombramiento, recibido en diciembre de 2025, no sólo distingue la antigüedad del templo, sino que formaliza su misión de custodiar una devoción de más de 400 años y de recibir a miles de fieles que acuden durante todo el año. Un santuario, recuerda la Iglesia, es un lugar donde la afluencia de peregrinos es extraordinaria y constante; deja de ser una parroquia local para convertirse en punto de atracción para fieles de toda la diócesis.

La declaratoria reconoce la labor de numerosos sacerdotes y comunidades que, a lo largo del tiempo, levantaron la iglesia, impulsaron obras y consolidaron la piedad popular.

“Un santuario cuida algo valioso… en este caso se trata de una devoción viva que atrae peregrinos durante todo el año”, explicó el rector del templo al anunciar el programa.

La nueva categoría implica también responsabilidades, la iglesia debe ofrecer espacios dignos para el perdón y la acción de gracias, desarrollar áreas de evangelización, caridad y cultura, y mantener servicios permanentes para los visitantes.

Programa religioso y cultural: descenso de imágenes, procesiones y un homenaje a la identidad tizimileña

Las actividades iniciarán el domingo 28 de diciembre con la bajada de las veneradas imágenes y la exposición Manifestaciones, que mostrará coronas, estandartes, fotografías y reliquias que cuentan la historia de la devoción.

Ese mismo día se inaugurará la exposición en el patio del exconvento; estará abierta durante toda la feria para propios y visitantes.

El 29 de diciembre se ofrecerá una conferencia sobre el significado de la declaratoria de santuario y el 30 de diciembre se celebrará una misa especial dirigida a los jaloneadores, encargados de promover la música y las vaquerías.

En la víspera de Reyes, el 5 de enero, se efectuará la tradicional serenata en el templo; al terminar, a las 23:30 horas, se oficiará la misa solemne de vísperas.

El 6 de enero, día central, habrá misas desde las 03:00 de la madrugada y a las 12:00 horas se celebrará la eucaristía principal, presidida por el arzobispo de Yucatán.

Después de la misa se llevará a cabo la entrega de cetros nuevos para las imágenes, donados por devotos, en sustitución de los que se extraviaron con el paso de los siglos.

La fiesta continúa los días 8, 12 y 19 de enero con procesiones por el centro de la ciudad; en la última, tras la misa de clausura de las 19:00 horas, se efectuará la subida de las imágenes.

La dimensión cultural será otro eje de la celebración, habrá serenatas, mesas panel sobre “Cómo se vive la fiesta” con la participación de ex reinas, palqueros, ganaderos y custodios, y un homenaje a los danzantes carneadores en la explanada, cada evento busca subrayar que la devoción mueve todos los oficios, desde la crianza de toros para las corridas de enero hasta los bailadores que presentan sus dones al Niño Jesús.

Un reto logístico para un Santuario que espera más de 180 mil peregrinos

El reconocimiento como santuario diocesano no sólo pone a Tizimín en el mapa religioso del país; también dispara las expectativas de asistencia, de acuerdo con datos presentados en conferencia de prensa, las visitas contabilizadas por los custodios han crecido de manera exponencial, 36 166 peregrinos en 2022, 76 668 en 2023 y 126 248 en 2024.

La organización prevé que en enero de 2026 podrían rebasarse los 180 000 peregrinos, cifra cercana a 200 000 según la tendencia, lo que obliga a redoblar esfuerzos en seguridad, servicios y hospitalidad.

El santuario abrirá diariamente de 6:00 a 21:00 horas, con posibilidad de servicio nocturno continuo en los días de mayor afluencia, se montarán vallas para dirigir a los fieles desde la entrada principal hasta el interior y se habilitarán áreas de descanso y hospedaje como la casa parroquial y la capilla de San Martín, donde voluntarios entregarán colchonetas y ofrecerán atención médica y sillas de ruedas.

Un equipo de más de 600 voluntarios identificados con chaleco naranja vigilará las filas, apoyará a adultos mayores y distribuirá agua y servicios sanitarios. La organización cuenta además con la coordinación de Protección Civil, la policía municipal y equipos de salud y logística del Ayuntamiento, quienes manejarán un circuito de calles peatonales alrededor del templo para evitar congestionamientos.

El rector también adelantó que se solicitará a los feligreses cuidar el orden, acudir con tiempo y respetar las indicaciones, la feria contará con gremios y cooperativas que donarán alimentos a los peregrinos más vulnerables. La afluencia turística no sólo es religiosa, se espera que el reconocimiento como santuario atraiga a visitantes que quieran conocer la feria de vaquerías, el ruedo artesanal donde se sembrará el ceibo el 31 de diciembre y la plaza de toros, que se levanta con maderas desde finales de noviembre.

Historia y devoción inquebrantable

El culto a los Tres Reyes Magos en Tizimín tiene raíces profundas, la tradición indica que, tras la conquista, misioneros franciscanos erigieron en esta zona una ermita dedicada a Melchor, Gaspar y Baltasar.

Con el tiempo se construyó un templo más sólido que se convirtió en parroquia tras su remodelación extensa en el siglo XVII, la fiesta atrae desde entonces a fieles de todo el Sureste mexicano, quienes llegan para pedir favores, sanar enfermedades, agradecer milagros o cumplir promesas.

Muchos peregrinos caminan descalzos desde sus comunidades, otros  realizan largas caminatas, vigilias y veneración a las imágenes, la festividad incluye desde prácticas de piedad popular como la quema de velas y el toque de campanas hasta la construcción de un gran ruedo de madera para las corridas y bailes tradicionales.

Ahora, con la declaratoria de santuario, esta devoción recibe un impulso oficial que busca preservarla para las próximas generaciones.

Mirada crítica: devoción popular frente a intereses económicos

La feria de los Santos Reyes ha sido también un motor económico para Tizimín, el incremento en el número de peregrinos genera derrama para hoteleros, restauranteros, vendedores de artesanías y palqueros. Sin embargo, la organización advirtió que el santuario no puede convertirse en un parque temático.

El rector recordó que la piedad popular debe estar al centro y que cualquier actividad comercial debe respetar el carácter sagrado del lugar.

“Tenemos que consolidar el servicio al peregrino; no todo es negocio. Hay que ofrecer espacios dignos para orar y descansar”, señaló durante la presentación del programa.

La tarea para las autoridades municipales y eclesiásticas será encontrar el equilibrio entre la economía local y el respeto por una devoción que ha sobrevivido a guerras, epidemias y laicismo, y que hoy resurge con fuerza en el nuevo Santuario Diocesano.

La Fiesta Patronal 2025-2026 será una prueba de fuego para la organización y la fe del oriente yucateco, con un programa nutrido de celebraciones litúrgicas, eventos culturales y servicios a los peregrinos, Tizimín se prepara para recibir a miles de fieles en un contexto donde su iglesia ha sido elevada a santuario.

La historia, la devoción y la logística convergen en esta fiesta que, cada año, reafirma la identidad de un pueblo y su convicción de que la fe como el camino a los Santos Reyes se recorre con perseverancia.

Con información del Sistema de Noticias CAMBIO 22

cambio22digitalcun@gmail.com

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