Redacción/CAMBIO 22 

Tirso Martínez Sánchez, resultó un narcotraficante inversionista en equipos de fútbol, pero además por una ganga, apenas 700 mil dólares, adquirió la franquicia del club de futbol  Venados de Yucatán.

Por Los Reboceros de La Piedad le pidieron un poco más, 2 millones de dólares, pero aún así compró.

Tirso Martínez delincuente condenado y también exdueño de clubes en la Primera División del Fútbol de México (hoy Liga MX), se convirtió en la segunda persona en dar su testimonio en contra de Genaro García Luna. 

El juicio al exsecretario de Seguridad durante el sexenio de Felipe Calderón continúa su rumbo en los Estados Unidos y el Fubolista, como era conocido en el mundo criminal, se presentó como nuevo testigo de las actividades ilícitas del exfuncionario.

No es la primera vez que hace algo así. En 2018, Martínez Sánchez brindó su testimonio como parte de las pruebas que la Fiscalía estadounidense presentó en contra de Joaquín el Chapo Guzmán

El exdueño de los Venados de Yucatán, Gallos de Querétaro y de los Freseros de Irapuato además de los Rebocwros de la Piedad, dio detalles sobre las actividades ilegales del capo que hoy cumple condena en una prisión de máxima seguridad, pero también sobre las suyas en el balompié mexicano.

De acuerdo con la condena, el Futbolista fue parte de la estructura delincuencial de los cárteles de Sinaloa y Ciudad Juárez entre 1995 y 2003.

En 2016, fue sentenciado a prisión por estos hechos, pero no fue hasta 2018 cuando detalló el nexo entre la compra de sus equipos y las actividades ilícitas pues, aceptó que usó dinero del narco para la adquisición de ellos.

Cuando en el 2006 en la Federación Mexicana de Futbol descubrieron su identidad, lo obligaron a vender: les dejó ambos clubs en 10 millones, 7 millones 200 mil dólares de ganancia. Eso sin contar Celaya e Irapuato.

La revelación del narcotraficante conocido como ‘El Futbolista’, hecha en Nueva York en su momento donde fungió como testigo protegido en el juicio que enfrentó El Chapo Guzmán, genera un salpicadero en Mérida, sobre quién o quienes fueron sus prestanombres. El lapso no es claro: va de 1998 al 2006, año en que señala la venta de Venados.

Y es que la historia del fútbol profesional en Mérida, abarca varios nombres durante ese prolongado lapso.

Lo interesante es que la franquicia original desapareció en 2001 y un año después, en la temporada 2002-03, Antonino ‘Nino’ Costanzo mudó la franquica del Atlético Chiapas a Mérida para convertirse en el Atlético Yucatán, sin mucho éxito deportivo, retornando a su lugar de origen.

SEGÚN LA HISTORIA OFICIAL DE LOS VENADOS, LOS HERMANOS ARTURO Y MAURICIO MILLET REYES.

Son hijos de Arturo Millet Molina, por algunos años gerente de LA CERVECERÍA YUCATECA y de los Leones de Yucatán, de la Feria Yucatán en Xmatkuil, DEL CLUB CAMPESTRE y en el ramo de la hotelería.

SON QUIENES CONVENCEN A FRANCISCO IBARRA DE QUEVEDO, DUEÑO DEL NACIONAL DE TIJUANA Y EX PRESIDENTE DEL ATLAS, PARA TRASLADAR SU FICHA A MÉRIDA. ERA 2003.

Tras el Clausura 2005, los hermanos Millet anunciaron la venta el equipo, el Mérida FC, a Irapuato, que se había quedado sin equipo porque lo vendieron al León. Según recortes de prensa, la venta de los Millet era por ‘los problemas económicos, derivados de las bajas entradas al estadio y el poco apoyo del gobierno a la organización.​

Por cierto, Arturo Millet Reyes está casado con Gabriela López Gómez, asesora de políticos como los ex gobernadores Ivonne Ortega Pacheco, Félix González Canto, Rolando Zapata Bello y de los vigentes Alejandro Moreno, Alejandro Tello y Claudia Pavlovich, entre otros, además de ser actualmente Senadora suplente por Morena en el estado de Quintana Roo.

Si bien José Tirso Martínez, no los cita directamente en su declaración jurada ante la corte de Nueva York, los lapsos de tiempo coinciden con la operatividad. De los hermanos. Millet Reyes pues la presidencia de Arturo inició en el 2003 y concluyó en el 2010, pues desde el 2006, establecieron filiales en la segunda y tercera división logrando con la primera su ascenso a la entonces Primera A.

De 2011 a 2015, la franquicia fue propiedad de Fernando San Román Cervantes, otro polémico personaje, quien cambió la denominación de Mérida Futbol Club a Club de Futbol Mérida. Desde 2015 el equipo se llama Venados Futbol Club.

Es Tirso Martínez, ‘El Futbolista’, quién entre lunes y martes acudió a la corte para testificar en contra de Género García Luna, como antes lo había hecho en contra de Joaquín Guzmán Loera El Chapo.

Durante años Tirso controló la ruta de tren que, desde México, transportaba cocaína tanto para el Chapo Guzmán como para Vicente Carrillo Fuentes. Y a pesar de que les hizo ganar mucho dinero, él mismo logró acumular una fortuna de la cual ya “sólo” le sobran propiedades por valor de 3 millones de dólares.

Ahora las está tratando de vender para pagar un decomiso que debe a la justicia norteamericana, en ese acuerdo que incluye también obtener su libertad a los 10 años siempre y cuando coopere como hasta hoy.

Hoy, como señala Juan Alberto Vázquez, periodista mexicano quien cubre el juicio en Nueva York, Tirso vive preso a la espera de que lleguen otros casos para poder hundir a quienes fueron sus socios. Todo con tal de obtener algunos años de perdón.

Los hermanos Millet Reyes no han realizado ninguna declaración hasta ahora en torno al tema y los lapsos de tiempo que se cruzan, de Nueva York a Yucatán

Tirso Martínez es delincuente condenado y exdueño de clubes en la Primera División del Fútbol de México (hoy Liga MX), ayer fue la segunda persona en dar su testimonio en contra de Genaro García Luna.

 El juicio al exsecretario de Seguridad durante el sexenio de Felipe Calderón continúa su rumbo en los Estados Unidos y el Fubolista, como era conocido en el mundo criminal, se presentó como nuevo testigo de las actividades ilícitas del exfuncionario.

No es la primera vez que hace algo así. En 2018, Martínez Sánchez brindó su testimonio como parte de las pruebas que la Fiscalía estadounidense presentó en contra de Joaquín el Chapo Guzmán.

El exdueño de los Gallos de Querétaro y de los Freseros de Irapuato dio detalles sobre las actividades ilegales del capo que hoy cumple condena en una prisión de máxima seguridad, pero también sobre las suyas en el balompié mexicano.

De acuerdo con la condena, el Futbolista fue parte de la estructura delincuencial de los cárteles de Sinaloa y Ciudad Juárez entre 1995 y 2003.

En 2016, fue sentenciado a prisión por estos hechos, pero no fue hasta 2018 cuando detalló el nexo entre la compra de sus equipos y las actividades ilícitas pues, aceptó que usó dinero del narco para la adquisición de ellos.

No obstante, las ganancias de su actividad en el narcotráfico también la invirtió en otras franquicias. Además de Querétaro e Irapuato, en Venados de Yucatán y La Piedad,

En una auditoría que realizó la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) lo que les permitió detectar irregularidades en los casos de Irapuato y Querétaro; además de detectar que el propietario se dedicaba a traficar cocaína a Estados Unidos.

La FMF desembolsó USD 14 millones de dólares para comprarle a Tirso Martínez Sánchez las franquicias de Querétaro e Irapuato en el 2006, al percatarse que éste era un narcotraficante.

Alberto de la Torre, quien fue presidente del organismo de 2000 al 2006, contó lo siguiente al portal Medio Tiempo: “Esos dos en especial se vio que no tenían la solvencia o no presentaron los papeles suficientes a la empresa que nosotros le encomendamos el trabajo. Con el que aparecía como presidente (de Irapuato y Querétaro) sí estuvimos en contacto y ellos nos pasaban las decisiones.

Se hizo todo lo posible para comprárselos y ahí en ese momento sí se pudo comprar y se pudieron tener esas dos franquicias en reserva para que se pudieran vender”.

Dicha situación hizo que la FMF tuviera que comprar los equipos a plazos, según dio a conocer el ex directivo. “Las dos costaron alrededor de 14 millones de dólares y fue barato en comparación de lo que valen ahora los equipos”, mencionó.

Pero en julio de 2019, Reforma informó que Caja Libertad (ahora conocida como Libertad Servicios Financieros) le pagó USD 7 millones a Tirso Martínez por el club Querétaro, negociando directamente con el narcotraficante.

Martínez Sánchez declaró en diciembre de 2018 que el dinero que obtuvo del narcotráfico lo gastó en propiedades, caballos, peleas de gallos, juegos de azar, equipos de futbol y vehículos. Él estuvo a cargo de los cargamentos de cocaína que ingresaron a Nueva York, Los Ángeles y Chicago, lo cual le generó ganancias por USD 70 millones.

Martínez Sánchez fungió como testigo en el juicio contra Joaquín El Chapo Guzmán y en diciembre de 2018 fue cuando dio detalles de la venta de los equipos que fútbol.

 

 

Fuente Agencias

redaccionqroo@diariocambio22

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