Medios locales informaron de que un número importante de víctimas podrían ser menores de edad ya que el Hospital Infantil Mercy ha recibido una docena de pacientes.
La jefe del departamento local de Policía, Stacey Graves, informó en esa misma rueda de prensa del arresto de una tercera persona durante el suceso, que se suma a las “dos personas armadas” detenidas de las que se había informado previamente y a los que de momento se les considera sospechosos.
“Estoy enfadada por lo que pasó hoy. Las personas que asistieron a esta celebración deben esperar un ambiente seguro“, dijo Graves, que informó de que había cerca de 800 agentes en el dispositivo de seguridad del evento. En el estado de Misuri es legal llevar armas por la calle.
El alcalde de Kansas City, Quinton Lucas, confesó que él mismo “tuvo que correr cuando escuchó los disparos”, como lo hicieron cientos de personas.
“Yo mismo, mi esposa, muchas familias, jugadores, miembros de los Chiefs, sus familias, mucha gente que estaba en Union Station o cerca. Así que mucha gente ha estado afectada”, añadió.
Lucas insistió en el gran despliegue policial, particularmente en las cercanías de la estación y en los tejados, pero lamentó que “esto es lo que pasa con las armas”.
Desfiles, manifestaciones, escuelas, salas de cine, parece que casi nada es seguro
“Pensé que eran fuegos artificiales. Oí entre 15 y 20 disparos en un lapso muy breve”, declaró John O’Connor al diario The Kansas City Star.
























