Sobredensificada y a Punto del Colapso la Zona Hotelera de Cancún Exige un Freno a las Inversiones; Hoteleros Claman por Evitar la Construcción de Más Cuartos
31 Oct. 2024
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Los hoteleros exigen detener nuevos proyectos hasta que se mejore la infraestructura de servicios esenciales.
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El plan para construir más de 1,300 viviendas y 800 cuartos hoteleros genera rechazo por su impacto en la ya frágil infraestructura de la zona.
Redacción/CAMBIO 22
BENITO JUÁREZ, Cancún, Quintana Roo.- La zona hotelera de Cancún enfrenta serios problemas con la infraestructura de servicios de drenajes, agua y energía eléctrica provocado en gran medida por las más de 45 mil habitaciones distribuidas en los 187 hoteles que conforman el mayor destino turístico de México; la sobredensificación de la zona preocupa a hoteleros ante los anuncios de nuevos desarrollos por lo que ya exigen que no se autorice la construcción de una habitación más como el proyector planeado para el área de Pok Ta Pok.
El año pasado, en medio de la polémica por la sobredensificación de la zona hotelera por nuevos proyectos hotelero-inmobiliarios, comenzó a operar el mega desarrollo Grand Island bajo la marca Hyatt en el kilómetro 16.5 del bulevar Kukulcán.
El proyecto de 3,000 habitaciones, de las cuales ya operan las primeras mil, se autorizó con la oposición del entonces Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), tanto que amenazó con abandonar Cancún si el proyecto seguía adelante por la sobrecarga de servicios básicos que este número de habitaciones supone para el bulevar Kukulcán.
Fonatur argumentaba que operaba tres plantas de tratamiento de aguas residuales para la zona hotelera:
“Pok Ta Pok” con capacidad de tratamiento de 245 litros por segundo, “Gucumatz” para 200 litros por segundo, y “El Rey” para 100 litros por segundo.
La capacidad total es de hasta 545 litros por segundo, lo que representa el tratamiento de aguas residuales para 15,445 cuartos, es decir, menos de la mitad de los cuartos que operan en Cancún, lo cuales en ese entonces ya habían más de 34 mil y en este 2024, estaríamos hablando de más de 36 mil habitaciones que tienen al borde del colapso a la Zona Hotelera y que está provocando las descargas clandestinas a la laguna de Nichupté, situación que en su momento fue denunciada por grupos ambientalistas.
Rogelio Jiménez Pons, exdirector de Fonatur, dijo en distintas entrevistas en 2019 y 2021 que Fonatur se retiraría de Cancún si no se detenía la sobredensificación que implicaba ya desde entonces tanto el Grand Island como el hotel RIU Riviera Cancún; a la postre, sólo el RIU Riviera Cancún desistió de sus pretensiones de construirse, pero no por temas ambientales sino por pleitos con sus vecinos del hotel Nizuc en la tercera sección de la zona hotelera de Cancún.
En junio de 2019, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos naturales autorizó la construcción de este centro de hospedaje, en la segunda etapa de la zona hotelera y se desarrollará en dos etapa, la primera consistió en la construcción y apertura de 1,000 habitaciones con sus respectivas áreas comunes, circulaciones verticales, albercas, amenidades, áreas de servicio y estacionamiento.
La segunda etapa contempla el mismo alcance para 2,000 habitaciones más, que también contará con sus áreas comunes, circulaciones verticales, alberca, amenidades y áreas de servicio y el que aseguran será el centro de convenciones más grande de Cancún y entrará en operaciones a mediados del 2025.
La Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) establece que el proyecto cumple con los términos en los que se dio la actualización del Programa de Ordenamiento Ecológico Local del Municipio Benito Juárez que data del 27 de febrero del 2014, según el cual el predio del Proyecto Hotel Grand Cancún, se ubica en la Unidad de Gestión Ambiental 21, que corresponde a la “Zona Urbana de Cancún”, y tiene asignada una Política de Ordenamiento Ecológico de “Aprovechamiento Sustentable”.
Pese a que el proyecto se ubica en las cercanías del Área Natural Protegida Manglares de Nichupté, se asegura que por los usos previos que tuvieron los terrenos a impactar, “para la construcción del proyecto no se requerirá de generar afectaciones de flora y fauna, toda vez que ya existe desarrollo en el predio y no se presentan dentro de sus límites ecosistemas sensibles o frágiles que pudieran resultar afectados por la remoción de vegetación requerida”.
En 2021, se ingresó a evaluación de impacto ambiental el proyecto para la construcción en Cancún de dos plantas potabilizadoras por filtración y ósmosis inversa, dos plantas de tratamiento de aguas residuales, ocho pozos de absorción, ocho pozos de aprovechamiento y ocho pozos de rechazo para “hacer autosuficiente el proyecto Grand Island, específicamente en cuanto a la dotación de agua potable y al tratamiento de aguas negras”, según se lee en la Manifestación de Impacto Ambiental.
A estás 3 mil habitaciones en proceso hay que agregar que el pasado 10 de octubre la marca The Ritz-Carlton anunció su regreso a Cancún con un proyecto hotelero y residencial en la tercera sección de la zona hotelera y será de ultra lujo con 131 habitaciones en Punta Nizuc, donde retomarán el malogrado proyecto que la cadena RIU pretendió desarrollar en ese mismo predio, pero terminó desistiendo ante los amparos y demás recursos legales.
Además se construirán 126 residencias, con complejo de piscinas frente al mar, SPA, restaurantes de especialidad, entre otras amenidades y servicios, según lo anunciaron ejecutivos de Ritz-Carlton Cancún-Punta Nizuc será inaugurado en enero de 2027, con la participación de Marriot International, FibraHotel, Fibra Danhos y Beyond Ventures.
La firma Ritz-Carlton estuvo presente en Cancún hasta el 2021 en un inmueble de 363 habitaciones en el kilómetro 14 de la zona hotelera de Cancún, el cual a partir de 2022 pasó ser operador por Kempinski Hotels, uno de los problemas por lo cual la marca se retiró, fue por el azolvamiento del drenaje en ese tramo del bulevar.
Y hay que agregarle que Bernardo Cueto, secretario de Turismo había anunciado para este 2024 sería un buen año en materia de inversión hotelera, con los cuales se buscaría reforzar los servicios y atraer mayor derrama económica.
Dentro de las nuevas aperturas o reaperturas el secretario de turismo del estado destacó diversas marcas internacionales, tales como Avani, Hilton, Margaritaville, Belmond, Mayaliah, McGallery del grupo francés Accor, y dos hoteles Hyatt en el complejo Grand Island Cancún, entre otros.
Ante este abrumador panorama de más habitaciones para la zona hotelera que colapsarían los deficientes servicios principalmente de agua potable y drenaje, los hoteleros de Cancún solicitarán al gobierno estatal que no se permita la construcción de más centros de hospedaje hasta que no se solucione la infraestructura de servicios de drenajes, agua y energía eléctrica; en voz del líder hotelero Jesús Almaguer Salazar, señaló que esta petición legal la harán porque “el puente Nichupté resolverá el rubro de vialidades, más no el suministro de servicios públicos como agua, electricidad y drenaje, entre otros”, mencionó.
Así mismo, indicó que “Fideicomiso de la zona hotelera” ayudará a regir la zona turística en el aspecto urbanístico, de playas e infraestructura, servicios, seguridad y otros. Por esto, presentarán antes de finalizar el año dicha petición de moratoria para que no se creen estructuras que dificulten el suministro de servicios.
Almaguer Salazar tambié se ha opuesto al proyecto inmobiliario Península Cancún, que nuevamente busca permisos ambientales ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), ya que supone más carga en el suministro de servicios para la zona hotelera de Cancún.
El presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres, comentó que esperan que las autoridades actúen conforme a la ley y el respeto al medio ambiente, pues este proyecto supone una enorme carga para el frágil equilibrio de la zona hotelera de Cancún.
“Nosotros estamos preparados para ir contra el proyecto en caso de que se autorice. Autorizar esto es atentar contra la principal zona turística del país”, dijo.
Península Cancún es un proyecto inmobiliario a cargo de la firma Hazama, la cual pretende edificarlo sobre lo que actualmente es el campo de golf Pok Ta Pok. Hazama Corporation ya había retirado el proyecto de evaluación ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales a principios de este 2024, pero volvió a reingresar a evaluación la Manifestación de Impacto Ambiental en espera de que sea aprobado por el gobierno federal.
De hecho, sería el tercer intento de parte de la empresa por obtener la autorización de impacto ambiental de este proyecto, el cual tiene en contra no sólo al sector hotelero de Cancún, sino a activistas ambientales que ven riesgo de sobredensificación en la zona hotelera, así como a los propios residentes del fraccionamiento Pok Ta Pok.
El monto de inversión se ha incrementado, pues en la Manifestación de Impacto Ambiental ingresada y después cancelada en mayo de este año, la empresa anunciaba un costo de 16,422 millones de pesos para todo el proyecto, pero ahora el monto se incrementa hasta los 23,961 millones de pesos, según se lee en el documento reingresado a la Semarnat.
Lo que pretenden construir sobre el actual campo de golf Pok Ta Pok son “torres de diversos tipos de edificaciones según se trate de lotes unifamiliares o condominales que ocuparán una superficie de 12.14 hectáreas.
“Estas edificaciones serán de entre 3-15 niveles dependiendo del lote. En total se proponen construir 1,370 viviendas y 810 cuartos hoteleros”, se lee en la Manifestación de Impacto Ambiental.
Los hoteleros también han alertado que el Caribe mexicano como destino turístico está caída, y por ello, hay decenas de proyectos hoteleros pausados o ralentizados y que la desaceleración que vive el destino pese a los inventos de las autoridades turísticas de Quintana Roo a las que califican como declaraciones políticas pues Cancún y el Caribe mexicano como mercados, actualmente están dejando mucho que desear, incluyendo las tarifas.
La temporada baja de este año se desplomó hasta niveles de 55% en la ocupación en Cancún; la baja se resiente incluso en el tráfico aéreo que arriba a Cancún, pues el último reporte al respecto arroja que entre enero y agosto del presente año se registró una caída de 5.5% respecto de los volúmenes que movilizaba la terminal aérea de Cancún en 2023. Esto significa una baja de 1.2 millones de viajeros que han dejado de movilizarse hacia y desde Cancún en los primeros ocho meses del año.
Con información del Sistema de Noticias CAMBIO 22
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