Sin Respuesta, a Dos Años de la Propuesta del Puente entre Calderitas y Majahual
3 Abr. 2025
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No hay interés gubernamental en el proyecto para conectar a Chetumal con la Costa Maya en solo una hora
Ricardo Jesús Rivas/ CAMBIO 22
CHETUMAL, 3 de abril. – Cumple dos años la ambiciosa propuesta de infraestructura que busca conectar por vía terrestre a la localidad de Calderitas con la comunidad turística de Majahual mediante la construcción de un puente que cruzaría la Bahía de Chetumal.
El proyecto, impulsado por autoridades ejidales de Calderitas, plantea reducir significativamente el tiempo de traslado entre la capital del estado y la Costa Maya, pasando de más de dos horas a tan solo una.
En su momento, el comisariado ejidal de Calderitas informó que el proyecto contempla un tramo elevado de aproximadamente 2.3 kilómetros que, de concretarse, reduciría el trayecto en más de 50 kilómetros.
La obra no solo facilitaría el acceso a Majahual y Xcalak, sino que también conectaría de manera más eficiente con el Aeropuerto Internacional de Chetumal, fortaleciendo así el corredor turístico del sur del estado.
Además del puente, el proyecto incluye la ampliación de la carretera Calderitas-Oxtankah hasta Punta Lagarto, siguiendo la línea costera de la Bahía de Chetumal hasta enlazar con la Costa Maya.
Este nuevo trazo permitiría también el acceso a sitios poco explorados como Cayo Venado y Cayo Violín, que cuentan con alto potencial turístico debido a su riqueza natural, playas vírgenes y zonas arqueológicas.
El costo de la obra se estimó hace dos años en 325 millones de pesos y requeriría alrededor de un año para su construcción. Los ejidos involucrados han mostraron disposición para colaborar en el desarrollo del proyecto en aquellos días, vislumbrando una oportunidad clave para detonar el crecimiento económico y turístico del sur de Quintana Roo. Aunque aún no cuenta con respaldo oficial, la propuesta sigue sobre la mesa a la espera de voluntad política y financiamiento.
El enorme potencial de este ambicioso proyecto continúa en la congeladora política como símbolo del abandono en el que se encuentra el sur de Quintana Roo.
LRE




















