Sin Evidencias de la Participación del Gobierno Chino en Financiamiento al Tren Maya; Participó en su Construcción con dos Empresas
12 Mar. 2025
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No hay evidencia en documentos oficiales de que ese país financiara la obra, como advirtieron legisladores de Estados Unidos, pues los contratos y trabajos se pagaron con recursos del gobierno de México, a través del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur)
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Una de las empresas involucradas en el Tren Maya es China Communications Construction Company (CCCC), cuyo propietario mayoritario es el gobierno chino. Esa empresa formó parte del consorcio para la construcción del Tramo 1 del Tren Maya, que va de Palenque, Chiapas, a Escárcega, Campeche
Redacción/CAMBIO 22
Dos empresas de origen chino y con capital del gobierno de ese país participaron en la construcción del Tren Maya, aunque no hay evidencia en documentos oficiales de que ese país financiara la obra, como advirtieron legisladores de Estados Unidos, pues los contratos y trabajos se pagaron con recursos del gobierno de México, a través del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).
En una carta, un grupo de 36 legisladores republicanos encabezados por el texano August Pfluger solicitaron el 7 de marzo al gobierno estadounidense que investigara el posible financiamiento del Tren Maya con recursos del Partido Comunista Chino, para proteger los intereses económicos y de seguridad de Estados Unidos.
“Solicitamos que su administración investigue urgentemente para esclarecer los verdaderos desarrolladores de este proyecto, para asegurar que la Iniciativa China de ‘la Franja y la Ruta’ no tiene presencia en esta locación estratégica”, señalaron en la misiva.
La iniciativa de la Franja y la Ruta es un proyecto de desarrollo de infraestructura que impulsa China desde 2014 que contempla planes de desarrollo e inversión en vías férreas, puertos y hasta infraestructura satelital. México no forma parte de los países con los que China mantiene este acuerdo.
En respuesta a esa petición de los legisladores republicanos, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum negó que haya habido financiamiento chino para la obra, y aseguró que los trabajos se pagaron con recursos públicos. Lo que se sostiene también en los reportes de la Auditoría Superior de la Federación.
“No hay financiamiento chino. Si alguna empresa tuvo un fondo en algún momento, que tuvo que ver (con China)… pero eso no tiene nada que ver con el financiamiento del Tren Maya”, aseguró Sheinbaum en su conferencia del 10 de marzo de 2025.
Una de las empresas involucradas en el Tren Maya es China Communications Construction Company (CCCC), cuyo propietario mayoritario es el gobierno chino. Esa empresa formó parte del consorcio para la construcción del Tramo 1 del Tren Maya, que va de Palenque, Chiapas, a Escárcega, Campeche.
El costo original de la obra era de 15 mil 538 millones de pesos, pero luego de diversos acuerdos modificatorios, esa cifra se elevó 143% a 38 mil 612 mdp.
Según consta en los distintos acuerdos celebrados para el desarrollo de la obra, el consorcio Lamat Tramo 1 estaba integrado por la compañía china, así como por la filial mexicana de la portuguesa Mota-Engil, accionista mayoritario del consorcio, así como las empresas nacionales GAVIL Ingeniería, EYASA, Grupo COSH.
La empresa china además instaló en Tabasco una planta para la fabricación de durmientes, a fin de abastecer ese tramo del Tren Maya. La planta se inauguró en 2021 y estuvo en funcionamiento hasta 2023.
Además, según el medio digital El CEO, en 2020 Mota-Engil anunció un acuerdo con CCCC para que la firma china adquiriera ¿una tercera parte de la empresa portuguesa, con lo que aumentó su participación en el consorcio. Mientras que, a finales de ese año, la obra del Tren Maya quedó en manos de su subsidiaria mexicana, China Communications Construction Company México, creada en 2017.
Además de esta, la también china Angang Group, en asociación con Asimex del Caribe, participó en la proveeduría de rieles para la construcción de los tramos 2 y 4 del Tren Maya.
Otros Proyectos con Participación de Empresas Chinas en México
Esta no es la única obra de la que participa CCCC. En su sitio de internet también se menciona la realización en 2021 del proyecto Terminal de Contenedores en el Puerto de Veracruz, que también contempló la edificación de viviendas.
La empresa además ha sostenido reuniones con gobiernos estatales como el Estado de México y Tamaulipas ,con interés en el desarrollo de obras.
Mientras que otras empresas chinas también han aumentado su participación en proyectos públicos en el país.
En 2019, la empresa china CRRC Zhuzhou Locomotive obtuvo un contrato del gobierno de Nuevo León para la compra de 26 trenes para el Sistema de Transporte Colectivo Metrorrey.
En noviembre de 2020, esa misma empresa en consorcio con CRRC de Hong Kong ganó la licitación para la modernización de trenes, sistemas de control y vías de la Línea 1 del Metro de la CDMX.
Del mismo modo, la filial mexicana de la empresa china Yutong también obtuvo contratos por mil 856 millones de pesos, para la adquisición de unidades de trolebuses y metrobuses para la CDMX.
IED de China en México creció en el sexenio de AMLO
Durante el sexenio anterior, la Inversión Extranjera Directa (IED) de China a México registró sus mayores niveles históricos, según datos de la Secretaría de Economía.
En comparación con los dos sexenios anteriores, con Felipe Calderón se registraron 196.4 millones de dólares entre 2007 y 2012, y en el gobierno de Enrique Peña Nieto alcanzó los 632.2 millones entre 2013 y 2018.
Mientras que de 2019 a 2024, esta cifra creció 127.9% y llegó a los 1 mil 440.8 millones de dólares. Además, en 2022 se registró el mayor monto de IED desde China del que se tiene registro, con 569.7 mdd.
Sobrecosto de la Obra
La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) realizó obras públicas con costos adecuados e incluso presumió al Tren Maya como ejemplo de ello. Sin embargo, la construcción de dicha obra –cuyos tramos 5 Norte, 6 y 7 estuvieron a cargo de militares– tuvo un sobrecosto total de 341 mil millones de pesos en términos reales; y la Auditoría Superior de la Federación (ASF) ha realizado distintos señalamientos sobre presuntos gastos irregulares en su ejecución.
Aunque originalmente el expresidente Andrés Manuel López Obrador estimó que la obra costaría hasta 150 mil millones de pesos en 2018 (unos 199.34 mil mdp a precios de 2024), entre 2019 y 2024 hubo cambios de ruta, ajustes en los contratos con constructoras, alza de precios de materiales y hasta adquisiciones de tierra sin una finalidad definida, lo que elevó el precio a 540 mil millones de pesos a precios de 2024, 171% por encima de lo planeado.
Pese a que se trató de una de las obras insignia del gobierno de López Obrador, el Tren Maya se inauguró en su totalidad en diciembre de 2024, ya en el gobierno de Sheinbaum.
En su último informe de gobierno, López Obrador reconoció que si bien originalmente no se asignaron recursos para el Tren Maya en el Presupuesto de Egresos de la Federación de 2024, se hicieron ajustes para destinar 138 mil 223.9 millones de pesos, de los cuales 8 mil 803.9 mdp fueron para la Sedena.
Sobrecosto y pérdidas en el primer año del Tren
“Cualquier sobrecosto o mal uso de los recursos implica irremediablemente una disminución del dinero disponible para salud y educación”, advirtió Jorge Cano, coordinador de Gasto Público de México Evalúa en entrevista.
De acuerdo con un análisis de México Evalúa y cifras revisadas por El Sabueso de Animal Político, el mayor gasto para el Tren Maya se dio en 2022, cuando se destinaron 191 mil millones de pesos. Mientras que en 2023 se gastaron 150 mil millones de pesos. Y para 2024 se destinaron 151 mil millones de pesos.
“A esto se suman 28.7 millones de pesos adicionales para la reubicación de asentamientos humanos en el derecho de vía del tren, incluyendo la compra de terrenos y la construcción de vivienda para las familias afectadas. Debido a este proceso de reubicación, muchas de las comunidades desplazadas han denunciado afectaciones a su modo de vida, pérdida de tierras y falta de transparencia en la compensación recibida”, señaló México Evalúa.
Jorge Cano comentó también que, particularmente en el caso del Ejército, su participación en obras como el Tren Maya representa un obstáculo para la transparencia, pues en diversas ocasiones se consideró que son obras de seguridad nacional, lo que limita el acceso a la información.
Hemos visto que muchas de las obras las dictaminan como tema de seguridad nacional y es importante que todos los mexicanos sepamos cómo se utilizan los recursos; cómo se hacen las diferentes planificaciones; a quiénes se les otorgan las distintas licitaciones para asegurarnos que nuestro dinero tenga el mejor rendimiento posible”, explicó.
Además, el Tren Maya registró pérdidas por al menos 1 mil 223 millones de pesos en 2024, sin tomar en cuenta los subsidios que recibió la empresa.
Desde 2019, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) ha detectado irregularidades en obras prioritarias administradas por la Sedena, tales como pagos en exceso, uso de recursos sin justificación e inicio de operaciones sin una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA).
Por ejemplo, entre 2021 y 2023, la auditoría detectó transferencias presupuestales entre el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) y la Sedena para la construcción de distintos tramos del Tren Maya. Sin embargo, la Sedena no reportó el uso de estos fondos.
También en 2021, la ASF señaló una planeación inadecuada en la obra del Tren Maya, pues el 10 de junio de 2021 se adquirió el predio denominado “Tamarindos” para la reubicación de los asentamientos humanos existentes en el trazo del tramo 2; pero después se modificó la ruta y, por consiguiente, ya no se realizó la reubicación; sin embargo, no se definió el uso o destino para el predio adquirido.
En 2022, la Sedena reconoció que la construcción del tramo 5 del Tren Maya inició sin una MIA, mientras grupos ambientalistas han denunciado los daños ambientales causados por la obra, entre ellos la tala de más de 7 millones de árboles y la perforación y contaminación de cavernas y cenotes.
En la Cuenta Pública 2023, la ASF detectó que en al menos 15 contratos diferentes en siete de los ocho tramos del Tren Maya, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) –responsable de la construcción– hizo posibles pagos en exceso por más de 900 millones de pesos, mientras que la Sedena, contratada para la ejecución de los tramos 5 norte, 6 y 7, sobrepagó 356 millones de pesos.
Además, el Ejército no presentó las Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA) de dichas instalaciones, ubicadas en Palenque, Chiapas; Tulum, Quintana Roo; Calakmul; Chichén Itzá y Uxmal, Yucatán.
En el caso del hotel en Calakmul, la Sedena excluyó su construcción de documentos oficiales y la UNESCO no fue informada del proyecto. Esta misma situación se replicó en el hotel de Uxmal y Palenque.
Con Datos de Animal Político/Sistema de Notícias CAMBIO 22
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